Kumquats: Nutrición, beneficios, riesgos y preparación

El kumquat es un cítrico que se parece a la naranja pero tiene forma ovalada y es mucho más pequeño (1-2 pulgadas). Los primeros árboles de kumquat, también conocidos como fortunella, se cultivaron en China en el siglo XVIII. El nombre kumquat combina las palabras chinas gam, que significa oro, y gwat, otra palabra que designa a las mandarinas. El árbol llegó a Europa y Estados Unidos en el siglo XIX. Crece mejor en las zonas más cálidas, pero puede soportar el frío.

Los kumquats tienen una piel dulce, que se puede comer. El interior puede tener algunas semillas. No es muy jugoso, y a veces es lo suficientemente agrio como para que le lloren los ojos.

Hay varios tipos de kumquats. Los más populares son:

  • Nagami

  • Marumi

  • Meiwa

Los kumquats Nagami tienen forma ovalada o de pera y un sabor ácido, mientras que los Marumi y Meiwa son más redondos y dulces. Si está pensando en cultivar kumquats en su jardín, el árbol Meiwa es una opción popular para plantar en casa.

Beneficios nutricionales

Los kumquats tienen unas 13 calorías cada uno. Eso supone unas 90 calorías por ración. Tienen un alto contenido en vitaminas C (unos 8 mg cada una) y ofrecen algo de vitamina A (unos 3 mcg cada una). La piel está llena de fibra y antioxidantes (sustancias que pueden proteger las células). Los kumquats tampoco tienen colesterol y son bajos en grasa y sodio.

Beneficios para la salud

Vitamina C: Como tu cuerpo no la produce de forma natural, tienes que obtener la vitamina C de los alimentos -como los kumquats- o de las tabletas. Es importante para:

  • Los vasos sanguíneos, que llevan la sangre a tus tejidos y órganos

  • El cartílago, un tejido resistente pero flexible de tu cuerpo

  • Músculo

  • Colágeno, una proteína de los huesos que desempeña un papel en la salud ósea

  • Curación

Vitamina A: Los kumquats te ayudan a obtener este nutriente que es fundamental para muchas de las tareas de tu cuerpo, como:

  • Visión

  • Crecimiento

  • Reproducción

  • Inmunidad

La vitamina A también es un antioxidante. Eso significa que protege tus células de los efectos de los radicales libres. Esas son moléculas que tu cuerpo produce y que podrían desempeñar un papel en las enfermedades del corazón, el cáncer y otras enfermedades.

Fibra: Quizá ya sepas que comer fibra te ayuda a hacer caca más fácilmente. Ese tipo de fibra se llama fibra insoluble. La fibra soluble, que se disuelve en el agua y se encuentra en cítricos como los kumquats, puede reducir el colesterol y el azúcar en sangre.

Otros beneficios: Algunas investigaciones demuestran que cuando comes alimentos con alto contenido en antioxidantes, especialmente los kumquats, podrías reducir la probabilidad de padecer cáncer, ya que los antioxidantes ayudan a reparar los daños en el ADN relacionados con diferentes tipos de la enfermedad.

Los científicos también descubrieron que comer unos cuantos kumquats al día podía combatir el estrés y potenciar las células asesinas naturales (NK), que ayudan a deshacerse de las células cancerosas y otras infectadas por virus.

Riesgos

A veces la fruta cruda tiene gérmenes que pueden enfermar como la salmonela, la E. coli y la listeria. En Estados Unidos, los gérmenes de las frutas y verduras frescas son los culpables de casi la mitad de las enfermedades causadas por alimentos contaminados. La mejor manera de evitar estos gérmenes es cocinar el kumquat. Pero si quieres comerlo crudo, asegúrate de lavarlo bien con agua corriente.

También deberías:

  • Lavarse las manos y cualquier utensilio de cocina o superficie que haya utilizado, antes y después de preparar el kumquat.

  • Mantenga la fruta alejada de alimentos crudos como la carne, las aves y el marisco.

  • Refrigere el kumquat cortado, pelado y cocido en un plazo de 2 horas (1 hora si está a más de 90 grados) a 40 grados F o más frío.

Cómo preparar y comer

La mayoría de la gente come los kumquats crudos... ni siquiera es necesario pelarlos. Eso sí, asegúrate de eliminar las semillas.

También puedes disfrutarlos:

  • En mermelada, jalea o confitura.

  • Caramelo

  • En escabeche

  • En licor

Busca recetas en internet o en libros de recetas para conocer los ingredientes detallados y las instrucciones de cocción.

Elija kumquats que estén firmes en lugar de blandos. Asegúrate de guardarlos a temperatura ambiente durante unos días, o en el frigorífico hasta 2 semanas.

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