Gestión de la agresividad en los niños

Instrucciones probadas paso a paso para controlar la agresividad en los niños.

Los niños de entre 18 meses y 4 años empiezan a querer hacer cosas por sí mismos. Pero sus capacidades no siempre se corresponden con sus deseos, y el resultado es la frustración. Su agresividad suele provenir principalmente de esa frustración.

La buena noticia es que el comportamiento agresivo suele empezar a disminuir a medida que los niños desarrollan sus habilidades lingüísticas y aprenden a expresarse mejor. Mientras tanto, hay medidas que puedes tomar para ayudar a controlar y reducir el comportamiento agresivo de los niños.

Concéntrese en su relación

Cuando se trata de un niño agresivo, puede ser difícil mantener la calma. Esto puede hacer que los niños con problemas de comportamiento queden atrapados en un bucle. Su comportamiento frustra a sus cuidadores, que entonces se enfadan con ellos, lo que provoca más problemas de comportamiento. Puede parecer que siempre estás castigando a tu hijo.

En lugar de ello, intenta centrar la mayor parte de tus tácticas disciplinarias en los comportamientos agresivos y antisociales, como causar lesiones o daños a la propiedad. Los estudios demuestran que ignorar este tipo de comportamientos puede hacer que se intensifiquen. Aunque decida pasar por alto otros tipos de mal comportamiento para mantener una relación positiva, no debe pasar por alto el comportamiento agresivo ni ceder a las rabietas.

Ayude a su hijo a afrontar la agresividad

Hasta que su hijo sea lo suficientemente mayor como para autorregularse, necesitará su ayuda para prevenir y reducir sus tendencias agresivas. He aquí algunas medidas que puedes tomar para ayudar a tu hijo:

  • Céntrese en el buen comportamiento. Siempre que su hijo se comporte adecuadamente, aliéntelo, o al menos hágale saber que se ha dado cuenta. No es necesario que le des una golosina por portarse bien, pero el estímulo puede contribuir en gran medida a reforzar el comportamiento que quieres ver...

  • Mantén la calma. Aunque puede ser difícil, mantener la calma ante las emociones desbordadas de tu hijo te ayudará a difuminarlas. También evitará que entre en el ciclo mencionado anteriormente.

  • Nombra las emociones. Puedes ayudar a tu hijo a aprender a expresar sus emociones de forma adecuada nombrándolas. Esto valida lo que tu hijo siente y le anima a expresarse hablando en lugar de portarse mal.

  • Identifique los factores desencadenantes. Fíjese en los momentos en los que su hijo es más propenso a arremeter y trate de evitarlos. Avise a su hijo con suficiente antelación antes de las transiciones que puedan alterarle...

  • Establezca objetivos. Trabaje con su hijo para establecer objetivos y recompensas por un comportamiento adecuado. Pero no se centre en recompensas económicas o materiales. En su lugar, ofrézcale una recompensa como elegir la película para la noche de cine o ir a una excursión especial con uno de los padres.

Causas de la agresividad en los niños

Más allá del desarrollo normal del niño, hay cuestiones subyacentes que pueden causar la agresión en los niños, sobre todo una vez que los niños tienen edad suficiente para expresarse verbalmente. Algunos de ellos son:?

  • Trastornos del estado de ánimo como el trastorno bipolar

  • Psicosis como la esquizofrenia

  • Frustración, especialmente en niños con trastornos cognitivos o de la comunicación como el autismo

  • Impulsividad, que puede darse en niños con TDAH

  • Trastorno de la conducta, que se caracteriza por la agresividad

  • Trauma, que puede ser causado por circunstancias externas

  • Lesiones, como daños en el lóbulo frontal del cerebro o ciertos tipos de epilepsia?

Si sabes que tu hijo tiene alguno de estos problemas, tendrás que ser más paciente con él. Estos problemas están fuera de su control, y puede dañar su relación si sienten que están siendo disciplinados o castigados injustamente.

Cuándo buscar ayuda

Si la agresividad de tu hijo no parece estar relacionada con una etapa del desarrollo y dura más de unas semanas, debes llamar a tu pediatra. También deberías buscar ayuda si no puedes hacer frente al comportamiento por ti mismo. Algunas otras señales de advertencia de que su hijo puede necesitar ayuda son:?

  • Causar lesiones físicas a sí mismo o a otros, incluyendo marcas de mordeduras y moretones

  • Atacarte a ti o a otros adultos

  • Teme por la seguridad de quienes rodean a su hijo

  • Que le envíen a casa o le prohíban ir al colegio o jugar con sus amigos

La señal de alarma más importante es la frecuencia de los incidentes. Algunos niños que tienen problemas como el trastorno de conducta pueden pasar una semana o más sin estallidos, pero rara vez pueden pasar hasta un mes. Existen métodos eficaces que pueden ayudar a desalentar el mal comportamiento y recompensar el buen comportamiento en los niños con trastornos subyacentes. Pueden ser eficaces en casa y en otros entornos. Aunque pueden tardar en funcionar, estos programas son más eficaces si se inician cuando el trastorno aún está en desarrollo.

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