Se puede sobrellevar mejor?
Hay una forma sencilla.
Escrito por colaboradores de la redacción de doctor De los archivos de doctor
3 de julio de 2000 -- Esta tarde, en los hogares de todo Estados Unidos, hombres, mujeres y niños garabatearán listas que comenzarán con las palabras "Hoy estoy agradecido por...":
"Hoy estoy agradecido por un viaje fácil al trabajo". "Hoy doy gracias por el helado de seda francesa Lite". "Hoy doy gracias por no haberme encendido un cigarrillo".
Las listas y diarios de gratitud han sido avalados por Oprah Winfrey y popularizados por el bestseller Simple Abundance de Sara Ban Breathnach. De hecho, el concepto está tan de moda que, en una encuesta de Gallup de 1998, más del 90% de los estadounidenses afirmaron que expresar gratitud les hace felices.
Como dice Lisa Krause, que lleva una lista, "sigo teniendo mal humor y decepciones. Pero si llevo una lista de pequeñas cosas que me animan, es increíble cómo crecen los buenos sentimientos".
Pero sólo ahora los psicólogos conductuales están empezando a preguntarse si realmente hay algo en esto de "estoy agradecido por...".
El doctor Michael McCullough, profesor asociado de psicología en la Universidad Metodista del Sur de Dallas, junto con el profesor de psicología de la Universidad de California, Davis, Bob Emmons, han puesto en marcha una serie de estudios sobre la gratitud. Entre otras cosas, están estudiando si dar las gracias puede aliviar la carga emocional de las personas con cáncer de mama y trastornos neuromusculares.
Y aunque su investigación acaba de empezar, los primeros resultados parecen buenos, tanto que McCullough organizará la primera conferencia sobre los efectos positivos de la gratitud en la salud en la Universidad Metodista del Sur, Texas, en octubre de 2000.
Sentimientos de bienestar
Recientemente, los investigadores pidieron a un grupo de voluntarios que llevaran un registro diario de cinco molestias o quejas. Un segundo grupo enumeró cinco formas en las que pensaban que estaban mejor que sus compañeros, mientras que el tercer grupo escribió sobre cinco cosas por las que estaban agradecidos. Los voluntarios también llevaron un registro de su estado de ánimo y su salud física cada día.
Al cabo de tres semanas, las personas que llevaban listas de agradecimiento declararon tener más energía, menos quejas de salud y más sentimientos generales de bienestar que los que se quejaban o regodeaban cada día, según los resultados publicados en el número de primavera de 2000 de la revista Journal of Social and Clinical Psychology.
Lisa Krause, de 32 años, participó en el estudio y dice que le resultaba fácil pensar en cinco razones para estar agradecida en los días buenos. No así el día en que Krause obtuvo un suspenso en un trabajo de psicología de la salud. "En los días malos tuve que esforzarme más y hacer un esfuerzo consciente para pensar: '¿Qué hay de bueno hoy?
"Creo que hay que practicarlo y trabajar en ello", dice Emmons. "No es una tendencia natural para la mayoría de la gente. Pero con el tiempo puede convertirse en algo automático".
La práctica hace la perfección
Ese fue el caso de Krause. Cuanto más tiempo llevaba una lista de agradecimiento, más empezaba a notar los momentos brillantes en su vida diaria. "Aprendí que puedes ver algo de la manera que quieras y que puede marcar la diferencia", dice.
El auge de la investigación sobre la gratitud es una manifestación del creciente interés de la psicología por las emociones positivas. Mientras que en el pasado los investigadores tendían a centrarse en estados negativos como la depresión, la ansiedad y la ira, los expertos en salud mental han centrado recientemente su atención en los rasgos positivos.
Este cambio se debe a la creciente comprensión de que no son los acontecimientos de la vida los que hacen a las personas felices o infelices, sino que es la forma en que una persona afronta esos acontecimientos lo que marca la diferencia.
Aprender a afrontarlo bien
Algunos investigadores creen que si se puede enseñar a las personas a cultivar un estilo de afrontamiento positivo (que incluya actitudes de gratitud, optimismo y perdón), tendrán más posibilidades de ser felices, sea cual sea su suerte en la vida. Sin embargo, hay algunas personas con diagnósticos de depresión que requieren más tratamiento del que ofrece este enfoque. Si tiene depresión, no suspenda los medicamentos u otro tratamiento sin el consejo de su médico.
"La gente quiere ser feliz, pero cree que son las circunstancias objetivas de la vida las que la harán feliz: un coche nuevo, un aumento de sueldo, un nuevo amante", dice Emmons. "En realidad, lo que nos hace felices es el marco de los acontecimientos y las experiencias, no los acontecimientos en sí. Todo se reduce a la actitud".
McCullough cree que una de las razones por las que los diarios de gratitud hacen que la gente se sienta mejor es que trabajan con los principios de la terapia cognitiva, una forma de terapia que ayuda a la gente a sustituir las explicaciones negativas de los acontecimientos por otras más positivas.
Cuando Krause reflexiona sobre una mala nota, por ejemplo, y luego se toma un minuto para encontrar una razón para estar agradecida, acaba de realizar una "terapia cognitiva espontánea", dice McCullough.
Pueden los pensamientos positivos superar la ansiedad?
Otra explicación, de la profesora de psicología de la Universidad de Michigan Barbara Fredrickson, es que las emociones positivas, como la gratitud, pueden en realidad neutralizar emociones perjudiciales como la ira y la ansiedad. Su investigación sobre el efecto "deshacedor" de las emociones positivas le ha valido recientemente el mayor premio monetario jamás concedido en psicología: el Premio John Marks Templeton de Psicología Positiva, dotado con 100.000 dólares.
En un experimento publicado en marzo de 1998 en la revista Cognition and Emotion, Fredrickson indujo estados de ansiedad o miedo mostrando a las personas clips de películas perturbadoras o asignándoles un discurso. A continuación, mostró fragmentos de películas destinadas a provocar diversión y satisfacción, entre otras emociones. Las películas que provocaban sentimientos positivos ayudaban a los participantes a recuperarse de las emociones negativas más rápidamente que las películas neutras o tristes.
Su conclusión: Puede ser más fácil para las personas cultivar la alegría, la gratitud y otros estados positivos que luchar por desterrar sentimientos negativos como la tristeza y la ira.
En cualquier caso, el público no está esperando a que los científicos expliquen por qué funciona la gratitud. Un simple ritual de gratitud de cinco minutos al día convierte en creyentes a muchas personas.
Lisa Krause, por ejemplo, utiliza la gratitud como una especie de aspirina emocional en los días de bajón. Y cuando un amigo llama para quejarse de una mala cita, Krause cambia la conversación de la queja a la gratitud: "Ahora cuéntame algo bueno".
Ann Japenga es una escritora independiente que cubre temas de bienestar emocional y salud para la revista Doctor and Health.