Un resumen de los síntomas graves en los bebés, como la respiración forzada, la fiebre, la deshidratación y otros.
Ser padre o madre por primera vez es increíble, pero también puede dar miedo, sobre todo la primera vez que el bebé se pone enfermo.
Puede ser tentador pulsar el botón del pánico ante cada pequeña tos o sarpullido. ¿Cómo saber qué es grave, qué es sólo nerviosismo de padres primerizos y qué puede esperar hasta la próxima revisión del bebé?
Aquí tienes seis síntomas graves en los bebés que nunca debes ignorar.
1. Labios azules (cianosis)
Si los labios de tu bebé se vuelven azules, o las membranas mucosas de su boca o lengua se vuelven azules, es una señal de que no está recibiendo suficiente oxígeno, dice la doctora Carrie Drazba, pediatra del Centro Médico de la Universidad Rush de Chicago. Esta condición se conoce como cianosis.
Qué hay que hacer?
Si tu bebé se pone azul, llamar al 911 es muy apropiado, dice Drazba.
2. Respiración forzada
Todos los bebés gruñen y gimen de vez en cuando. Pero si su respiración es consistentemente dura y rápida, y puedes ver que están usando los músculos del pecho más de lo que deberían y que sus fosas nasales se ensanchan, puede ser un signo de dificultad respiratoria, dice la doctora Jadene Wong, instructora clínica de pediatría en el Lucille Packard Childrens Hospital de la Universidad de Stanford en Palo Alto, California.
¿Qué debe hacer?
Llama inmediatamente a tu pediatra y, si es fuera de horario, considera la posibilidad de acudir a urgencias, dice Wong.
3. Fiebre de más de 100,4 F o 38 C (en recién nacidos)
Si tu bebé tiene menos de tres meses y tiene una temperatura rectal superior a 100,4 F, llama a tu pediatra, dice Drazba. La fiebre en un recién nacido es muy inespecífica. Puede ser cualquier cosa, desde un resfriado hasta una meningitis, y tratamos la fiebre más seriamente en los recién nacidos, dice.
¿Qué hay que hacer?
Toma siempre la temperatura del recién nacido por vía rectal, ya que otras formas no son tan precisas en los recién nacidos, dice Drazba.
Llame a su médico si su recién nacido tiene fiebre.
Un recién nacido puede ser ingresado en el hospital para someterse a una batería de pruebas, incluida una punción lumbar para evaluar la causa de la fiebre, y puede necesitar antibióticos, dice Drazba. La fiebre no siempre es grave en los niños mayores con sistemas inmunitarios más desarrollados.
4. Empeoramiento de la ictericia (coloración amarilla de la piel).
Si su recién nacido está cada vez más amarillo después del nacimiento, puede tener una ictericia que empeora.
No toda la ictericia es peligrosa, dice Wong. Algunas son normales y desaparecen por sí solas, pero si aumentan en lugar de desaparecer, pueden necesitar una evaluación.
La bilirrubina es producida por el hígado. El hígado del bebé es como un horno: tarda en ponerse en marcha, pero una vez que lo hace, está bien, dice Wong. Cuando nacen, si su hígado no está al día, la bilirrubina puede acumularse en el cuerpo y hacer que la piel adquiera un color amarillento".
Si los niveles de bilirrubina se disparan, pueden afectar al cerebro, provocando convulsiones y daños permanentes.
¿Qué debe hacer?
La mayoría de los médicos recomendarán alimentar al bebé con más frecuencia, para que se deshaga del exceso de bilirrubina en sus heces.
El siguiente paso es colocar al bebé bajo luces ultravioletas (UV) (fototerapia) para aumentar la descomposición de la bilirrubina. Si aumenta, pueden ser necesarias transfusiones de sangre, dice Wong.
Wong señala que la atención domiciliaria o la fototerapia suelen ser suficientes para reducir la bilirrubina a un nivel en el que el organismo del bebé pueda eliminarla por sí mismo.
5. Deshidratación
Si tu bebé no moja los pañales, nos preocupa la deshidratación, dice Wong. Nos gusta ver un pañal por cada día de vida hasta los seis días de edad, y luego seis pañales mojados al día en adelante.
Como mínimo, eso significa dos pañales para los niños de dos días, tres pañales para los de tres días, y así sucesivamente.
Otros signos de deshidratación grave pueden ser sequedad de boca, ojos hundidos y letargo.
¿Qué debe hacer?
Llama al pediatra para que te aconseje lo antes posible, dice Wong. Es posible que el médico recomiende alimentar al bebé con leche materna o de fórmula. En realidad, no es bueno dar agua al bebé en estas situaciones, señala Wong, porque puede hacer que los niveles de sodio desciendan, y esto puede provocar convulsiones.
6. Vomitar bilis de color verde brillante
Los niños vomitan. En gran cantidad. Vomitan por toser demasiado, llorar demasiado, comer demasiado y por esos omnipresentes bichos del estómago.
Sin embargo, si vomitan bilis verdosa, es algo serio, dice Wong. Los vómitos con aspecto de posos de café oscuros también pueden ser graves.
La bilis verde puede indicar que los intestinos están bloqueados, lo que requiere atención inmediata. El vómito con aspecto de posos de café puede ser un signo de hemorragia interna. Los vómitos después de una lesión en la cabeza también requerirán una evaluación porque pueden ser un signo de una conmoción cerebral o de una hemorragia dentro del cráneo.Las lesiones en la cabeza, con o sin vómitos, deben ser evaluadas por un médico.
¿Qué debe hacer?
Los vómitos de color biliar verdoso o sanguíneo deben ser evaluados por el pediatra inmediatamente.
Las lesiones en la cabeza, con o sin vómitos, deben ser evaluadas por un médico. Llama inmediatamente al pediatra y sigue sus consejos, dice Wong.
En general, siempre es mejor prevenir que curar. En caso de duda, confía siempre en tu instinto y llama a tu pediatra.