Cuando son demasiado mayores para el tiempo muerto

Gina Shaw, disciplina infantil, disciplina adolescente, disciplina en edad escolar

Cuando los niños son pequeños, muchos padres aprenden a confiar en una lista simple y corta de estrategias disciplinarias: redirigir, distraer, tiempo fuera (o "tiempo dentro"). Pero a medida que los niños crecen y cambian, su caja de herramientas disciplinarias debe crecer con ellos.

Con los niños mayores, no hay una "consecuencia" general que se pueda utilizar para los problemas de comportamiento", dice Amy McCready, fundadora de Positive Parenting Solutions. "Hay que ver el comportamiento o el problema específico y luego averiguar qué tiene más sentido para resolverlo. A veces la solución es una 'consecuencia', pero la mayoría de las veces no lo es. Porque estarán fuera de tu casa antes de lo que crees, y si todo a lo que han estado expuestos es a las 'consecuencias', no van a ser capaces de resolver los problemas por sí mismos."

Prueba estas tácticas:

Reserva tiempo de calidad. Los padres tienden a pensar que los niños pequeños necesitan más atención, pero los preadolescentes y los adolescentes necesitan lo que McCready llama su "cesta de atención" llena a diario. "Los niños mayores están más ocupados y pasamos menos tiempo con ellos", dice. "Pero el tiempo que pasamos juntos tiene una relación directa con el comportamiento. Si dedicas 10 minutos a estar totalmente presente con tu hijo, lo recuperarás multiplicado por diez en buen comportamiento."

Defina los aspectos no negociables. ¿Qué normas o comportamientos son los más importantes para ti? Elija cinco cosas importantes, y deje claro a sus hijos cuáles son las reglas - y las consecuencias de romperlas. "Por ejemplo, puede tener una regla que diga que los videojuegos son sólo para ciertos momentos: el fin de semana o después de hacer los deberes", dice McCready. "Si el niño no respeta esa regla, pierde los privilegios de los videojuegos durante la semana siguiente".

Profundice. ¿Y si su hijo dice: "No voy a hacer los deberes y no puede obligarme"? Tiene razón: es una lucha de poder que no puedes ganar. En su lugar, intente llegar al problema de fondo. ¿Tiene problemas con las fracciones? ¿Necesita un espacio diferente para hacer los deberes?

Utilice "cuando, entonces". Podría decirle a su hijo: "No habrá televisión hasta que termines los deberes". O podría decir: "Cuando termines los deberes, puedes ver la tele hasta la cena". ¿Cuál cree que tendrá una mejor reacción?

Celebra reuniones familiares. Empezad con algo divertido, como un juego de mesa o un paseo en bicicleta, y luego hablad de las cosas que tenéis que resolver. Habladlo en familia y deja que tus hijos ayuden a encontrar soluciones.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Q:

"Mi hija rara vez tenía rabietas. De repente, con casi 8 años, tiene muchos más arrebatos emocionales y reacciona intensamente ante cosas pequeñas. Qué puedo hacer?" -- Jennifer Metzger, Montclair, Nueva Jersey.

A:

Este tipo de crisis en un niño mayor pueden ser los primeros signos de la mayor sensibilidad emocional de la adolescencia. Pruebe estas estrategias:

Lleve un diario de su estado de ánimo. Registra cuándo se producen las crisis y busca patrones y cosas que les estresen.

Inicie una "conversación paralela". Los niños suelen estar más dispuestos a abrirse cuando están haciendo otra cosa con usted, como pasear al perro, montar en el coche o ayudar a cocinar.

Utiliza el "me doy cuenta" en lugar del "¿por qué? Las preguntas directas sobre su comportamiento pueden hacer que los niños reaccionen a la defensiva o con vergüenza.

-Lisa Dungate, PsyD, psicóloga y asesora de niños y familias, Saratoga Springs, N.Y.

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