Glaucoma congénito primario: Causas, síntomas y tratamiento

Es un tipo de glaucoma, un grupo de enfermedades en las que la alta presión del líquido en el ojo daña el nervio óptico. Afecta a niños entre el nacimiento y los 3 años.

El glaucoma congénito primario (GCP) es una enfermedad grave que requiere atención. Afecta a uno de cada 10.000 niños. Los casos no tratados son una de las principales causas de ceguera infantil.

"Primario" significa que la enfermedad no es resultado de otra enfermedad o condición, como un tumor. "Congénita" significa que está presente al nacer.

Los médicos suelen detectarla entre los 3 y los 6 meses de edad, pero puede que no haya signos al principio. Se puede diagnosticar a partir de los 3 años.

Si la enfermedad se detecta pronto, entre el 80% y el 90% de los niños responden bien al tratamiento. No tendrán problemas de visión en el futuro.

Qué le hace a su ojo?

En un ojo sano, el líquido circula bajo una presión normal... y aporta nutrientes. Drena a través de una red de células y tejidos. Para reemplazar lo que se pierde, el ojo produce constantemente más. Con la GCP, este proceso se desvía. En la mayoría de los casos, el líquido no drena como debería y la acumulación hace que la presión del ojo aumente.

El nervio óptico, situado en la parte posterior del ojo, envía señales al cerebro. El aumento de la presión que se produce con el GCP daña las fibras que componen este nervio.

En la mayoría de los tipos de glaucoma, este daño se produce con el tiempo. A menudo, cuando se notan los síntomas, el daño ya está hecho. Una vez que se pierde la visión, no se puede recuperar.

¿Qué lo provoca?

Sabemos que si las células y los tejidos del ojo de un bebé no crecen como deberían antes del nacimiento, pueden tener problemas de drenaje después de nacer. Pero por el momento no se conocen bien la mayoría de las causas. Algunos casos son hereditarios, mientras que otros no.

¿Qué aumenta el riesgo?

Es difícil predecir qué bebés nacerán con ella. Los padres con antecedentes familiares de esta enfermedad tienen más probabilidades de transmitirla. Si su primer y segundo hijo la tienen, es probable que los siguientes también la tengan.

Aproximadamente el doble de niños que de niñas nacen con ella. A veces aparece sólo en un ojo, pero la mayoría de las veces afecta a los dos.

¿Cuáles son los síntomas?

Hay tres principales. Es probable que notes que tu bebé:

  • Cierra los párpados como si estuviera protegiendo su ojo

  • Parece dolorosamente sensible a la luz

  • Llora mucho

Según el grado de empeoramiento de la enfermedad, otros síntomas oculares pueden ser:

  • Una córnea nublada (la capa frontal de su ojo que normalmente es clara)

  • Uno o ambos ojos más grandes de lo normal

  • Enrojecimiento

Cómo se diagnostica?

Tu hijo necesitará una revisión ocular completa. Para los oftalmólogos no es fácil revisar los ojos de un bebé o de un niño pequeño, por lo que suelen hacerlo en un quirófano. Su hijo recibirá anestesia (medicamentos que le ayudan a dormir) durante el procedimiento.

El médico:

  • Medirá su presión ocular

  • Examinar minuciosamente todas las partes de su ojo

El médico hará un diagnóstico formal sólo después de descartar todas las demás condiciones que podrían haber causado los problemas de su hijo.

¿Cómo se trata?

La primera opción es casi siempre la cirugía. Como es arriesgado anestesiar a los niños pequeños, a los médicos les gusta hacerlo justo después de confirmar el diagnóstico. Si los dos ojos están afectados, el médico operará ambos al mismo tiempo.

Si no se puede operar de inmediato, el médico puede recetar gotas para los ojos, medicamentos para tomar por vía oral o una combinación de ambos para ayudar a controlar la presión del líquido.

Muchos médicos realizan un procedimiento llamado microcirugía. Utilizan pequeñas herramientas para crear un canal de drenaje para el exceso de líquido. A veces el médico implanta una válvula o un pequeño tubo para sacar el líquido del ojo.

Si los métodos habituales no funcionan, el médico puede realizar una cirugía láser para destruir la zona donde se produce el líquido. También puede recetar medicamentos para controlar la presión ocular después de la operación.

Podría haber complicaciones?

Sí. La más común es una reacción a la anestesia. Otras son:

  • La presión ocular no se reduce lo suficiente

  • La presión ocular se reduce demasiado

  • Ojo perezoso (ambliopía)

  • Desprendimiento de retina

  • Astigmatismo (una condición que causa visión borrosa)

  • Dislocación del cristalino

Como el aumento de la presión puede volver a aparecer en cualquier momento, su hijo necesitará revisiones periódicas a lo largo de su vida.

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