Las alergias al maíz son poco frecuentes en comparación con otras alergias alimentarias. Los expertos de Doctor le informarán sobre los síntomas, las sustituciones y cómo evitar reacciones graves.
Aunque es un alimento común, la alergia al maíz es mucho menos frecuente que las alergias al trigo, los cacahuetes, los frutos secos, la leche, la soja, el pescado, el marisco o los huevos.
Las personas alérgicas al maíz no siempre reaccionan de la misma manera. Algunas reacciones son:
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Urticaria (protuberancias rojas en la piel que pican) o una erupción cutánea
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Náuseas (malestar de estómago), calambres, vómitos, diarrea
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Goteo o congestión nasal
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Estornudos
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Asma (problemas para respirar)
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Anafilaxia, una afección grave que dificulta o impide respirar y puede causar la muerte
Aunque la alergia al maíz es poco frecuente, la reacción es casi inmediata y puede ser grave. Si crees que puedes ser alérgico al maíz, acude a tu médico. Es posible que tenga que acudir a un especialista llamado alergólogo.
Es una alergia al maíz?
Tome notas sobre sus reacciones antes de su cita con el alergólogo. Anote lo que ha comido y lo que ha sucedido, y lleve las notas consigo. El médico te examinará y te hará preguntas sobre tu salud, la de tu familia y las alergias que puedas tener.
Descartará otros problemas de salud que puedan causar el mismo tipo de reacción y, a continuación, realizará una prueba común para las alergias alimentarias denominada prueba de punción cutánea o prueba del rasguño. Te pondrán una gota de una solución con un poco de maíz en el brazo o la espalda. A continuación, te pincharán o rascarán un poco la piel para que una pequeña cantidad de la solución penetre bajo tu piel... La prueba se siente como un rasguño de uña y no duele ni hace sangrar.
Si aparece un bulto en el lugar donde se ha rascado, suele significar que eres alérgico.
Otra forma de hacer la prueba se conoce como dieta de eliminación... Te mantienes alejado del maíz y sus productos durante un par de semanas y ves si los síntomas desaparecen.
Prevención y tratamiento
Si tienes alergia al maíz, aléjate del maíz en la medida de lo posible. Está en los alimentos que esperas, como las magdalenas de maíz y el aceite de maíz. Pero también está en alimentos que podrían sorprenderte. Por ejemplo, puede encontrarse en la carne de charcutería, los cereales, la mermelada, los aperitivos, el pan, el aderezo para ensaladas y las frutas y zumos enlatados. El yogur, el queso y los refrescos también pueden tener formas de maíz. Así que comprueba cuidadosamente las etiquetas de los alimentos.
Puede parecer extraño, pero el maíz está presente en algunas cosas que no son alimentos, como la pasta de dientes, el champú, las vitaminas, el maquillaje, los lápices de colores, la comida para mascotas, la ropa, la pintura y el jabón para lavavajillas.
Dado que puede ser difícil evitar el maíz todo el tiempo, su médico puede darle un antihistamínico como Benadryl para los síntomas leves. También puede sugerirte que lleves siempre contigo un medicamento llamado epinefrina por si tienes una reacción grave. Se administra con una inyección llamada EpiPen.
Estos son algunos consejos para vivir con una alergia al maíz:
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Ten cuidado en los picnics y las fiestas en las que no sepas qué contiene la comida que se sirve. Si te preocupa, lleva tu propia comida.
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Lleva una pulsera de alerta médica que indique que tienes una alergia alimentaria. Puedes comprar una por internet o en una farmacia.
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Si tu hijo es alérgico al maíz, asegúrate de que su colegio o guardería lo sepa.
Una buena forma de evitar el maíz es comprar alimentos frescos (no procesados ni envasados). Escoge frutas, verduras, ganancias enteras, zumos 100% y proteínas magras (pollo o carne). Y ten cuidado con estos productos que pueden tener maíz: polvo de hornear, harina de maíz, aceite de maíz, aceite vegetal, jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, maíz y salvado de maíz.
En lugar de aceite de maíz o vegetal, utiliza aceite de canola. En lugar de jarabe de maíz, endulza con miel, agave o jarabe de caña de azúcar.