Se trata de un grano o absceso que se forma en el párpado superior o inferior.
A veces, las bacterias que normalmente viven en la superficie del párpado bloquean un conducto de aceite. Entonces se inflama. Otras veces, los gérmenes y las células muertas de la piel quedan atrapados en el borde del párpado.
La mayoría de las veces el orzuelo comienza como un grano junto a una pestaña. Se convierte en una protuberancia roja y dolorosa que puede durar varios días antes de reventar y curarse. Algunos orzuelos duran poco y se curan solos. Otros pueden requerir los cuidados de un médico.
Los orzuelos suelen estar en la superficie del párpado y son fáciles de ver. Pero pueden formarse en el interior del párpado. Un orzuelo interno (en la parte inferior del párpado) también provoca un bulto rojo y doloroso. Sin embargo, su ubicación impide que aparezca un punto blanco en el párpado. Este tipo de orzuelo también puede desaparecer una vez que la infección haya desaparecido. Algunos dejan un pequeño quiste lleno de líquido que el médico tendrá que abrir y drenar.
¿Qué causa los orzuelos?
Suele ser una combinación de una glándula sebácea obstruida y un determinado tipo de bacterias. Tu cuerpo está recubierto de miles de millones de bacterias amistosas que viven junto a ti. La mayoría de las veces no hay ningún problema. Pero cuando se dan las condiciones adecuadas, las bacterias producen en exceso y crean un grano.
¿Qué es un chalazión?
Si la glándula obstruida que produce el orzuelo no mejora nunca, se forma un tejido cicatrizado alrededor. El dolor desaparece pero queda un bulto. Los médicos lo llaman "chalazión" crónico.
Los orzuelos y los chalaziones suelen ser inofensivos. Rara vez afectan al globo ocular o a la vista. En raras ocasiones pueden causar infecciones graves en la cara, llamadas celulitis. Acuda a su oftalmólogo si siente un dolor importante o una hinchazón/enrojecimiento drástico de todo el párpado. Pueden aparecer a cualquier edad y tienden a reaparecer de vez en cuando, sobre todo en personas que tienen una irritación continua de los párpados (blefaritis) o una enfermedad de la piel llamada rosácea.