TDAH: Hábitos que ayudan, hábitos que perjudican

Cómo mantenerse concentrado, productivo y motivado cuando se tiene TDAH.

Hazlo: Conócete a ti mismo.

Piensa en cuándo y dónde haces tu mejor trabajo. Estás más alerta y con más energía a primera hora de la mañana o justo después de comer? El ruido de fondo te distrae o te ayuda a concentrarte? Tener un compañero te ayuda a mantenerte motivado, o otra persona te dificulta la concentración? Haz lo posible por eliminar las distracciones: Consigue unos auriculares con cancelación de ruido, despeja tu escritorio y no consultes las redes sociales con demasiada frecuencia.

No lo hagas: Poner las expectativas demasiado altas.

Muchas personas que tienen TDAH son perfeccionistas, pero no es necesario que todos los trabajos se hagan a la perfección. Si te empeñas en hacer las cosas bien, es fácil que te quedes atascado. Cuando sea posible, permítete hacer un trabajo suficientemente bueno y sigue adelante.

Hazlo: Aprende a decir que no.

No es necesario que digas que sí a todo lo que se te presenta. Cuanto más asumas, más difícil puede ser hacerlo todo bien. Si estableces prioridades y reduces tus tareas a las imprescindibles, podrás eliminar el desorden mental y centrarte en lo importante.

Hazlo: Date un tiempo extra.

Algunas tareas van a llevar más tiempo. Tanto si se trata de planificar el presupuesto, como de rellenar el papeleo de la escuela o de estudiar para una certificación profesional, no intentes apresurarte o dejarlo para el último momento. En su lugar, trabaja hacia atrás desde la fecha límite y date tiempo suficiente para terminar.

Hazlo: Haz las cosas paso a paso.

Puede ser difícil hacer un gran cambio o empezar un gran proyecto, pero a veces tachar una cosa de tu lista de tareas puede darte un impulso para seguir adelante. Divide una tarea grande en trozos más pequeños y factibles. ¿Quieres comer más sano? Prueba una nueva receta cada semana. ¿Estás decidido a organizar los archivos de tu oficina? Limpia un cajón por noche.

Hazlo: Haz uso de planificadores y apps.

Llevar la cuenta de las citas y las tareas pendientes en la cabeza es difícil. Tanto si te gustan los calendarios y las listas digitales como el método del papel y el bolígrafo, hay herramientas que te ayudan a mantenerte organizado y al tanto de los plazos. Puede ser útil reservar un tiempo al principio de cada día y de cada semana para actualizar tu calendario, organizar tu agenda y establecer prioridades.

No lo hagas: Espere a sentirse motivado.

En lugar de esperar a que te llegue la inspiración, ponte en marcha. Fija un temporizador para el tiempo que creas que vas a estar concentrado, aunque solo sean 15 minutos, y dedica ese tiempo a trabajar para conseguir tu objetivo. Puede que descubras que una vez que te pongas en marcha, serás capaz de seguir adelante.

No lo hagas: Quedar atrapado en un pensamiento negativo.

Esto puede hacer que te sientas más ansioso y desesperado respecto a tus objetivos. Cuando te sorprendas a ti mismo pensando cosas como Nunca podré hacer esto o No puedo terminar nada, intenta hacer un contraargumento: Puedo conseguirlo si trabajo de forma inteligente o he terminado proyectos antes, y puedo terminar éste también. Puede parecer una tontería al principio, pero puede restar fuerza a esas afirmaciones negativas.

Hazlo: Piensa en tu recompensa.

A veces, terminar una tarea da sus frutos enseguida (remienda tu camisa favorita y podrás volver a ponértela), mientras que otras veces tu recompensa puede parecer más lejana (haz un curso profesional ahora y podrías conseguir un ascenso el año que viene). Si te cuesta seguir adelante, intenta visualizar el resultado que quieres como si ya hubiera ocurrido. En este caso, piensa en cómo un ascenso podría ayudarte a alcanzar tus objetivos profesionales y qué podrías hacer con el dinero extra que ganarías.

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