Diagnóstico del TDA / TDAH: cómo evalúan los médicos a niños y adultos

El médico explica cómo se diagnostica el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños y adultos.

Diagnóstico del TDAH en los niños

Los profesionales de la salud, como pediatras, psiquiatras y psicólogos infantiles, pueden diagnosticar el TDAH con la ayuda de las directrices estándar de la Academia Americana de Pediatría o del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría.

También puede encontrar un profesional especializado en el diagnóstico del TDAH a través de su plan de salud, el profesor o el consejero escolar de su hijo, otros padres de niños con TDAH u organizaciones sin ánimo de lucro como Children and Adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder (CHADD).

El diagnóstico implica la recopilación de información de varias fuentes, como las escuelas, los cuidadores y los padres. El profesional de la salud tendrá en cuenta cómo se compara el comportamiento del niño con el de otros niños de su misma edad, y puede utilizar escalas de valoración estandarizadas para documentar estos comportamientos.

Algunos síntomas que sugieren el TDAH en los niños son la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad. Muchos niños con TDAH:

  • Están en constante movimiento

  • Se retuercen y se agitan

  • Cometer errores por descuido

  • Pierden a menudo cosas (por ejemplo, material escolar, lápices, libros, herramientas, carteras, llaves, papeles, gafas, teléfonos móviles)

  • Parece que no escuchan

  • Se distraen con facilidad

  • No terminan las tareas

  • Suelen abandonar su asiento en situaciones en las que se espera que permanezcan sentados

  • A menudo corretear o trepar en situaciones en las que no es apropiado (los adolescentes o adultos pueden limitarse a sentirse inquietos)

  • No pueden jugar o participar en actividades de ocio tranquilamente

  • Hablar en exceso

  • Soltar una respuesta antes de que se haya completado una pregunta

  • Tienen problemas para esperar su turno

  • Interrumpir o entrometerse en los demás (por ejemplo, entrometerse en conversaciones o juegos)

  • Tienen problemas para organizar las tareas y actividades

  • Olvidan las actividades diarias

Para diagnosticar el TDAH, su hijo debe someterse a un examen físico completo, que incluya pruebas de visión y audición. Además, la FDA ha aprobado el uso del Sistema de Evaluación Neuropsiquiátrica Basada en EEG (NEBA), una exploración no invasiva que mide las ondas cerebrales theta y beta. Se ha demostrado que la relación theta/beta es mayor en los niños y adolescentes con TDAH que en los que no lo padecen. El escáner, aprobado para su uso en niños de 6 a 17 años, se utiliza como parte de un examen médico y psicológico completo.

La evaluación también puede incluir una entrevista con usted, los profesores de su hijo y cualquier otro adulto que forme parte de la vida de su hijo. El evaluador puede pedirles a cada uno de ustedes que rellenen formularios estandarizados, conocidos como escalas de calificación de la conducta, para calificar diferentes aspectos del comportamiento de su hijo. Estas escalas también pueden utilizarse posteriormente para seguir el progreso del tratamiento.

El profesional de la salud debe elaborar un historial médico completo para comprobar si existen otras afecciones que puedan afectar al comportamiento del niño. Algunas condiciones que podrían imitar el TDAH o causar los comportamientos similares al TDAH son:

  • Cambios vitales importantes recientes (como un divorcio, una muerte en la familia o una mudanza reciente)

  • Convulsiones no detectadas

  • Problemas de tiroides

  • Problemas de sueño

  • Ansiedad

  • Depresión

  • Toxicidad del plomo

Aunque muchos niños muestran algunos de los comportamientos del TDAH, no necesariamente tienen el trastorno. Un diagnóstico de TDAH requiere que estos comportamientos hayan sido persistentes durante al menos 6 meses, que algunos síntomas hayan comenzado antes de los 12 años, que los síntomas estén presentes en dos o más entornos (como la escuela y el hogar) y que afecten significativamente al niño en al menos dos lugares (vida social, escuela, etc.).

Diagnóstico del TDAH en los adultos

No es fácil para un profesional de la salud diagnosticar el TDAH en un adulto. A veces, un adulto reconocerá los síntomas del TDAH en sí mismo cuando su hijo sea diagnosticado. Otras veces, buscarán ayuda profesional para sí mismos y descubrirán que su depresión, ansiedad u otros síntomas están relacionados con el TDAH.

Además de los síntomas de falta de atención e impulsividad, los adultos con TDAH pueden tener otros problemas, como:

  • Retrasos y olvidos crónicos

  • Ansiedad

  • Poca capacidad de organización

  • Baja autoestima

  • Problemas de empleo

  • Poco temperamento

  • Dificultad para terminar una tarea

  • Respuesta irreflexiva e inmediata; dificultad para controlar el comportamiento

  • Inquietud

Si estas dificultades no se gestionan adecuadamente, pueden causar problemas emocionales, sociales, laborales y académicos en los adultos.

Para ser diagnosticado con TDAH, un adulto debe tener síntomas persistentes y actuales que se remontan a la infancia. Los síntomas del TDAH continúan como problemas en la edad adulta para hasta la mitad de los niños con TDAH. Para un diagnóstico preciso, se recomienda lo siguiente:

  • Una historia del comportamiento del adulto cuando era niño

  • Una entrevista con el compañero de vida del adulto, su padre o madre, un amigo íntimo u otro allegado

  • Un examen físico completo que puede incluir pruebas neurológicas

  • Pruebas psicológicas

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