Cómo matar de hambre a un tumor

Aprender a matar de hambre a un tumor

Por Tara Haelle

17 de noviembre de 2021 -El antiguo consejo de alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre tiene una base de evidencia limitada, pero una nueva investigación destaca cómo alimentar con grasa y azúcar a un tumor podría alimentar su crecimiento.

Los tumores de páncreas en ratones crecen más lentamente cuando los animales consumen una dieta restringida en calorías, según los resultados. Los resultados, publicados en Nature, no significan que cualquier persona con cáncer deba embarcarse en una dieta especial, sobre todo teniendo en cuenta que las personas no son ratones. Pero una mayor investigación en este campo podría identificar combinaciones de dietas específicas y terapias farmacológicas que mejoren los tratamientos contra el cáncer.

Los científicos saben desde hace tiempo que las células cancerosas son voraces y consumen mucha glucosa mientras crecen. La cuestión es si privarlas de glucosa podría frenar este crecimiento sin perjudicar al resto del organismo. Para obtener una respuesta, los investigadores trabajaron con ratones portadores de tumores pancreáticos. Alimentaron a un grupo con una dieta baja en calorías, a otro con una dieta normal y a un tercero con una dieta cetogénica rica en proteínas, grasas y carbohidratos.

Sólo los tumores de los animales que consumían la dieta baja en calorías mostraron un crecimiento más lento, lo que implica que los tumores necesitaban algo más que glucosa para seguir creciendo. Los niveles de glucosa eran más bajos tanto con la restricción calórica como con la dieta cetogénica, pero los lípidos también eran más bajos con la restricción calórica.

Todas las células, incluidas las cancerosas, utilizan lípidos para construir sus membranas exteriores protectoras. El aumento de los niveles de lípidos en la dieta ceto puede haber dado a los tumores todos los lípidos que necesitaban para construir nuevas membranas celulares.

Los resultados sugieren que la clave para frenar el cáncer en estos ratones fue privar a los tumores tanto de glucosa como de lípidos, como sólo hizo la dieta restringida en calorías. Los tejidos sanos del organismo siguen necesitando estos nutrientes, una de las razones por las que los pacientes con cáncer no deberían cambiar su dieta sin orientación clínica. Pero los hallazgos apuntan a que el uso de la dieta o de fármacos para restringir la ingesta de algunos lípidos o de sus células de uso podría ser una vía para matar de hambre a un tumor sin matar de hambre a la persona.

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