¿Podría la meditación reforzar el sistema inmunitario?

Podría la meditación fortalecer su sistema inmunológico?

Escrito por médicos colaboradores de la redacción

Por Alan Mozes

Reportero de HealthDay

JUEVES, 23 de diciembre de 2021 (HealthDay News) -- La meditación realizada a un nivel intenso podría aportar un impulso significativo al funcionamiento interno del sistema inmunitario.

El hallazgo sigue a un análisis de muestras de sangre que tomó instantáneas de la actividad genética antes y después de la meditación entre más de 100 hombres y mujeres.

Ese análisis sugirió que la meditación potenció la actividad de cientos de genes que se sabe que están directamente implicados en la regulación de la respuesta inmunitaria.

Sin embargo, los investigadores subrayaron que su estudio incluía sesiones de meditación maratonianas de 10 horas diarias realizadas durante ocho días seguidos en total silencio. En el mundo real, la mayoría de la gente se vería en apuros para replicar esos métodos.

Aun así, los resultados "sugieren que la meditación podría tener un papel importante en el tratamiento de varias enfermedades asociadas a un sistema inmunitario debilitado", dijo el autor del estudio, Vijayendran Chandran.

"Sí, se trata de un retiro intenso", reconoció Chandran, profesor asistente de pediatría y neurociencia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida. "Pero recuerda que sólo fueron ocho días. La meditación a largo plazo durante [una] corta duración cada día también podría mejorar el sistema inmunológico." Admitió que su equipo no probó la posibilidad menos estricta.

Sin embargo, Chandran ha recorrido ese camino él mismo. Antes de poner en marcha su estudio, completó su propio programa de 48 días que incluía unos 20 minutos diarios de meditación en casa.

Ese experimento hizo que Chandran se sintiera más claro y centrado. Así que decidió profundizar en la exploración del mecanismo molecular subyacente preciso por el que la meditación podría beneficiar al cuerpo.

En el estudio participaron 106 hombres y mujeres de una edad media de 40 años. Todos se habían inscrito en un retiro de meditación realizado en el Instituto Isha de Ciencias Interiores de McMinnville, Tennessee.

Se tomaron múltiples muestras de sangre de todos los participantes en varios momentos: de cinco a ocho semanas antes del retiro; justo antes de que éste comenzara, y tres meses después de que se completara.

El retiro de ocho días proporcionó a todos los participantes cocina vegana, y todos siguieron un horario de sueño regular. Las sesiones de meditación duraban 10 horas al día y se realizaban en silencio.

El resultado: Tres meses después de la conclusión del retiro, Chandran y sus colegas descubrieron un aumento de la actividad de 220 genes relacionados con el sistema inmunitario, incluidos 68 genes que participan en la llamada "señalización del interferón".

Los autores del estudio señalaron que dicha señalización puede ser clave para montar una defensa eficaz contra diversas afecciones de salud -como el cáncer, la esclerosis múltiple o incluso el COVID-19-, dado que las proteínas del interferón actúan efectivamente como activadores del sistema inmunitario.

Entre los pacientes gravemente enfermos de COVID-19 en particular, señaló Chandran, se ha citado como problema la insuficiente actividad del interferón.

Explicó que se encontró que casi todos (97%) los "genes de respuesta" al interferón se activaron tras el retiro de la mediación. Sin embargo, basándose en los datos de actividad génica disponibles públicamente derivados de los pacientes de COVID-19, Chandran y sus colegas informaron de que esa cifra era del 76% entre los enfermos leves de COVID, y sólo del 31% entre los casos más graves.

Al mismo tiempo, los investigadores descubrieron que, mientras que la actividad de los genes de señalización de la inflamación se mantenía estable tras la meditación en profundidad, dicha señalización se disparaba entre los pacientes de COVID-19 gravemente enfermos.

Los investigadores señalaron que el aparente impacto en la actividad molecular observado entre los participantes en el retiro se mantuvo incluso después de tener en cuenta la dieta y los patrones de sueño, aunque los resultados no prueban definitivamente que la meditación haya provocado realmente cambios en los genes.

Aun así, Chandran afirmó que los resultados sugieren que la meditación podría incorporarse algún día a "terapias conductuales [diseñadas] para mantener la salud del cerebro y modificar enfermedades neurológicas actualmente irreversibles".

Los resultados se publicaron el 21 de diciembre en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Un experto que no participó en el estudio dijo que los hallazgos, aunque no son sorprendentes, son alentadores.

"Muchos estudios anteriores han discutido las asociaciones positivas de las prácticas de meditación en la salud psicológica y física", dijo Alex Presciutti, candidato a doctor en psicología clínica en la Universidad de Colorado Denver.

"Este estudio contribuye en gran medida a esta literatura al identificar los posibles mecanismos que impulsan el papel protector de las prácticas meditativas en el bienestar psicológico y físico", añadió.

"Basándonos en este estudio, no podemos afirmar que la persona media que medita en casa experimentaría el mismo 'refuerzo inmunitario' observado en este estudio", advirtió Presciutti. "Sin embargo, dada la abundancia de literatura sobre los beneficios de la práctica meditativa en el bienestar, es probable que la 'persona promedio que medita en casa' experimente algún grado de beneficio".

Más información

Hay más información sobre los posibles beneficios médicos de la meditación en el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa de Estados Unidos.

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