Moho
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Sus esporas pueden provocar congestión nasal, tos, dolor de garganta y picores. Si tienes alergia al moho, problemas pulmonares o un sistema inmunitario débil, estas esporas pueden provocar una infección pulmonar grave. El moho crece donde hay humedad, por lo que debes estar atento a las fugas en las tuberías, las paredes y el techo. Utiliza el aire acondicionado o un deshumidificador para mantener los niveles de humedad por debajo del 50%. Limpie el moho con agua y jabón, o utilice una taza de lejía doméstica en un galón de agua.
Radón
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Las rocas y el suelo liberan este gas. Hay un poco en el aire que nos rodea, pero es peligroso si queda demasiado atrapado en su casa. Sus partículas radiactivas causan daños cuando se respiran o se ingieren. Entra en los edificios a través de grietas y agujeros en suelos y paredes, y alrededor de las tuberías y el cableado. No se puede oler ni ver el radón, pero una simple prueba puede indicarle si su casa tiene demasiado. Si es así, contrate a un contratista certificado para que haga las correcciones necesarias.
Alfombra
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Puede atrapar polvo, moho, ácaros, suciedad y otros irritantes. Cuando la limpias o caminas sobre ella, esas partículas pueden llegar al aire. Los productos químicos utilizados para fabricar e instalar algunas moquetas también pueden ser perjudiciales para ti. Considera la posibilidad de colocar un suelo duro en su lugar, o utiliza alfombras que puedas limpiar fuera de tu casa. Si no puedes deshacerte de tu alfombra, utiliza una aspiradora con filtro HEPA al menos tres veces por semana y límpiala con vapor cada año.
Cucarachas
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Sus cacas y partes de su cuerpo pueden depositarse en el polvo de tus suelos, ropa de cama y muebles. Cuando se respiran esos irritantes, se pueden desencadenar alergias y problemas respiratorios, incluido el asma. Ayuda a mantener tu casa lo más limpia y seca posible, especialmente los tejidos y la moqueta.
Monóxido de carbono
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Los hornos, las chimeneas, los calentadores de agua, las secadoras y los coches pueden producir este gas que no puedes oler ni ver. Puede ser mortal si no se expulsa y se acumula en la casa. Instale detectores de monóxido de carbono en el interior de la vivienda y utilice los electrodomésticos correctamente. Los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono son dolor de cabeza, dificultad para respirar, visión borrosa y sensación de mareo, confusión, debilidad y náuseas. Si los tienes, busca aire fresco de inmediato y luego llama al 911.
Humidificador
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Añade humedad al aire. Pero no lo pongas y te olvides. Una humedad superior al 50% puede invitar a bacterias, hongos y otros gérmenes. Y el agua empieza a condensarse en las ventanas y otras superficies del hogar alrededor del 60%. Además, en el propio humidificador pueden crecer moho y bacterias que pasan al aire, a menos que lo limpies y seques a diario. Puedes medir los niveles de humedad con una herramienta llamada higrómetro de la ferretería.
Cortinas
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Pueden albergar ácaros del polvo, caspa de mascotas, moho y otros alérgenos. Lo mismo ocurre con las mantas, la ropa, las alfombras, las sábanas y otros tejidos de tu casa, pero las cortinas suelen ser más difíciles de limpiar. Utiliza persianas en su lugar y quítales el polvo con regularidad. O bien compre cortinas que puedan lavarse en agua a 130 grados para mantener la suciedad y los alérgenos al mínimo.
Productos de limpieza para el hogar
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Los ingredientes que contienen pueden irritar la garganta y los ojos, provocando dolores de cabeza, problemas respiratorios y otras dolencias. Algunos pueden incluso aumentar el riesgo de cáncer. Los aerosoles tienen compuestos orgánicos volátiles (COV), sustancias químicas que pueden causar daños. Y el amoníaco y la lejía pueden ser perjudiciales si no los manejas adecuadamente. Utiliza productos que tengan menos o ningún COV, fragancias e ingredientes inflamables. Cuando los utilices, mantén las puertas o ventanas abiertas.
Aire acondicionado y calefacción
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Estos sistemas modifican el nivel de humedad, polvo y gérmenes en tu casa. Asegúrate de que el tuyo está correctamente instalado y revisado, y cambia los filtros regularmente. Incluso puede probar un filtro especial HEPA que elimina las partículas más pequeñas del aire de su casa. Puede considerar la posibilidad de realizar una limpieza profesional si se acumula moho en el interior de los conductos de aire, si el polvo y los residuos los obstruyen o si plagas como los ratones u otros roedores hacen de ellos su hogar.
Pintura con plomo
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Si su casa fue construida antes de 1978, es probable que haya pintura con plomo en el interior o en el exterior. Si está en buen estado, puede no ser un problema. Pero cuando empieza a desconcharse, pelarse, agrietarse o desgastarse, puede formar polvo, que puede dañar el cerebro y otros órganos si el cuerpo lo absorbe. En los niños, puede causar problemas de comportamiento y aprendizaje. Un profesional puede analizar la presencia de plomo en su casa y decirle qué hacer para solucionar cualquier problema.