Ya sea en casa o fuera de ella, lidiar con las alergias alimentarias de su hijo puede ser un reto. Tome medidas para proteger a su hijo de la contaminación cruzada, de los desencadenantes de las alergias alimentarias y de otros peligros de las alergias alimentarias.
Si su hijo es alérgico a algún alimento, prepárese para un cambio en los hábitos alimentarios de su familia. Aprenda lo que debe tener en cuenta en casa y fuera de ella para asegurarse de que no está expuesto a alimentos que puedan desencadenar una reacción alérgica.
En casa
"Encontrar opciones seguras que los niños estén dispuestos a comer puede ser un reto", dice Marion Groetch, RD, dietista del Instituto Jaffe de Alergias Alimentarias de la Escuela de Medicina Mount Sinai. "Las familias tienen que aprender a preparar comidas y meriendas seguras a partir de alimentos integrales y también a encontrar artículos de conveniencia sin alérgenos".
Habrá que dominar el arte de leer las etiquetas de los productos. La FDA exige que los ocho principales alérgenos alimentarios (leche, huevos, trigo, soja, cacahuetes, frutos secos, pescado y marisco) se indiquen en las etiquetas de los productos y los ingredientes. Pero otros ingredientes menores pueden no aparecer en el envase. Si tiene dudas sobre algo que su hijo puede comer, debe llamar al fabricante antes de servirlo.
"Siempre existe el riesgo de que haya ingredientes ocultos", dice Bahna. "El etiquetado no siempre es completo, ni claro".
Preparar las comidas y los tentempiés en casa te da más control sobre lo que contienen los alimentos de tus hijos. Hay muchos libros de cocina y sitios web que ofrecen recetas aptas para alérgicos.
Cenar fuera de casa
Si estás en un restaurante, dice Groetch, hazle saber al camarero que tu hijo es alérgico a algún alimento. No se limite a preguntar si un elemento del menú incluye el desencadenante de la alergia de su hijo. Pida hablar con el gerente o el chef que va a preparar la comida, para saber qué contiene y cómo se hace.
"Pide que te preparen la comida con las manos limpias y con superficies, utensilios y equipos de cocina limpios", dice Groetch. "No querrás que la hamburguesa de tu hijo alérgico a la leche se prepare en la misma parrilla que la hamburguesa con queso de otro cliente".
Piensa también en el lugar donde comes, añade. Por ejemplo, si su hijo es alérgico a los cacahuetes, quizá quiera evitar los restaurantes que cocinan con cacahuetes o con salsas de cacahuetes. Si es alérgico al marisco, evite las marisquerías.
En eventos especiales, como las fiestas de cumpleaños, informe al anfitrión sobre las alergias. Asegúrate también de que tu hijo sabe lo que está prohibido.
Prepárate
Ten siempre a mano medicamentos de emergencia. La mayoría de las reacciones a las alergias alimentarias comienzan pronto, entre minutos y un par de horas, tras la exposición a un alimento desencadenante.
Los síntomas pueden incluir:
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Problemas estomacales o intestinales, como vómitos, cólicos, diarrea
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Reacciones cutáneas, como urticaria, hinchazón o eczema
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Problemas respiratorios, como congestión de las vías respiratorias superiores, inflamación de la garganta o sibilancias
En los casos más graves, una alergia alimentaria puede causar anafilaxia, que es una emergencia médica que necesita tratamiento inmediato.
Si crees que tu hijo está teniendo una reacción anafiláctica, llama inmediatamente al 911 y utiliza el autoinyector de epinefrina. No dude en inyectarle, aunque no esté seguro de que se trate de una reacción alérgica. La pluma no le hará daño y podría salvarle la vida. Incluso después de esa inyección, tu hijo tendrá que ir al hospital.