Prevención del acné: Estrés, dieta, ejercicio, sueño y más

Para prevenir los brotes, pon en práctica estos hábitos saludables, como controlar el estrés, dormir bien, usar protección solar y no tocarte la cara.

Quieres que tu acné desaparezca cuanto antes. Aparte de los tratamientos que utilices para limpiar tu piel, también puedes tomar medidas para prevenir futuros brotes. Empieza por hacer estos cambios en tu estilo de vida.

Controla el estrés

Lo más importante que puedes hacer en términos de prevenir o minimizar el acné es disminuir el estrés en tu vida, dice la dermatóloga Ivy Lee, MD, de Pasadena Premier Dermatology en California.

La cantidad de aceite (o sebo, como lo llaman los médicos) en la piel está directamente influenciada por el estrés, dice Lee. Cuanto más estrés (físico y emocional) se siente, más altos son los niveles de cortisol en el cuerpo y más activas las glándulas sebáceas de la piel.

Todo lo que se pueda hacer para disminuir el estrés -relajándose, siendo más consciente, centrándose en el bienestar y haciendo ejercicio- disminuye los niveles de cortisol, baja el estrés y reduce el acné, dice Lee.

Dormir bien

Cuando te levantas por la mañana, ¿cómo te sientes? Si la respuesta es otra cosa que descansar, es hora de analizar cuál es el problema. ¿Te acuestas demasiado tarde y te levantas demasiado pronto? ¿O el problema es que su sueño no es reparador?

Si no duermes bien y de forma reparadora, tu cuerpo no se siente descansado y podría poner en marcha esa oleada de cortisol, que podría ponerte en riesgo de sufrir más acné.

La solución es sencilla, pero no siempre es fácil: haz del sueño una prioridad para dar a tu cuerpo el descanso que necesita y a tu acné la oportunidad de curarse. Y, por supuesto, siempre debes desmaquillarte antes de irte a la cama.

Límpiate antes y después de hacer ejercicio

Hacer ejercicio es una gran manera de manejar el estrés. Sólo asegúrate de limpiar tu piel antes y después de los entrenamientos para que no empeore el acné corporal.

Quítate todo el maquillaje antes de empezar. Las toallitas limpiadoras pueden facilitar esta tarea. Busca toallitas que digan que son libres de aceites y no comedogénicas, lo que significa que no obstruyen los poros, sugiere Lee. O simplemente lávate con un limpiador suave y aclara con agua tibia.

Mientras te ejercitas, date palmaditas en la piel con una toalla si está demasiado sudada. Frotarla puede ser irritante.

Cuando termines, dúchate y ponte ropa seca y limpia lo antes posible. Esto ayuda a prevenir los brotes causados por los aceites del sudor que la ropa ha absorbido.

Lava tu equipo de entrenamiento

Lee recomienda lavar tu ropa de entrenamiento al menos dos veces por semana, dependiendo de la dureza de tus entrenamientos. Veo algunos pacientes que no quieren dañar sus costosas prendas de entrenamiento, por lo que las lavan una vez cada dos semanas, dice. Eso no es higiénico y no es bueno para la piel propensa al acné".

Lee prefiere los detergentes hipoalergénicos, sin colorantes ni fragancias, ya que son más suaves para la piel.

Si llevas una cinta para el sudor o la cabeza cuando haces ejercicio, límpiala también. [Si está sucia, puede provocar más acné a lo largo de la línea del cabello, dice Lee. Guarda unas cuantas cintas para la cabeza en tu bolsa del gimnasio y tira las usadas con la ropa sucia. Si llevas un sombrero mientras haces ejercicio, lávalo también a menudo.

Intensifique su dieta

No hay recomendaciones específicas para los cambios en la dieta para ayudar con el acné porque la evidencia todavía está dando sus frutos en este punto, dice Lee. Los datos emergentes sólo muestran que los alimentos con alto índice glucémico, como los carbohidratos procesados y los dulces, pueden estar asociados con el acné, dice Lee.

Algunas investigaciones muestran una débil relación entre la leche de vaca y el acné, pero no es una causa probada.

Suelo decir que lo que es bueno para el corazón también lo es para la piel, afirma Lee. Hay que seguir una dieta equilibrada y rica en antioxidantes. Evita los alimentos con calorías vacías y consume frutas, verduras, cereales integrales y fuentes de proteínas saludables para beneficiar a tu piel y al resto de tu cuerpo.

Limpia tu teléfono

Probablemente ya sepas que tocarte la cara a menudo puede provocar más brotes. Pero, ¿cuándo fue la última vez que limpiaste tu móvil o su funda?

Aunque no hagas llamadas con regularidad, probablemente tus dedos tocan ese dispositivo sucio todo el día y luego tu cara.

Ya sea tu smartphone, el teléfono de la oficina o la carcasa de un teléfono inteligente, éstos pueden estar colonizados de bacterias y pueden estar cubiertos de aceite sólo por el hecho de que tus manos los toquen, dice Lee.

Limpia tu teléfono con un paño de microfibra ligeramente húmedo a diario. Comprueba las recomendaciones de los fabricantes de teléfonos para tu dispositivo específico.

Aplícate crema solar a diario

Tienes que proteger tu piel del daño de los rayos ultravioleta (UV) con un protector solar diario.

Con el acné, quieres normalizar tu piel, que es la principal barrera entre tú y el mundo exterior. Proteger esa barrera implica hidratarla y protegerla del sol. El protector solar es una forma muy eficaz de hacerlo, dice Lee. Suele recomendar a sus pacientes que busquen una fórmula libre de aceites y no comedogénica para que no empeore su acné.

Elige un FPS de 30 o superior que sea de amplio espectro, es decir, que bloquee los rayos UVA y UVB. Muchos de estos protectores solares también ayudan a hidratar la piel para que no se reseque. Cuando la piel está demasiado seca, la piel lo percibe, y entonces envía una señal al cuerpo para que cree más grasa... provocando una espiral negativa en cuanto a la producción de grasa, dice Lee. Aplícate protector solar a diario por la mañana y vuelve a aplicarlo a lo largo del día según sea necesario.

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