Los tendones son fuertes bandas de tejido que conectan los músculos con los huesos. A veces, el calcio se acumula en ellos y provoca una afección que los médicos llaman tendinitis calcificada. Los depósitos de calcio se sienten como pasta de dientes. Pueden acumularse en un punto o extenderse por los tendones. Los médicos no saben qué los provoca. Pero sí saben que son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Suelen aparecer alrededor de los 30 años. Y las investigaciones demuestran que existe una relación entre los depósitos de calcio en los tendones y la diabetes y los trastornos tiroideos.
A menudo, la tendinitis calcificada no causa problemas. Pero si los depósitos de calcio aumentan de tamaño o se inflaman, pueden causar un dolor intenso.
Esta enfermedad afecta con mayor frecuencia al hombro. Los depósitos de calcio suelen formarse en el manguito de los rotadores, un grupo de músculos y tendones que rodean la articulación del hombro. Mantiene la parte superior del hueso del brazo bloqueada dentro de la cavidad del hombro. La tendinitis cálcica también puede producirse en el tendón de Aquiles. Este conecta el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón. También puede producirse en la muñeca, la cadera, el muslo, las rodillas, el tobillo y el pie.
Cuáles son los síntomas?
El signo más evidente de la tendinitis calcificada puede ser el dolor, aunque es posible que no lo tengas al principio. Esto se debe a que los depósitos de calcio pueden tardar meses o años en formarse.
Con el tiempo, la tendinitis calcificada también puede hacer que el movimiento sea doloroso (especialmente por la mañana) y puede limitar su rango de movimiento. Si está en el hombro, puede dolerle levantar el brazo. El dolor también puede dificultar el sueño.
¿Cómo se diagnostica?
Las radiografías mostrarán si tiene depósitos de calcio y dónde están localizados. Su médico puede tomar una serie de ellas a lo largo del tiempo para ver qué cambios se han producido en sus depósitos de calcio. También es posible que quiera hacerle una ecografía o una resonancia magnética.
¿Cuál es el tratamiento?
Hay opciones quirúrgicas o no quirúrgicas. En muchos casos, su cuerpo reabsorberá el calcio sin ningún tratamiento. Pero los depósitos de calcio pueden volver a aparecer.
En primer lugar, su médico querrá que alivie el dolor y la inflamación con reposo y un medicamento antiinflamatorio como el ibuprofeno o el naproxeno. Si esto no funciona, es posible que necesite una inyección de cortisona. Es un esteroide que reduce la inflamación a corto plazo.
El médico puede sugerir un procedimiento llamado lavado. Consiste en introducir dos agujas en el tendón y enjuagar la zona con una solución salina. El lavado puede desprender las partículas de calcio y aliviar el dolor.
Otro tratamiento posible es el llamado barbotage, o punción fina. En este procedimiento, el médico utiliza agujas para succionar los depósitos de calcio del tendón.
Los ultrasonidos y la terapia de ondas de choque son otras formas de reducir o romper los depósitos de calcio.
Si el dolor continúa, es posible que necesite una intervención quirúrgica. De hecho, si tiene una tendinitis calcificada en el hombro, hay una probabilidad de 1 entre 10 de que la necesite.
La eliminación de un depósito de calcio en un tendón suele requerir una cirugía artroscópica ambulatoria. El cirujano introducirá un instrumento llamado artroscopio a través de un pequeño corte. A continuación, eliminará el depósito de calcio y aclarará la zona.
En raras ocasiones, puede ser necesaria una cirugía abierta para eliminar el depósito de calcio. El cirujano hará un corte grande para llegar al depósito de calcio.
Tanto si le operan como si no, es probable que necesite fisioterapia. Se trata de ejercicios especiales para estirar y fortalecer la zona afectada por los depósitos de calcio.