Desde los niños pequeños hasta los adolescentes, hay tareas apropiadas para cada edad. Aprende por qué las tareas son buenas para los niños, y consejos para que ayuden sin regañar.
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Las tareas enseñan a los niños importantes habilidades para la vida y que toda la familia colabora para que el hogar funcione. ¿Cuándo pueden empezar? A los niños pequeños les encanta ayudar, ¡así que déjales!
Pueden: Poner la ropa en el cesto, limpiar los derrames, tirar la basura en el cubo, poner los juguetes en las papeleras, traerte objetos o cepillar a las mascotas.
¿Te parece que los 2 años son demasiado pequeños para las tareas? En realidad, es el momento perfecto para empezar. Cuando los niños pequeños realizan tareas sencillas, se sienten capaces y practican sus habilidades motrices. Elogia su esfuerzo.
De 4 a 5 años: Haz que se impliquen
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Pueden: Dar de comer a las mascotas, clasificar la ropa o emparejar los calcetines, llevar la ropa sucia a las habitaciones correctas, poner la mesa con platos que no se rompan, vaciar cubos de basura pequeños o regar las plantas.
A los preescolares les encanta sentirse necesarios, capaces e independientes. Concéntrese menos en los resultados y más en hacerles participar en las tareas domésticas. Si se resisten, utiliza la técnica del "cuándo/entonces": Cuando hayan puesto los platos en el fregadero, podrán salir a jugar.
6-7 años: No exijas la perfección
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Pueden: Mantener los platos de agua de las mascotas llenos, ayudar a hacer y empacar el almuerzo, hacer sus camas (estar contentos con cómo se ve, ¡no importa que esté lleno de bultos!), limpiar los fregaderos, ayudar a guardar las compras, recoger la basura o llevar los contenedores de basura a la acera.
Los niños aprenden a ser responsables y autosuficientes cuando les das nuevas tareas en la casa. Pueden hacer mucho más de lo que crees. Enséñales cómo se hace la tarea y luego apártate.
Edades 8-9: ¡haz que sea divertido!
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Pueden: Preparar la comida de forma sencilla, limpiar las encimeras, poner y recoger la mesa, cargar y vaciar el lavavajillas, doblar y guardar la ropa, reponer el papel higiénico, pasar la aspiradora o rastrillar las hojas.
Las tareas domésticas no tienen por qué ser un aburrimiento. Deja que tus hijos pongan música mientras barren, o pon un temporizador durante 5 minutos para ver quién puede doblar más ropa (correctamente). También puedes probar aplicaciones que permiten a los niños ganar puntos y recompensas -decididas por mamá y papá- por las tareas realizadas.
De 10 a 12 años: elecciones y recompensas
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Pueden: Fregar ollas y sartenes, pasar la fregona, barrer, limpiar baños y bañeras, llevar la compra del coche o lavar el coche.
Haz que los niños elijan un par de cosas que se les den bien y deja que decidan si quieren rotar las tareas o mantener las mismas cada semana. Coloca una lista o tabla de tareas como recordatorio. Si su hijo realiza una tarea sin que se lo pidan o hace un trabajo extra, puede ofrecerle una pequeña recompensa o, al menos, un agradecimiento sincero.
A partir de los 13 años: Prepárate para la vida real
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Pueden: Cuidar a los hermanos y ayudar con los deberes, cocinar la cena 1 noche a la semana, pasear a las mascotas de la familia y ayudar a limpiar después de ellas, o hacer el mantenimiento básico del coche. Los adolescentes con carnet de conducir pueden hacer recados como la compra en el supermercado.
Las tareas enseñan a los adolescentes habilidades de supervivencia que les servirán como compañeros de piso y como empleados. Asegúrate de que las tareas no caigan en los roles de género estereotipados. Los chicos deben cocinar, planchar y lavar la ropa. Las chicas deben manejar las herramientas, cambiar el aceite del coche y trabajar en el jardín.
Hay que pagar por las tareas domésticas?
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Los expertos dicen que los niños necesitan tener tareas básicas en la familia para aprender el sentido de la responsabilidad. Ese trabajo debe ser independiente de la paga semanal, que les enseña a utilizar el dinero y otras habilidades importantes. Pero eso no significa que no puedan trabajar por su dinero. Algunas familias dividen las tareas en dos grupos: las básicas, no remuneradas, que los niños hacen como parte de la familia, y los trabajos extra por los que pueden ganar dinero.
Cómo acabar con las molestias
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Los niños siempre necesitarán recordatorios para hacer las tareas, pero estos consejos pueden ayudar:
1. Sé un modelo a seguir. Si no limpias tú, ¿por qué deberían hacerlo ellos?
2. Ofrece una retroalimentación útil, pero no microgestiones.
3. 3. Mantén las tareas adecuadas a la edad.
4. 4. No acoses a los niños. Cuando puedas, deja que los resultados naturales se desarrollen. Si tu hijo se olvida de llevar su camisa favorita a la secadora, no estará lista para usarla.
5. No dudes en retrasar o quitar los privilegios si el trabajo no está hecho.