Comprobación del conflicto de intereses
Escrito por Kristi Coale De los archivos del médico
10 de abril de 2000 (San Francisco) -- La antigua relación entre los médicos y las compañías farmacéuticas tiene como objetivo servir a los intereses mutuos: Los médicos necesitan remedios probados con los que tratar a los pacientes, y las compañías farmacéuticas necesitan una forma de vender sus remedios probados.
Mientras tanto, los intereses de la tercera parte que realmente paga por los medicamentos -usted, el paciente- no están bien representados. He aquí algunas formas de asegurarse de que sus preocupaciones serán atendidas cuando vaya al médico:
1. Investiga tu enfermedad para ver qué tipos de medicamentos se utilizan para tratarla, de modo que puedas preguntar por medicamentos alternativos e incluso por remedios no farmacéuticos.
2. Si su médico le receta un medicamento de marca, pregunte si hay versiones genéricas disponibles. Si su médico expresa sus reservas sobre los genéricos, pida que le dirijan a una investigación en la que se hable del medicamento y se aborden estas reservas.
3. Considere la posibilidad de preguntar a su médico si tiene alguna relación con la empresa que fabrica el medicamento recetado, especialmente si cuestiona la elección de los medicamentos. Tenga en cuenta que algunos médicos dirigen ensayos clínicos para las compañías farmacéuticas. Otros pueden aceptar dinero de investigación de las compañías farmacéuticas, servir como consultores pagados, poseer acciones o incluso formar parte de los consejos de administración de las compañías de biotecnología y de medicamentos.
4. Desconfíe de las muestras de medicamentos. Las muestras gratuitas son una forma rápida y económica de permitir que los pacientes prueben un fármaco, pero también sirven para introducir nuevos medicamentos, quizá más caros. Pregunte si ya existen tratamientos igualmente eficaces.
Kristi Coale es una periodista independiente afincada en San Francisco y especializada en temas científicos y médicos. Su trabajo ha aparecido en Salon, Wired y The Nation.