La exposición a bajos niveles de metales tóxicos afecta a la salud del corazón

La exposición a bajos niveles de metales tóxicos afecta a la salud del corazón

Por Rosalind Stefanac

17 de diciembre de 2021 - Las personas expuestas a niveles incluso bajos de ciertos metales tóxicos pueden aumentar su riesgo de aterosclerosis, la acumulación de placa en las arterias que puede causar accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.

Un amplio estudio realizado en España evaluó a personas de mediana edad (el 97% de las cuales eran hombres) que trabajaban en una fábrica de carrocerías de automóviles para buscar el impacto de los metales tóxicos en la salud del corazón. Los resultados mostraron que la exposición a metales tóxicos como el arsénico, el cadmio y el titanio aumentaba el riesgo de sufrir problemas cardíacos. El arsénico y el cadmio pueden encontrarse en el tabaco, los alimentos y el agua, mientras que el titanio procede sobre todo de los implantes dentales y ortopédicos, los revestimientos de marcapasos, los productos cosméticos y algunos alimentos.

Aunque estudios anteriores han analizado cómo afecta el metal tóxico a las principales arterias del cuello, los investigadores se centraron en el endurecimiento de las arterias que se produce antes de los síntomas aparentes. Al examinar múltiples áreas, los investigadores consideraron que podían lograr una evaluación más temprana y mejor del riesgo de enfermedad cardiovascular relacionada con el medio ambiente, dice la coautora del estudio, la doctora María Téllez-Plaza, científica principal del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III de Madrid (España).

Los resultados corroboran las pruebas anteriores que relacionan el arsénico y el cadmio con acontecimientos adversos en el corazón y los vasos sanguíneos, y añaden el titanio como otro posible factor de riesgo.

El titanio era el factor interesante que no se había [medido] antes, dice el doctor Aruni Bhatnagar, director del Christina Lee Brown Envirome Institute/American Heart Association Tobacco Regulation Center de la Universidad de Louisville. La verdadera importancia de este trabajo es que han podido medir todos estos metales y averiguar cuáles están más relacionados.

Los investigadores afirman que es necesario realizar más pruebas en las mujeres y en la población general para determinar las fuentes de la posible exposición a los metales tóxicos. También señalan que las normas actuales de seguridad ambiental, laboral y alimentaria para el cadmio, el arsénico y otros metales pueden no ser suficientes para proteger a las personas de los riesgos para la salud relacionados con los metales.

Téllez-Plaza afirma que los médicos pueden ayudar a controlar las concentraciones de metales de los pacientes mediante análisis de sangre y orina y capacitarlos para que tomen medidas para protegerse.

Una estrategia es cerrar las ventanas de la casa y de los coches si la contaminación es alta en el exterior, [y] pasear por zonas verdes también es beneficioso, dice. Por último, es fundamental dejar de fumar y proteger a los fumadores pasivos del humo de segunda mano.

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