La flebotomía consiste en que alguien utilice una aguja para extraer sangre de una vena, normalmente del brazo. También llamada extracción de sangre o venopunción, es una herramienta importante para diagnosticar muchas enfermedades.
Por lo general, la sangre se envía a un laboratorio para su análisis. Pero a veces la sangre se extrae como tratamiento para determinadas enfermedades. Esto se denomina flebotomía terapéutica. En ella se eliminan los glóbulos rojos sobrantes, los glóbulos rojos de forma inusual o el hierro sobrante en la sangre. La flebotomía terapéutica se utiliza para tratar a personas con:
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Hemocromatosis
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Policitemia vera
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Porfiria cutánea tardía
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Enfermedad de las células falciformes
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Enfermedad del hígado graso no alcohólico
Qué esperar
No tendrá que hacer nada para prepararse para la mayoría de los análisis de sangre. Algunos requieren que esté en ayunas, o que no coma, durante 8-12 horas antes. Su médico le dará instrucciones antes de venir.
Para que le saquen sangre, deberá sentarse en una silla o tumbarse. La persona que le extraiga la sangre le pedirá que cierre el puño con la mano. A continuación, le atará una banda, llamada torniquete, alrededor de la parte superior del brazo. Esto hace que tus venas sobresalgan un poco más, lo que facilitará la inserción de la aguja en el lugar correcto.
Es posible que sienta un pellizco o escozor cuando la aguja entre en su brazo. La aguja estará conectada a un pequeño tubo que permite que su sangre fluya hacia un tubo o bolsa de ensayo.
Si se le extrae sangre para un análisis, es posible que tenga que llenar uno o más tubos de ensayo. El proceso suele durar sólo unos minutos.
Si se le extrae sangre como parte de un tratamiento, el tiempo depende de la cantidad de sangre que se necesite. La mayoría de las veces se tarda entre 2 y 3 minutos en obtener suficiente sangre para un análisis.
Cuando el laboratorio tenga la cantidad que necesita, la enfermera o el técnico le sacará la aguja del brazo, le quitará el torniquete y le vendará la zona. Es posible que te pidan que presiones suavemente la zona de gasa durante unos minutos hasta que deje de sangrar. Puede que incluso lleves el vendaje durante unas horas.
Riesgos y efectos secundarios
Hay pocos riesgos. Aunque el proceso puede resultarle incómodo, debería encontrarse bien poco después.
Si le molesta la visión de la sangre o le dan miedo las agujas, puede tener náuseas. No te sientas mal, es algo habitual. Incluso podría tener lo que se llama una reacción vasovagal. Esta respuesta física del sistema nervioso puede hacer que te sientas mareado, que empieces a sudar y que te baje el ritmo cardíaco o la tensión arterial. Incluso podría desmayarse.
Las técnicas de relajación, como la respiración profunda, pueden ayudar. También puedes mirar otra cosa para distraerte.
Si te sientes mareado después, túmbate o siéntate y pon la cabeza entre las rodillas hasta que dejes de sentirte mareado.
Al día siguiente, es posible que veas un enrojecimiento o un hematoma en el lugar donde ha entrado la aguja. El lugar también puede estar un poco dolorido. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen al poco tiempo.
Es posible que el médico te diga que bebas mucho líquido, que evites el alcohol y que no hagas ejercicio durante las siguientes horas.
Historia de la flebotomía
El ser humano lleva miles de años realizando sangrías. Comenzó con los egipcios y se extendió a los griegos y romanos antes de llegar a Asia y Europa.
Esta práctica fue en su día un tratamiento muy utilizado para muchas afecciones médicas como la fiebre, el dolor de cabeza, la pérdida de apetito y los problemas digestivos.
Se consideraba controvertida porque los médicos a veces extraían grandes cantidades de sangre. Este fue el caso de George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos. En 1799, después de estar al aire libre en un clima nevado, enfermó y desarrolló fiebre. Para tratarlo, sus médicos le extrajeron cerca del 40% de la sangre. Murió la noche siguiente.
Con el tiempo, se demostró que la sangría era un tratamiento ineficaz y, en algunos casos, peligroso. A finales del siglo XIX, ya no era tan común como antes.
Hoy en día, la flebotomía en la cultura occidental se utiliza para pruebas médicas y para tratar sólo algunas enfermedades sanguíneas específicas.