La tortícolis del adulto, también conocida como distonía cervical o cuello de gallo, es una enfermedad en la que los músculos del cuello entran en espasmo y tiran de la cabeza hacia un lado. La tortícolis suele ser dolorosa y puede provocar espasmos, torsiones y otros problemas incómodos de la postura del cuello.
Hay varios ejercicios que puede probar para reducir los síntomas de la tortícolis y evitar que se repitan con tanta frecuencia.
La tortícolis del adulto puede tener una gran variedad de causas, desde accidentes cerebrovasculares hasta medicamentos o lesiones. Independientemente de la causa, es importante tener cuidado al realizar los ejercicios para la tortícolis para evitar dañar los músculos del cuello.
Ejercicios para ayudar a la tortícolis en adultos
La tortícolis puede dificultar la realización de tareas cotidianas o incluso el giro del cuello. En la mayoría de los casos, los ejercicios y la fisioterapia para la tortícolis se centran en aliviar la tensión muscular y fortalecer los músculos que ayudan a la postura. Estos ejercicios pueden ayudar a reducir el dolor y las molestias, así como ayudar a que la cabeza vuelva a una posición neutral.
Entrenamiento de trucos sensoriales
El primer ejercicio es un ejercicio mental para ayudar a relajar los músculos rígidos del cuello. Un aspecto único de cualquier tipo de distonía es cómo reaccionan los músculos a los trucos sensoriales. Estos trucos implican el uso de los sentidos para indicar a los músculos que se liberen. En el caso de la tortícolis, muchas personas descubren que tocarse la cara en un lugar determinado ayuda a liberar los músculos del cuello agarrotados. Aunque se desconoce la razón exacta por la que esto relaja el cuello, los primeros estudios sugieren que ayuda al cerebro a centrarse en una entrada diferente a la de los músculos agarrotados. La ubicación del tacto es diferente para cada persona con tortícolis.
Para muchas personas, el simple hecho de imaginar la sensación de los trucos sensoriales es suficiente para ayudar a liberar sus músculos. Si ha identificado un truco sensorial, puede practicar imaginando esa sensación para ayudar a aliviar su tortícolis sin tener que tocarse la cara...
Tirones de cabeza hacia delante
Este estiramiento puede ayudar a liberar los músculos que suben por la espalda y los lados del cuello. Es útil si la tortícolis tira de la cabeza hacia atrás o hacia un lado.
Paso 1: De pie junto a un mostrador, coloque la mano derecha en la parte posterior de la cabeza. Sujete el borde del mostrador con la mano izquierda.
Paso 2: Gire lentamente la cabeza unos 45 grados hacia la derecha y luego mire hacia abajo. Debería sentir un estiramiento en el cuello y los hombros.
Paso 3: Si puede, utilice el brazo derecho para presionar suavemente la cabeza para profundizar el estiramiento. Mantén la posición durante 40 segundos.
Puede invertir este ejercicio para estirar los músculos del otro lado del cuello.
Rotaciones opuestas
Si su tortícolis implica principalmente una torsión hacia un lado, este ejercicio puede ayudar a estirar y fortalecer los músculos que se oponen a los músculos agarrados. ?
Paso 1: Póngase de pie y junte los dedos detrás de la cabeza. Extienda los codos hacia afuera.
Paso 2: Gire lentamente la cabeza en la dirección opuesta a la tortícolis. Mantenga los hombros y los brazos quietos.
Paso 3: Cuando sienta un estiramiento en el cuello, mantenga la posición durante treinta segundos y luego vuelva a la posición neutral.
Repita este ejercicio de tres a cinco veces al día.
Cuando te sientas cómodo haciendo este ejercicio por sí solo, puedes añadirle resistencia. Túmbese de lado con la cabeza sobre una almohada, con la tortícolis mirando hacia arriba. Gire suavemente la cabeza hacia la almohada y empuje la cara hacia ella, luego mantenga esta posición durante treinta segundos.
Tirones laterales de la cabeza
Si la tortícolis tira de la oreja hacia el hombro, este ejercicio puede ayudar a liberar esos músculos.
Paso 1: Colóquese junto a un mostrador para que la tortícolis le haga inclinar la cabeza hacia él. Sujete el mostrador con la mano más cercana.
Paso 2: Coloque la otra mano encima de la cabeza.
Paso 3: Incline la cabeza en dirección contraria al mostrador, dirigiendo la otra oreja hacia el hombro. Debería sentir un suave estiramiento. Utilice la mano sobre la cabeza para profundizar el estiramiento. Mantenga esta posición durante un máximo de cuarenta segundos. ?
Repite esto de tres a cinco veces al día?
Consideraciones de seguridad
El objetivo de los ejercicios de tortícolis es aliviar el dolor, no provocarlo. Si algún ejercicio para la tortícolis duele o parece empeorar la condición, detenga ese ejercicio inmediatamente.?
Si su tortícolis dura más de unos días o parece empeorar, debe hablar con su médico. La tortícolis crónica puede ser el resultado de una lesión grave o una afección cerebral.