¿Es algo natural? ¿Es fácil? ¿Me dolerán los pezones? ¿Cómo sé si lo estoy haciendo bien? Aprende lo que puedes esperar de la lactancia materna.
La leche materna es fácil de digerir, tiene un alto contenido en nutrientes y puede proteger al bebé de enfermedades e infecciones. La lactancia puede ayudar a tu cuerpo a volver a su estado anterior al embarazo y a reducir el riesgo de cáncer de mama, presión arterial alta, cáncer de ovarios y diabetes de tipo 2.
Pero la lactancia no siempre va como se espera. Hemos preguntado a las madres qué desearían saber antes de empezar. También comparten consejos para que todo vaya mejor.
Al principio, es posible que no sepas qué hacer
La lactancia materna no siempre surge de forma natural. Puede que os lleve tiempo a ti y a tu bebé cogerle el tranquillo. Es posible que tu bebé necesite ayuda para agarrarse al pecho de forma correcta. Puede que tengas que probar diferentes posiciones y ángulos que funcionen para tu bebé y te resulten cómodos a ti.
Antes de tener a mi bebé, creía que mi instinto se pondría en marcha y que sabría qué hacer, dice Stephanie Mantilla, una madre de 36 años de Houston. No podía estar más lejos de la realidad.
Ella no sabía cómo sostener a su bebé en el ángulo correcto, y su bebé no sabía cómo colocar su boca. Fue una lucha para ambos. Pero después de probar diferentes técnicas, encontraron un surco.
Las primeras semanas pueden ser un reto
Puede que al principio tengas ganas de rendirte. Pero muchas mamás descubren que, una vez superado el bache, todo va sobre ruedas.
Cuando empecé a dar el pecho, el dolor era intenso, dice Kim McGraw, madre de tres niñas. Estuvo a punto de abandonar, hasta que recordó el consejo de una amiga.
Me dijo que después de la segunda semana mejoraba, así que le di una semana más. Y, efectivamente, la tercera semana fue un día y una noche diferente. Estoy muy agradecida por no haberme rendido. A partir de ese momento, la experiencia fue fantástica, dice.
Aprender a engancharse es un proceso
Un buen enganche es la clave del éxito de la lactancia. Evita el dolor de pezones y ayuda a la producción de leche. Pero muchos bebés necesitan ayuda para aprender la forma correcta de agarrarse al pecho. Es posible que haya que probar y equivocarse. Y es posible que tú necesites ayuda para saber cuál es la mejor manera de hacerlo.
El dolor suele ser un síntoma de que el bebé no se agarra bien al pecho. Es posible que tengas que cambiar la posición del pezón o sujetar al bebé en un ángulo diferente.
Ojalá me hubieran advertido de que un mal agarre puede causar mucho dolor a la madre, dice Chelsea Roller, de Overland Park, KS. Al principio le dolían los pezones y le sangraban. Entonces se unió a un grupo de apoyo a la lactancia y se dio cuenta de que su bebé no se agarraba bien.
Un asesor de lactancia puede ayudar
Mi mejor consejo es que busques la ayuda de una asesora de lactancia, pronto y con frecuencia, dice Mantilla. Yo tuve una que vino a mi habitación en el hospital. Me mostró cómo ayudar a mi bebé a colocar su boca para que su lengua succionara de forma eficaz y no fuera dolorosa.
Para encontrar una asesora de lactancia, pregunta a tu médico o a otras madres. También puedes consultar en Internet la United States Lactation Consultant Association (USLCA) o la International Lactation Consultant Association (ILCA).
La mayoría de los hospitales cuentan con apoyo a la lactancia. Hazlo, dice Jill Ernst, de Crystal Lake (Illinois). Puede ahorrarte mucho dinero. Y su trabajo son los pechos, así que están acostumbrados. Aunque seas modesta, deja que te ayuden.
Tus pezones pueden doler
Cuando empieces a dar el pecho, es posible que te duelan los pezones.
Prueba la crema para pezones o los protectores de pezones para calmarlos y protegerlos, dice Monica Greco, de Auckland (Nueva Zelanda).
La leche materna puede curar los pezones agrietados y doloridos, dice Tonya Mickelson, de Detroit Lakes, MN. Basta con aplicar un poco y dejar que se seque al aire.
A veces, la lactancia puede provocar la obstrucción de los conductos, una infección mamaria (mastitis) o una infección por hongos. Habla con tu médico o asesor de lactancia si algo no te parece bien.
No te sientas culpable por darle el biberón a tu bebé
Ojalá alguien me hubiera dicho que introdujera el biberón antes, dice Maria Leonard Olsen, autora y abogada de Washington, DC. Con su primer bebé, esperó. Cada vez que ella o una niñera intentaban usar el biberón, el bebé lloraba.
Con el segundo bebé, introdujo el biberón antes de salir del hospital. Esto me dio mucha más flexibilidad y permitió que una cuidadora alimentara a mi hijo más fácilmente cuando yo tenía que estar en el trabajo o en otro lugar, dice.
Está bien complementar con leche artificial
Algunas mamás optan por dar sólo el pecho, pero hay otras opciones.
A algunos bebés les va mejor una combinación de leche materna y de fórmula. A mi primer bebé le costó ganar peso con la lactancia materna, dice Jaime Bliss, una madre de Glastonbury, CT. Después de probar la alimentación complementaria, se hizo más fuerte y la lactancia se hizo más fácil.
Ojalá no hubiera sido tan dura conmigo misma. Habría dado el pecho durante más tiempo y lo habría disfrutado más si me hubiera permitido dar suplementos, dice Kelley Kitley, psicoterapeuta y madre de cuatro hijos en Chicago.
Podrías quedarte embarazada
Cuando das el pecho, puedes dejar de ovular, lo que significa que tienes menos probabilidades de quedarte embarazada. Pero algunas mujeres no dejan de ovular. E incluso si lo haces, puedes volver a empezar y no darte cuenta.
La lactancia no es un método anticonceptivo fiable. Habla con tu médico sobre otras opciones.
Es importante que te cuides
Intenta comer bien, mantenerte hidratada y descansar durante la lactancia. Duerme cuando lo haga tu bebé, dice Gill Davidson, madre y enfermera de salud mental. Busca el apoyo de familiares y amigos.
LaNika Nichelle, de Florence, SC, dice que algo que le hubiera gustado que la gente le dijera era: ¡Come!
Estaba tan preocupada por el aumento de peso debido a los gemelos que no comía como debía, dice. Tenía poca energía y no se sentía bien. Hablé con mi médico y me dijo que tenía que comer más.
Haz lo que funciona para ti y para tu bebé
Hay mucha gente que tiene muchas opiniones, dice Bliss. Es una decisión personal dar o no el pecho y cómo hacerlo.
Utiliza la leche de fórmula si quieres... o no. No pasa nada si amamantas a un bebé durante dos meses y al otro durante dos años.
Lo más importante es que tú y tu bebé estéis sanos, felices y unidos. Hay muchas maneras de conseguirlo, dice Bliss.
Puede ser más gratificante de lo que esperas
Cuando decidí dar el pecho por primera vez, me convencieron los beneficios nutricionales, dice Sabrina Greene, una madre que amamantó a tres hijos.
Lo que no esperaba eran los beneficios emocionales. Me encanta la cercanía y el vínculo afectivo, dice. Si vuelvo a quedarme embarazada, seguiré dando el pecho".
