Puede que la berenjena brillante, morada y con forma de lágrima sea la única que conozca, pero esta versátil hortaliza viene en una variedad de colores y formas. Si profundiza un poco más en su mercado agrícola local, es probable que encuentre berenjenas ovaladas, largas y delgadas, y con forma de melón, con piel blanca, verde, rosa, naranja e incluso a rayas.
Cuando abra una, encontrará una carne blanca y carnosa, quizá con un toque de verde o amarillo, salpicada de pequeños racimos de semillas de color beige. Si el interior es marrón, es posible que la berenjena se haya estropeado.
La berenjena es una hortaliza de hoja perenne, como las patatas, los tomates y los pimientos. Es originaria de la India y Asia, donde todavía crece de forma silvestre. Las berenjenas llegaron a Europa con el imperio islámico en los siglos VII y VIII.
Los historiadores creen que los británicos acuñaron el término berenjena durante su ocupación de la India. La berenjena y la berenjena son otros de sus nombres.
La berenjena tiene un interior rico y carnoso que adquiere una consistencia cremosa al cocinarla. Esta textura tan abundante la convierte en un buen sustituto de la carne.
La berenjena se presenta en estas variedades:
-
Dusky o clásica -- la conocida forma de berenjena con piel morada brillante.
-
Épica -- con forma de lágrima y piel morada-negra
-
Campana negra -- con forma de pera y piel negra brillante
-
Cazafantasmas -- largo, blanco y ovalado.
-
Ichiban -- largo, delgado, de color púrpura.
-
Slim Jim -- delgado, de color púrpura brillante.
-
Huevo de Pascua -- pequeño y ovalado que se colorea de blanco, naranja, amarillo o verde.
Nutrientes por ración
Una porción de 3,5 onzas (100 gramos) de berenjena tiene:
-
Calorías: 25
-
Proteínas: 1 gramo
-
Grasa: 0,2 gramos
-
Carbohidratos: 6 gramos
-
Fibra: 3 gramos
Una porción también tiene vitaminas como:
-
Folato: 22 microgramos
-
Vitamina A: 23 UI
-
Vitamina C: 2,2 miligramos
-
Vitamina K: 3,5 microgramos
Obtendrás estos minerales en una porción:
-
Calcio: 9 miligramos
-
Hierro: 0,23 miligramos
-
Magnesio: 14 miligramos
-
Fósforo: 24 miligramos
-
Potasio: 229 miligramos
Beneficios para la salud
La berenjena ha sido un ingrediente de la medicina tradicional durante miles de años. En el antiguo sistema indio de medicina ayurvédica, los practicantes utilizaban la berenjena blanca para tratar la diabetes y las raíces para aliviar el asma.
Aunque la berenjena no es la hortaliza más nutritiva, sí que aporta un buen aporte de potasio y fibra. Y con sólo 25 calorías y menos de 1 gramo de grasa por ración, es un alimento bastante libre de culpa -siempre que no la mojes en aceite-.
La berenjena tiene antioxidantes como las vitaminas A y C, que ayudan a proteger las células contra los daños. También tiene un alto contenido en sustancias químicas vegetales naturales llamadas polifenoles, que pueden ayudar a las células a procesar mejor el azúcar si se tiene diabetes.
Los primeros estudios de laboratorio en células sugieren que la berenjena protege contra el tipo de daño al ADN que conduce al cáncer. Pero los investigadores todavía tienen que confirmar este beneficio en humanos.
¿Hay algún riesgo?
La berenjena y otras verduras de hoja caduca tienen la sustancia química solanina, que según algunas personas aumenta la inflamación y empeora enfermedades como la artritis. No hay pruebas sólidas de que la pequeña cantidad de solanina que contienen las berenjenas empeore los síntomas de la artritis. Pero si notas que el dolor de tus articulaciones se agudiza después de comer berenjena, evítala.
En raras ocasiones, las personas son alérgicas a la berenjena. Los síntomas de una reacción alérgica incluyen sarpullido, hinchazón de la cara, picor, urticaria y voz ronca.
Cómo preparar y conservar la berenjena
Antes de cocinar la berenjena, lávela y córtele los dos extremos. La piel está bien para comerla, pero tal vez quieras quitarla si la encuentras demasiado gomosa.
La berenjena es naturalmente un poco amarga. Espolvoréela con sal y déjela reposar durante 30 minutos. La sal eliminará parte del amargor. También evitará que la berenjena absorba demasiado aceite y se vuelva grasienta durante la cocción. Retira la sal antes de cocinarla.
Puedes asar, hornear, cocinar al vapor o saltear la berenjena. Cuando se corta, es un buen complemento para el curry y las sopas. Y, por supuesto, una de las recetas favoritas es la berenjena a la parmesana, pero ten en cuenta que pasar la berenjena por pan rallado y freírla en aceite añade calorías y grasa. Para hacer una versión más ligera, hornea la berenjena en lugar de freírla.
Para hornear una berenjena entera, primero hay que perforar la piel con un tenedor como se hace con una patata asada. Después de unos 30 minutos en el horno, puedes sacar el interior y rellenar la berenjena, o triturar la pulpa para hacer una sopa, un guiso o una salsa.
No cortes la berenjena hasta que estés listo para cocinarla. Estas verduras se estropean rápidamente. En su lugar, guárdala en el frigorífico, donde podrás conservarla con seguridad hasta una semana.