Científicos hacen crecer de nuevo la cola de un lagarto con tecnología de células madre

Por Lisa Rapaport

5 de noviembre de 2021 -- Los científicos han utilizado la edición de genes en células madre embrionarias de lagarto para ayudar a los lagartos adultos a regenerar las colas cortadas, convirtiéndolos en la especie más cercana a los humanos para regenerar un apéndice perdido.

Los lagartos tienen fama de dejar caer sus colas en defensa propia cuando son atacados, distrayendo a los depredadores el tiempo suficiente para escapar. Los lagartos pueden vivir para luchar un día más, pero la nueva cola que les crece no es exactamente igual a la anterior. Es un tubo de cartílago sin columna vertebral ni los nervios necesarios para la mayoría de los movimientos.

Ahora, los investigadores han utilizado células madre editadas genéticamente para reemplazar la cola en una especie de gecko hembra, obligándolas a generar nuevas colas con nervios y huesos, según los resultados publicados en Nature Communications.

Durante el desarrollo de la cola original, los investigadores descubrieron que células madre embrionarias específicas impulsan la producción de una cola completa, utilizando diferentes señales para promover el crecimiento del cartílago a lo largo de la parte inferior, pero el hueso y el tejido nervioso a lo largo de la parte superior de la cola.

Sin embargo, para sustituir la cola, las versiones adultas de estas células madre envían señales para bloquear la formación de hueso y nervios y fomentar sólo el desarrollo del cartílago. El resultado es un apéndice cartilaginoso con movimiento limitado.

Cuando los investigadores bloquearon estas señales de las células madre adultas, los lagartos no volvieron a tener una cola completa. La implantación de las células madre embrionarias en los muñones de la cola adulta tampoco tuvo efecto. El desarrollo del tejido óseo y nervioso seguía bloqueado.

Sin embargo, los científicos no estaban completamente perplejos. Recurrieron a herramientas de edición de genes y crearon células embrionarias que no podían responder a las señales de bloqueo del crecimiento del tejido óseo y nervioso. Con estas células editadas implantadas, a los lagartos les volvieron a crecer colas con huesos, nervios y cartílagos.

No es ni mucho menos seguro que este método pueda conducir a la regeneración de apéndices en otras especies, incluida la humana. Pero sí demuestra que la comprensión de estos procesos tempranos del desarrollo puede contribuir a las herramientas de reparación de los adultos.