Quieres desestresarte y recargarte sin encender la televisión? el doctor te muestra formas divertidas y saludables de relajarte con tu familia.
1/9
¿Un día difícil? Da un paseo en familia. Estar al aire libre en la naturaleza puede ayudar a todos a relajarse. Explica a tus hijos que relajarse no sólo es bueno, sino que también puede ayudarnos a estar más sanos. Cuando estamos estresados, somos más propensos a tomar decisiones poco saludables, como elegir comida basura o decidir hacer dieta en lugar de hacer actividad física. Desconectar nos ayuda a despejar la mente y nos da la energía y la concentración necesarias para tomar buenas decisiones.
Juega a un juego
2/9
Reserva una noche a la semana para jugar en familia. Es tentador lidiar con el estrés poniéndose frente al televisor con una bolsa de patatas fritas, pero enseña a tus hijos que hay formas mucho mejores de relajarse. Elige por turnos los juegos que vas a jugar y establece unas reglas divertidas y absurdas para que los niños -y los padres- se levanten y se muevan. -- que se levanten y se muevan. Por ejemplo, si caes en el verde, levántate y actúa como una gallina.
Prueba el yoga
3/9
Los estiramientos pueden relajar los músculos tensos, y las posturas inspiradas en animales, como la del perro hacia abajo y la de la cobra, pueden hacer reír a los niños. No sientas que tienes que ir a una clase para probarlo en familia. Busca un DVD de yoga sólo para niños o familias, y asegúrate de que todos lleven ropa cómoda.
Sé creativo
4/9
Para una actividad relajante, deja salir a los artistas que llevas dentro. Cubre el suelo de la cocina con capas de periódicos y pinta dibujos justo en los papeles, o haz miniesculturas con arcilla. Coged papel y lápices y dibujad en cuadernos los bocetos de los demás. Saca la tiza de la acera y crea obras maestras en la puerta de tu casa. La diversión creativa es una forma estupenda de relajarse y aliviar el estrés.
Respira profundamente
5/9
Puede derretir el estrés y relajar los músculos tensos. Haz que todos se sienten cómodamente, con los ojos cerrados, mientras los entrenas:
-
Inspira profundamente y despacio por la nariz. Ves cómo se te levanta el vientre?
-
Aguanta la respiración. 1-2-3.
-
Exhala lentamente por la boca. Ves cómo baja tu vientre? Deja escapar un suspiro al exhalar, "ahhhhhh".
Dile a tus hijos que pueden respirar profundamente siempre que necesiten recargarse o calmarse: en el colegio, antes de un partido o un concierto, o al final del día.
Contar un cuento
6/9
¿Quién necesita la televisión? Busca un libro y turnaros para leer las páginas en voz alta. Poned voz a todos los personajes, casi como si estuvierais representando una obra de teatro.
Bono para la salud: la lectura puede formar parte de una rutina regular para acostarse que ayude a los niños a relajarse y los prepare para un buen sueño.
Lee un capítulo por noche. Incluso puede hacer que tus hijos esperen con ansias la hora de acostarse para ver qué pasa después.
Haz una cinta mixta
7/9
Si tú eres un poco country, el abuelo es un poco rockero y tus hijos son todos pop, pon las canciones favoritas de todos en una lista de reproducción. Incluso puedes descargarte una aplicación de DJ gratuita para que los niños puedan mezclar sus canciones favoritas. ?
Utiliza lo que crees para motivar a tu familia a caminar, bailar y moverse. O puedes hacer una lista de reproducción tranquilizadora con música chill... si quieres ayudar a todos a desestresarse.
Experimenta con los ejercicios
8/9
Una de las mejores maneras de desestresarse es ponerse en movimiento. Díselo a los niños mientras sales a la calle, o pon música divertida y baila. (¿Recuerdas esa mixtape motivadora?)
O haz un circuito de entrenamiento absurdo en el que cada miembro de la familia haga un ejercicio. Si no puedes salir al exterior, no dejes que las cuatro paredes te detengan. Prueba a hacer saltos de tijera en el salón, a dar toques con los dedos de los pies en la cocina y a caminar como un cangrejo por el pasillo.
Romperse la cabeza unos a otros
9/9
¿Quieres reducir las hormonas del estrés en tu cuerpo? ¡Ríete! Haz que todos compartan una historia divertida o su chiste favorito. Asegúrate de que todo el mundo está escuchando cuando le toque hablar a una persona. Tus hijos se sentirán bien cuando la gente les preste atención. Todos tienen su momento de protagonismo.