Enterarse de que se padece una pérdida auditiva importante puede resultar abrumador. El primer paso es visitar a un otorrinolaringólogo para descartar cualquier condición médica que pueda estar afectando a su audición. A continuación, querrá trabajar con un audiólogo para conocer las cosas que pueden ayudarle a controlar su pérdida auditiva.
Puede ayudar a su equipo haciendo preguntas. Las ideas incluyen:
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Qué gravedad tiene mi pérdida auditiva?
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Qué tipo de pérdida auditiva tengo?
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Mi pérdida auditiva es permanente?
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Tengo problemas para detectar el sonido, para discriminar las palabras o para ambas cosas?
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Está afectado uno o ambos oídos?
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Empeorará mi audición?
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Hay algún medicamento que pueda ayudar?
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Soy candidato a la cirugía?
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Podría beneficiarme de un implante coclear?
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Me ayudaría un audífono? Qué tipos podrían funcionar mejor para mí?
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Dónde puedo encontrar ayuda para pagar estos dispositivos?
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Qué otros dispositivos podrían ser útiles?
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Dónde puedo aprender la lengua de signos?
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Dónde puedo informarme sobre servicios como el subtitulado y el TTY?
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Me beneficiaría la terapia del habla y del lenguaje?
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Qué otras estrategias de mejora de la comunicación debo conocer?
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Debo evitar ciertas actividades?
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Me beneficiaría una terapia de escucha?
Información para compartir
Es posible que su otorrinolaringólogo quiera ver copias de los resultados de sus pruebas de laboratorio anteriores o de las resonancias magnéticas. Asegúrese de averiguar qué debe llevar a la cita de antemano. Si no se ha sometido a ninguna prueba, es posible que el médico le pida una resonancia magnética o una tomografía computarizada de los oídos.
Cuando se reúna con un nuevo otorrinolaringólogo o audiólogo, es útil estar preparado para compartir la siguiente información con el especialista en audición:
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Cualquier condición médica crónica
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Medicamentos o suplementos dietéticos que toma regularmente
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Cualquier cirugía o infección (como una infección de oído o meningitis) que haya tenido y que pueda haber dañado los oídos
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Cualquier traumatismo craneal que haya tenido
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Ruidos fuertes a los que ha estado expuesto, incluyendo la música
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Cualquier pérdida de audición en su familia
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Cómo afecta la pérdida de audición a su vida diaria
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Si es difícil hablar por teléfono o escuchar la televisión
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Si es difícil entender a la gente
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Si tiene problemas para oír sonidos o voces agudas
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Si la pérdida de audición afecta a su trabajo, vida social u otras actividades
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Si se siente frustrado, aislado o deprimido
Tanto si su pérdida de audición afecta a un oído como a los dos, y si puede oír algunos sonidos o ninguno, no es necesario aislarse. Trabaje con su médico para encontrar la mejor combinación de dispositivos auditivos y estrategias de comunicación.
Comience el proceso de recopilación de información con expectativas realistas. Comprenda que la mayoría de los dispositivos no pueden devolverle la audición a la normalidad. Pero el uso de las herramientas y recursos adecuados puede ayudar a mejorar su vida.