Correr durante el embarazo: ¿Es seguro?

Descubre si se ha demostrado que es seguro correr durante el embarazo, así como las preocupaciones más comunes al respecto.

Sin embargo, hay algunas condiciones que hacen que no sea seguro hacer ejercicio durante el embarazo. Entre ellas están las hemorragias, la preeclampsia, la anemia grave, algunos tipos de enfermedades cardíacas y pulmonares y los problemas de placenta. Si va a tener un parto múltiple y corre el riesgo de sufrir un parto prematuro, los médicos no recomiendan el ejercicio. Es importante que hable con su profesional sanitario antes de iniciar cualquier programa de ejercicio durante el embarazo.

Beneficios del ejercicio durante el embarazo

Menos aumento de peso. Un estudio realizado con 39 mujeres que continuaron haciendo ejercicio durante el embarazo descubrió que ganaron menos peso y grasa, y tuvieron un menor riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.

Un parto más fácil. Las embarazadas que hacen ejercicio tienden a tener partos más fáciles y rápidos, así como una recuperación más rápida.

Menor riesgo de complicaciones. El ejercicio también puede disminuir el riesgo de complicaciones en el embarazo, como la preeclampsia, y reducir la probabilidad de necesitar una cesárea. Los estudios han descubierto que la diabetes gestacional es menos frecuente entre las mujeres que hacen ejercicio con regularidad.

Bienestar mental. Se ha comprobado que el ejercicio durante el embarazo disminuye la probabilidad de depresión en un 67%. El ejercicio puede aumentar sus niveles de energía y su estado de ánimo.

Desarrollo del cerebro del bebé. Los investigadores han descubierto que el ejercicio durante el embarazo puede potenciar el desarrollo del cerebro del bebé. Un estudio sobre la actividad cerebral de los recién nacidos descubrió que aquellos cuyas madres hacían ejercicio regularmente durante el embarazo tenían cerebros que se desarrollaban más rápidamente que los de las madres sedentarias.

Riesgos de correr durante el embarazo

Si no corrías antes del embarazo, los médicos recomiendan que no empieces ahora. No obstante, puedes probar a iniciar un programa de ejercicios, como caminar, pero empieza poco a poco.

Desequilibrio. Tu centro de gravedad cambia con el embarazo, gracias al peso extra que hay delante de tu cuerpo. Por eso, ten más cuidado cuando corras por superficies irregulares o empinadas o por terrenos accidentados, ya que tus articulaciones están más sueltas y son más propensas a lesionarse.

Más dolores y molestias. Algunas mujeres embarazadas sienten dolor alrededor de la pelvis o el abdomen, lo que se denomina dolor de ligamentos redondos. Esto se debe a los ligamentos redondos que ayudan a sostener el útero. Puede ser más doloroso durante el ejercicio vigoroso.

Cómo correr con seguridad durante el embarazo

Revisa tu calzado. Durante el embarazo, tus articulaciones, como las de los tobillos y los pies, corren más riesgo de lesionarse. Asegúrate de que tus zapatillas para correr te sirven de apoyo. Puede que necesites comprar una talla más si tus pies se han hinchado o aplanado.

Más apoyo. Tus pechos cambian a medida que avanza el embarazo, así que comprueba que tu sujetador deportivo se adapta a ellos. Algunas mujeres consideran que una banda de sujeción para embarazadas puede ayudarles a aliviar el dolor lumbar mientras corren.

Bebe mucha agua. Ya tienes que hacer más pausas para ir al baño debido a la mayor presión sobre la vejiga, y puedes tener la tentación de beber menos cuando corres. Sin embargo, las mujeres embarazadas necesitan de 8 a 12 vasos al día. El agua es necesaria para el líquido amniótico, el aumento del volumen sanguíneo, la digestión y la eliminación de residuos...

Escucha a tu cuerpo. El embarazo no es el momento de intentar conseguir una marca personal. Tu cuerpo ya está trabajando más que nunca. En su lugar, haz descansos, baja el ritmo o añade días de recuperación adicionales. Debido a las hormonas, la fatiga es un síntoma común al principio del embarazo. No te presiones ni esperes que tu nivel de forma física siga siendo el mismo que antes del embarazo.

Sepa cuándo debe parar. Puede ser difícil correr en el primer trimestre debido a las náuseas y la fatiga. En el segundo trimestre, muchas mujeres se dan cuenta de que recuperan la energía y las náuseas desaparecen. La mayoría de las mujeres dejan de correr en el tercer trimestre porque les resulta incómodo. Incluso las corredoras de competición reducen su entrenamiento durante el embarazo. Un estudio realizado con 110 corredoras de competición de larga distancia reveló que sólo el 31% corría durante el tercer trimestre. De media, redujeron la intensidad del entrenamiento a la mitad.

Señales de advertencia. Ten en cuenta algunas señales de advertencia cuando hagas ejercicio. Estas incluyen:

  • Sangrado, salida de líquido de la vagina.

  • Contracciones regulares y dolorosas del útero

  • Dolor de cabeza

  • Dolor en el pecho

  • Sensación de desmayo o mareo

  • Dolor o hinchazón en la pantorrilla

  • Debilidad muscular que afecta al equilibrio

  • Dificultad para respirar antes de comenzar cualquier ejercicio?

Si experimenta alguno de estos síntomas, deje de hacer ejercicio y hable con su médico.

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