Los errores ocurren
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Los errores médicos son la tercera causa de muerte en el país, sólo por detrás del cáncer y las enfermedades cardíacas, según investigadores del Johns Hopkins. Calculan que causa más de 250.000 muertes al año. Usted puede hacer algunas cosas para ayudar a su equipo médico a evitar algunos de los más comunes.
Medicación
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Si te equivocas de medicamento o de cantidad, puede causar graves problemas. Algunos son potentes, y puede ser complicado administrarlos en una dosis que sea segura y eficaz. La falta de formación, los errores humanos y la mala comunicación pueden dar lugar a errores. Preste atención, haga preguntas y mantenga una lista actualizada de sus medicamentos para que su médico conozca cualquier otro fármaco que tome.
Mal uso de los antibióticos
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Estos medicamentos atacan a las bacterias, por lo que no sirven para el resfriado común, la gripe u otras cosas causadas por un virus. Y si los tomas con demasiada frecuencia cuando no lo necesitas, pueden dejar de funcionar. Es importante que tu médico te los recete por la razón correcta y en la dosis adecuada. No los pidas si no los necesitas.
Estancia en el hospital: Demasiado larga o demasiado corta
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No es divertido estar en un hospital, pero no hay que apresurarse a volver a casa antes de estar preparado. Los estudios demuestran que las personas que se van a casa demasiado rápido, sobre todo después de una intervención quirúrgica, tienen más probabilidades de volver a enfermar gravemente por problemas relacionados. Pero tampoco hay que quedarse demasiado tiempo. Esto se relaciona con mayores tasas de infección y otros problemas. Sé sincero y claro con tu médico sobre tus síntomas para que puedas recibir el tratamiento que necesitas... luego vete a casa... y quédate allí.
Cirugía en el lugar equivocado
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El ejemplo más dramático es cuando un cirujano se equivoca de miembro, pero también puede ocurrir si operan el órgano equivocado o incluso a la persona equivocada. La disposición del quirófano, las distracciones y los retrasos en la programación pueden llevar a esto. Una cosa que puedes hacer es asegurarte de que la zona correcta de tu cuerpo está marcada antes de la cirugía.
Lo que queda atrás
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Es raro, pero es posible que el equipo quirúrgico deje accidentalmente algo como una esponja o un instrumento dentro de su cuerpo. Esto puede provocar graves problemas internos, como un absceso (pus o líquido infectado dentro del tejido inflamado), una obstrucción, pequeños desgarros, infección o inflamación. Los signos de estos problemas incluyen dolor intenso, hinchazón, fiebre, náuseas y cambios en las deposiciones. Informe a su médico de inmediato si tiene alguno de estos síntomas después de la cirugía.
Retraso en el tratamiento
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Esto ocurre cuando no recibes la atención médica que necesitas cuando se supone que debes hacerlo. Puede ocurrir durante el diagnóstico, por ejemplo, si no se le cita para una prueba a tiempo, si los resultados llegan tarde o si hay un diagnóstico erróneo, o durante el tratamiento después de descubrir el problema. Los errores humanos, la mala comunicación y la mala planificación, entre otras cosas, pueden provocar retrasos. Si no tiene noticias de su médico, no dé por sentado que todo va bien. Llame para conocer los resultados y pregunte por los siguientes pasos.
Descanso en la cama
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En los primeros 10 días, empiezas a perder masa muscular y densidad ósea. Si permanece en la cama más tiempo, también puede afectar al corazón, los pulmones y el cerebro, y causar úlceras por presión. Por eso muchos médicos quieren que te levantes lo antes posible: los científicos están trabajando en formas seguras de hacer que la gente se mueva con todo tipo de afecciones.
Lo que puedes hacer: No suponer
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El hecho de que le hayas dicho a un médico qué medicamentos tomas, no significa que todos tus médicos lo sepan. Diga a sus proveedores de atención médica, varias veces si es necesario, si toma medicamentos o tiene malas reacciones a los mismos u otros problemas de salud. También es bueno anotarlos y asegurarse de que un ser querido también lo sepa. Pueden confundirse, perderse o simplemente olvidarse en la comunicación entre los diferentes profesionales de la salud.
Lo que puedes hacer: Sus deberes
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Pregunte a su médico sobre su enfermedad y sus tratamientos, y busque fuentes fiables en Internet para saber más sobre ellos. Es importante que entiendas cómo te afectarán los medicamentos o los procedimientos. Y no dudes en preguntar por qué te recomiendan algo.
Lo que puedes hacer: Hablar con franqueza
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Si tiene preguntas o preocupaciones, no tenga miedo de preguntar. Tiene derecho a cuestionar a cualquier persona que participe en su atención. Puede ayudar a sus proveedores de atención a evitar un error que podría hacer retroceder su salud.
Lo que puede hacer: Elegir una persona de referencia
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Puede elegir un profesional sanitario, como su médico de cabecera, para que coordine su atención. Puede ayudar a reducir la confusión y los errores, sobre todo si tiene varios problemas de salud y médicos... o está en el hospital.
Lo que puedes hacer: Llamar a un amigo
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Consiga que un amigo o familiar le acompañe cuando vea a los médicos o tenga una estancia en el hospital para que le ayude a hacer un seguimiento de sus cuidados. Puede que ahora te sientas al mando de todos los detalles, pero eso puede cambiar a medida que tu enfermedad y tu tratamiento avancen, especialmente si te operan...
Lo que puede hacer: Elegir el hospital adecuado
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Si va a acudir a un hospital para someterse a un procedimiento o a una prueba prevista, tómese el tiempo necesario para informarse sobre el centro. Si puede elegir, elija uno que tenga mucha experiencia en su enfermedad.