Un baño en un jacuzzi puede ser lo que necesita para relajarse después de un largo día. El agua tibia y burbujeante también alivia los dolores de enfermedades como la artritis, la lumbalgia y la fibromialgia.
Pero los jacuzzis pueden no ser seguros para algunas personas, como las mujeres embarazadas y los enfermos del corazón. Y cuando no se limpian bien, suponen un riesgo incluso para las personas sanas.
Antes de comprar un jacuzzi para el jardín o de meterte en esas aguas calientes en el spa o el gimnasio, asegúrate de conocer un poco sobre su seguridad.
Beneficios para la salud
El agua caliente alivia el cuerpo por varias razones. El calor ensancha los vasos sanguíneos, lo que envía sangre rica en nutrientes a todo el cuerpo. El agua caliente también reduce la hinchazón y afloja los músculos tensos. Y la flotabilidad del agua quita peso a las articulaciones doloridas.
Un baño en el jacuzzi también puede ayudar a tu estado mental. Las investigaciones demuestran que pueden favorecer la relajación y aliviar el estrés.
Riesgos del jacuzzi
Estas bañeras de hidromasaje de agua caliente pueden suponer algunos riesgos si no se tiene cuidado.
Infecciones
Entre 2000 y 2014, los brotes de piscinas y jacuzzis tratados se relacionaron con más de 27.000 infecciones y ocho muertes en Estados Unidos. Cuando los jacuzzis no se limpian bien, su entorno húmedo es el caldo de cultivo perfecto para las bacterias.
La Pseudomonas, un tipo de bacteria que prospera en los jacuzzis, causa infecciones en los folículos pilosos y la piel. Los síntomas incluyen protuberancias rojas que pican en el vientre y en las zonas cubiertas por el traje de baño. Estas protuberancias pueden aparecer desde unas horas hasta unos días después de darse un chapuzón. Las mismas bacterias causan una infección conocida como oído de nadador.
Otros gérmenes que viven en las bañeras de hidromasaje también pueden enfermarte. El criptosporidio causa infecciones gastrointestinales con diarrea. La legionela provoca un tipo grave de neumonía o enfermedad pulmonar.
Uso del jacuzzi durante el embarazo
Los jacuzzis podrían no ser seguros para las mujeres embarazadas porque aumentan la temperatura corporal. Las investigaciones revelan que las mujeres embarazadas que utilizan un jacuzzi más de una vez o durante largos periodos de tiempo tienen más probabilidades de tener bebés con defectos congénitos del tubo neural, como espina bífida o anencefalia.
Evita los jacuzzis si puedes durante esos 9 meses. Si utilizas un jacuzzi, baja la temperatura y limita el tiempo de permanencia en el agua a menos de 10 minutos.
Riesgos para el corazón
Tenga cuidado al usar un jacuzzi si tiene una enfermedad cardíaca. Cuando se sumerge en agua caliente, su cuerpo no puede sudar. En su lugar, los vasos sanguíneos tienen que ensancharse para refrescarse. Esto hace que su presión arterial baje. En respuesta a la caída de la presión arterial, su ritmo cardíaco se acelera.
Esto no es un problema para las personas sanas, pero si tienes una enfermedad cardíaca, puede forzar tu corazón.
Consejos de seguridad para la bañera de hidromasaje
Para estar seguro, sigue estos consejos:
Pregunta a tu médico. Si estás embarazada o tienes algún problema de salud como una enfermedad cardíaca, pregunta a tu médico si es seguro que te metas en un jacuzzi.
Comprueba la limpieza. Pregunta en el hotel o en el gimnasio con qué frecuencia limpian la bañera de hidromasaje y si mantienen las concentraciones de pH y cloro en los niveles que recomiendan los CDC (un pH de 7,2-7,8 y una concentración de cloro libre de al menos 3 partes por millón). Si el agua parece turbia o viscosa, no te metas.
Evita las multitudes. Aléjate cuando el jacuzzi esté lleno. Más gente equivale a más gérmenes. Aproximadamente la mitad de las personas dicen no ducharse antes de nadar.
Baja la temperatura. Una temperatura de 100 F debería ser segura para los adultos sanos. Más de 40 grados puede ser peligroso. Baje la temperatura un par de grados más si padece alguna enfermedad.
Limite el tiempo. No permanezca en el jacuzzi más de 10 minutos. Si te sientes mareado, acalorado o indispuesto, sal de inmediato.
Vigila dónde te sientas. No te sientes demasiado cerca de la fuente de calor. Mantén la cabeza, los brazos y la parte superior del pecho fuera del agua para evitar el sobrecalentamiento, especialmente si estás embarazada.
Mantente hidratada. Bebe agua mientras estés en el jacuzzi para refrescar tu cuerpo. Evita el alcohol, que puede deshidratarte.
No pases del calor al frío. No saltes directamente del jacuzzi a la piscina para refrescarte. El agua fría puede provocar un shock en tu sistema y aumentar tu presión sanguínea.
Lávate después. Quítate el bañador y dúchate con agua tibia y jabón nada más terminar.