Terapia conductual para niños con TDAH

Los médicos recomiendan la terapia conductual como primer tratamiento para los niños con TDAH. El médico lo explica.

Independientemente de la edad de su hijo, los expertos dicen que es el primer paso para controlar con éxito los síntomas del TDAH.

La terapia conductual no es una psicoterapia ni una terapia de juego. Se centra en las acciones, no en las emociones. Puede enseñar a su hijo a convertir la energía negativa y perturbadora en pensamientos y acciones positivas. Y empieza en casa, con usted, el padre.

La terapia conductual tampoco es lo mismo que el coaching para el TDAH o la terapia ocupacional. Los entrenadores para el TDAH pueden ser una adición al equipo de su hijo para ayudarle con objetivos específicos, pero no son terapeutas ni médicos. La terapia ocupacional ayuda a desarrollar habilidades para las tareas diarias.

Cuándo empezar

En general, los médicos recomiendan la terapia conductual tan pronto como su hijo sea diagnosticado con TDAH. Si su hijo es diagnosticado durante la etapa preescolar (4 o 5 años), suele ser el único tratamiento utilizado. Los estudios demuestran que la terapia conductual funciona tan bien como la medicación en los niños pequeños. Si su hijo de preescolar no mejora o tiene síntomas moderados o graves, el médico puede recetarle medicamentos.

La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda la terapia conductual junto con la medicación para los niños de 6 años en adelante. El tratamiento combinado se denomina a veces enfoque multimodal.

Con los niños pequeños, algunos terapeutas utilizan la terapia de juego, que emplea el juego como forma de que el niño hable de sus experiencias y sentimientos. Pero la investigación no ha demostrado que la terapia de juego o la terapia de conversación alivien los síntomas del TDAH en los niños pequeños, según los CDC.

Formación de los padres

Los principales responsables de la terapia conductual son los adultos que educan al niño, a menudo, el padre o los padres. El entrenamiento para padres les enseña las habilidades y enfoques que necesitarán para este trabajo.

El entrenamiento para padres es el único tipo de terapia que los CDC recomiendan para los niños pequeños con TDAH. Los padres suelen tener al menos 8 sesiones con un terapeuta para aprender las estrategias que necesitarán y para proporcionarles apoyo y retroalimentación.

El entrenamiento en el manejo del estrés también puede ser útil para los padres. Puede ayudarle a encontrar formas de mantener la calma cuando se sienta frustrado por los síntomas del TDAH de su hijo.

Otras personas que pasan tiempo con su hijo, como los profesores o los cuidadores, también ayudan. La idea es rodear a tu hijo de personas que fomenten de forma constante y eficaz el comportamiento positivo y desalienten las cosas no tan buenas.

Cómo empezar

Algunos padres eligen un terapeuta conductual para el TDAH, pero no es necesario acudir a un consejero especial. Hay clases de terapia conductual para el TDAH que forman a los padres. Pregunte al médico de su hijo si hay clases disponibles en su zona. A veces aparecen bajo nombres como:

  • Formación en gestión de la conducta para los padres

  • Entrenamiento de manejo conductual para padres

  • Entrenamiento conductual de los padres

  • Entrenamiento de los padres

Durante la clase, un terapeuta le enseña a establecer y cumplir las normas y a responder a los comportamientos del TDAH. Las clases suelen tener lugar una vez a la semana durante unos 3 o 4 meses. Las investigaciones demuestran que este entrenamiento no sólo ayuda a eliminar el comportamiento negativo de tu hijo, sino que os acerca a los dos.

Objetivos del tratamiento

Los niños con TDAH suelen tener problemas para quedarse quietos. Pueden ser impulsivos e inquietos. Eso puede hacer que les cueste prestar atención. También pueden ser perturbadores en las aulas y en casa. La terapia conductual enseña a su hijo habilidades que le ayudarán. Ellas:

  • Reforzar los buenos comportamientos.

  • Limitar las conductas disruptivas

  • Enseñar a un niño a cómo expresar sus sentimientos de forma pacífica

Comienza con tres pasos básicos:

  • Establece un objetivo claro para tu hijo. Sea específico y razonable. Asegúrese de que su hijo entiende lo que debe hacer. Por ejemplo, completar una tarea para una hora determinada.

  • Sea coherente con las recompensas y las consecuencias. Premie siempre a su hijo por mostrar un buen comportamiento. Asegúrese de que conoce la consecuencia de un comportamiento no deseado. Y cúmplala.

  • Utiliza el sistema de recompensas/consecuencias de forma consistente durante toda su infancia. Hacerlo construye un comportamiento positivo.

  • Las técnicas específicas de terapia conductual incluyen:

    • Refuerzo positivo. Premie a su hijo por su buen comportamiento. Ejemplo: Si termina los deberes correctamente y a tiempo, podrá jugar a un videojuego.

    • Economía de fichas. Combina las ideas de recompensa y consecuencia. Los profesores suelen utilizar este método repartiendo cosas como pegatinas de estrellas, pero el mismo principio debería utilizarse también en casa.

    • Coste de respuesta. Un comportamiento no deseado conlleva una pérdida de privilegios o recompensas. Ejemplo: Si no haces los deberes, pierdes el tiempo de ordenador.

    • Tiempo fuera. Esta consecuencia común se utiliza a menudo cuando los preescolares se comportan mal. Ejemplo: Si pegas a tu hermana, debes sentarte en silencio a solas durante unos minutos.

    En la escuela

    Los profesores pueden utilizar palabras para elogiar a tu hijo o proporcionarle objetos tranquilizadores que pueda sostener en silencio mientras sigue prestando atención a la lección. En el caso de los niños mayores, el profesor puede utilizar señales de mano para comunicarse en privado con el niño durante la clase. Otras técnicas en la escuela, llamadas acomodaciones, incluyen:

    • Un lugar diferente para hacer las pruebas y los exámenes

    • Cambiar de sitio el pupitre de su hijo

    • Alargar el tiempo de realización de los exámenes

    • Modificación de las tareas en casa

    • Clases de habilidades sociales, educación especial o un plan de comportamiento

    • Permitir salidas de la válvula de escape (hacer un recado a la biblioteca para el profesor, etc.)

    • Ignorar selectivamente el mal comportamiento

    • Retirar los elementos molestos, como las gomas elásticas u otros materiales de distracción

    Lo que puede esperar

    Utilizada con o sin medicación, la terapia conductual puede ayudar a su hijo a frenar los síntomas de hiperactividad, impulsividad y falta de atención. Puede ayudar a tu hijo a mejorar en la escuela, pero tienes que seguir con ella y ser constante. Recuerde que se necesita tiempo para aprender nuevas habilidades. No esperes cambios inmediatos. Las mejoras en el comportamiento pueden ser lentas al principio. Pero con paciencia, persistencia y trabajo en equipo, debería mejorar.

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