Cómo poner normas a tu hijo

Sigue estos consejos para facilitar el establecimiento de normas con un niño pequeño.

Utiliza estos consejos para decidir y hacer cumplir las normas con tu hijo pequeño.

Establece reglas específicas y razonables

Asegúrate de que tu hijo pequeño puede visualizar y seguir la regla. Debe ser algo que esté a su alcance y que sea específico. Los conceptos abstractos son malas reglas. Ser amable con los demás es demasiado vago. Mejor es no hacer daño a los demás.

Empareja cada regla negativa con una positiva que sirva de modelo de buen comportamiento. Por ejemplo, mantener las manos quietas podría seguir a no hacer daño a otras personas.

Dar prioridad a

Conoce los límites de tu hijo. Un niño pequeño no puede concentrarse en más de un par de reglas a la vez, así que elige las más importantes. Elige reglas orientadas a su seguridad o a la de los demás. A medida que se vaya sintiendo cómodo con esas normas, puedes ir introduciendo otras nuevas.

Este enfoque ayudará a tu propia salud mental y a la salud de tu relación con tu hijo. Elige tus batallas. El mal comportamiento es a veces una llamada de atención, e ignorarla puede ser una táctica útil en sí misma siempre que el mal comportamiento no viole una de las reglas.

Explicar las reglas

Los niños necesitan entender el porqué de las cosas. Habla de la regla mientras la estableces. Por qué es importante? Sé paciente y escucha sus preocupaciones durante la conversación.

También debes aclarar los parámetros de las normas. Por ejemplo, ¿qué tipo de actividades podrían interpretarse como daño? Tu hijo tiene que entender que acciones como morder, pegar o dar patadas están incluidas en la norma de no hacer daño.

Si te encuentras con algo nuevo que debería estar cubierto por la norma, sé claro sobre la norma que estás aplicando. Si tu hijo pellizca a alguien, tendrás que explicarle que pellizcar también cuenta como hacer daño.

Haz que las normas se cumplan de forma coherente

Evite los mensajes contradictorios. Todos deben conocer y hacer cumplir las normas para que tu hijo pequeño no sufra confusión. Informa a todos los cuidadores de lo que está permitido y lo que no, y de las consecuencias que conllevan esas normas.

También tienes que servir de modelo de las normas para tu hijo. Una de las razones por las que la mayoría de los expertos actuales desaprueban los azotes es que transmiten el mensaje de que pegar está bien cuando uno se enfada.

Establecer consecuencias leves

Las consecuencias físicas y verbales duras, como los azotes y los gritos, pueden ser contraproducentes y provocar más mala conducta. También mantienen el foco de atención en el mal comportamiento en lugar de promover el buen comportamiento. En el peor de los casos, pueden tener efectos físicos y mentales duraderos en tu hijo.

En su lugar, pruebe una de las siguientes estrategias:

Deja que experimenten las consecuencias naturales. Mientras no se pongan en peligro, puedes dejar que descubran los efectos de sus acciones. Si te tiran la galleta, no te apresures a sustituirla.

Retén los privilegios. Quítele su juguete favorito o niéguese a permitir que su hijo vea un determinado programa. Establece el castigo como una consecuencia lógica de una norma concreta.

Dale un breve tiempo de espera. La regla general es un minuto por cada año de edad. Los tiempos muertos más largos no aportan ninguna ventaja, y corres el riesgo de que tu hijo se ponga nervioso y desvirtúe el castigo. Acomoda a tu hijo en un área designada para el tiempo fuera que esté libre de distracciones. No le hables ni le prestes atención durante el tiempo fuera.

Premie el buen comportamiento

Al establecer las reglas, es importante modelar y recompensar el buen comportamiento en lugar de centrarse únicamente en el mal comportamiento. Deje que le vean seguir las reglas que ha establecido.

Elogie a su hijo diciéndole exactamente lo que le gusta de su comportamiento en ese momento. Por ejemplo, si guardan sus juguetes, exclame lo bien que lo han hecho para enfatizar el comportamiento deseado.

Ser padre es un trabajo duro, así que hazlo lo mejor que puedas y sigue tus instintos. En general, asegúrate de que las muestras de amor y orgullo superan a las de crítica y castigo.

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