Existen varios tipos de esta anomalía congénita que afecta a la columna vertebral de los bebés. Descubra más sobre ellos, así como los síntomas, las causas y los tratamientos.
Si un bebé tiene esta afección, durante el desarrollo, el tubo neural (un grupo de células que forman el cerebro y la médula espinal de un bebé) no se cierra del todo, por lo que la columna vertebral que la protege no se forma completamente. Esto puede causar problemas físicos y mentales.
Entre 1.500 y 2.000 bebés de los 4 millones que nacen cada año en EE.UU. tienen espina bífida. Gracias a los avances de la medicina, el 90% de los bebés que tienen este defecto llegan a la edad adulta, y la mayoría llevan una vida plena.
Tipos
Hay tres tipos principales de espina bífida:
Espina bífida oculta (SBO): Es la forma más común y más leve del defecto. Muchas personas ni siquiera saben que la tienen. ("Occulta" significa "escondida" en latín.) En este caso, la médula espinal y los nervios suelen estar bien, pero puede haber un pequeño hueco en la columna. La gente suele descubrir que tiene SBO cuando se hace una radiografía por algún otro motivo. Este tipo de espina bífida no suele causar ningún tipo de discapacidad.
Meningocele: Este tipo de espina bífida, poco frecuente, se produce cuando un saco de líquido cefalorraquídeo (pero no la médula espinal) empuja a través de una abertura en la espalda del bebé. Algunas personas tienen pocos o ningún síntoma, mientras que otras tienen problemas con la vejiga y los intestinos.
Mielomeningocele: Es el tipo más grave de espina bífida. En este caso, el canal espinal del bebé está abierto en uno o varios puntos de la parte baja o media de la espalda, y asoma un saco de líquido. Este saco también contiene parte de la médula espinal y los nervios, y esas partes se dañan.
Síntomas
Con la espina bífida oculta, el signo más evidente puede ser un mechón de pelo o una marca de nacimiento en el lugar del defecto. En el caso del meningocele y el mielomeningocele, se puede ver el saco asomando por la espalda del bebé. En el caso del meningocele, puede haber una fina capa de piel sobre el saco.
En el caso del mielomeningocele, no suele haber ninguna capa de piel y el tejido de la médula espinal queda al descubierto. Otros síntomas asociados van desde...
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Debilidad de los músculos de las piernas (en algunos casos, el bebé no puede moverlas en absoluto)
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Pies de forma inusual, caderas desiguales o columna vertebral curvada (escoliosis)
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Convulsiones
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Problemas con el intestino o la vejiga
Los niños también podrían tener problemas para respirar, tragar o mover la parte superior de los brazos. También pueden tener sobrepeso. Los síntomas dependen mucho del lugar de la columna en el que se encuentre el problema y de los nervios vertebrales afectados.
Causas
Nadie sabe con certeza cuál es la causa de la espina bífida. Los científicos creen que puede ser una combinación del entorno y los antecedentes familiares, o la falta de ácido fólico (un tipo de vitamina B) en el organismo de la madre.
Pero sí sabemos que la enfermedad es más común entre los bebés blancos e hispanos y en las niñas. Además, las mujeres que tienen una diabetes mal controlada o que son obesas pueden tener más probabilidades de tener un hijo con espina bífida.
Diagnóstico
Hay tres pruebas que permiten detectar la espina bífida y otros defectos de nacimiento mientras el bebé está todavía en el útero:
Análisis de sangre: Se analiza una muestra de la sangre de la madre para ver si tiene una determinada proteína que produce el bebé llamada AFP. Si el nivel de AFP es muy alto, podría significar que el bebé tiene espina bífida u otro defecto del tubo neural.
Ecografía: Las ondas sonoras de alta frecuencia rebotan en los tejidos del cuerpo para obtener imágenes en blanco y negro del bebé en un monitor de ordenador. Si tu bebé tiene espina bífida, puedes ver una columna vertebral abierta o un saco que sobresale de la columna.
Amniocentesis: Si el análisis de sangre muestra un nivel elevado de AFP pero la ecografía parece normal, el médico puede recomendar la amniocentesis. En este caso, el médico utiliza una aguja para extraer una pequeña cantidad de líquido del saco amniótico que rodea al bebé. Si hay un nivel elevado de AFP en ese líquido, significa que falta la piel que rodea el saco del bebé y que la AFP se ha filtrado al saco amniótico.
A veces, la espina bífida se diagnostica después del nacimiento del bebé, normalmente si la madre no recibió atención prenatal o la ecografía no mostró nada malo.
El médico probablemente querrá hacer radiografías del cuerpo del bebé y una resonancia magnética, que utiliza imanes potentes y ondas de radio para obtener imágenes más detalladas.
Tratamiento
Los médicos pueden operar a los bebés cuando tienen pocos días de vida o incluso cuando todavía están en el útero. Si el bebé tiene meningocele, entre 24 y 48 horas después del nacimiento, el cirujano volverá a colocar la membrana que rodea la médula espinal en su sitio y cerrará la abertura.
Si el bebé tiene mielomeningocele, el cirujano volverá a colocar el tejido y la médula espinal dentro del cuerpo del bebé y lo cubrirá con piel. A veces, el cirujano también coloca un tubo hueco en el cerebro del bebé, llamado derivación, para evitar que se acumule agua en el cerebro (lo que se denomina hidrocefalia). Esto también se hace entre 24 y 48 horas después del nacimiento del bebé.
A veces, la cirugía puede realizarse mientras el bebé está todavía en el útero. Antes de la semana 26 de embarazo, el cirujano entra en el útero de la madre y cose la abertura sobre la médula espinal del bebé. Los niños que se someten a este tipo de cirugía parecen tener menos defectos de nacimiento. Pero es un riesgo para la madre y hace más probable que el bebé nazca antes de tiempo.
Después de estas operaciones, pueden ser necesarias otras para corregir problemas en los pies, las caderas o la columna vertebral, o para sustituir la derivación en el cerebro. Entre el 20% y el 50% de los niños con mielomeningocele pueden tener también algo llamado anclaje progresivo, que es cuando sus médulas espinales se fijan al canal espinal. (Normalmente, la parte inferior de la médula espinal flota libremente en el canal espinal.) A medida que el niño crece, la médula espinal se estira, y eso provoca una pérdida de músculo y problemas de intestino o vejiga. También puede ser necesaria una intervención quirúrgica para solucionarlo.
Algunas personas con espina bífida necesitan muletas, aparatos ortopédicos o sillas de ruedas para moverse, y otras necesitan una sonda para ayudarles con sus problemas de vejiga.
Prevención
Los estudios han demostrado que tomar un multivitamínico con ácido fólico puede prevenir la espina bífida y reducir las probabilidades de que tu bebé tenga éste y otros defectos de nacimiento. Toda mujer embarazada o que intente quedarse embarazada debe tomar 400 microgramos al día. Si tiene espina bífida, o tiene un hijo con espina bífida, debe tomar 4.000 microgramos al día al menos un mes antes de quedarse embarazada y durante los primeros meses.
El ácido fólico también se encuentra en las verduras de color verde oscuro, las yemas de huevo y algunos panes, pastas, arroz y cereales de desayuno enriquecidos.
