10 maneras de hacer que la dieta francesa funcione para usted

10 maneras de hacer que la dieta francesa funcione para usted

Cómo encajar las estrategias de la dieta francesa en un estilo de vida americano

Escrito por Elaine Magee, MPH, RD De los archivos del médico

Los estadounidenses parecen estar fascinados últimamente por todo lo francés. No hay un solo libro desde una perspectiva francesa que pretenda ayudar a los estadounidenses a perder peso, ¡hay un puñado!

Incluso hay libros de dietas francesas "para él" y "para ella". Está el superventas Las francesas no engordan, escrito desde la perspectiva femenina de Mireille Guiliano. Y ahora tenemos el punto de vista de un hombre francés en el libro La dieta francesa: Por qué las francesas no engordan, de Michel Montignac.

Entonces, ¿qué nos dicen todos estos franceses? ¿Y cómo podemos incorporar esta información a un estilo de vida estadounidense?

Un miembro del equipo editorial de Doctor Weight Loss Clinic que ha pasado mucho tiempo en Francia leyó recientemente French Women Don't Get Fat de principio a fin. Se llevó 10 joyas de la sabiduría francesa. Aquí están, junto con algunos consejos sobre cómo americanizar cada una.

1. Variedad, variedad, variedad.

Esfuérzate por comer una variedad de alimentos en cada comida, y durante cada día y semana.

Cómo americanizar esta sugerencia:

Aventúrate a salir de tu zona de confort alimentaria. Selecciona alimentos saludables que no hayas probado aún o recientemente, y mantén la mente abierta. No te limites a ir a los mismos restaurantes de comida rápida: prueba nuevos restaurantes (ya sabes, los que sirven opciones saludables). Y llene su plato (de tamaño más pequeño) con un surtido de alimentos, no sólo una gran porción del plato principal. Disfruta de una pequeña porción del plato principal junto con un surtido de frutas y verduras.

2. La calidad cuenta.

Haz tres comidas sólidas al día con alimentos de buena calidad. Sé selectivo con el lugar donde comes y donde compras los alimentos. Disfruta de panes, carnes, quesos, yogures, frutas y verduras frescas, vino y champán de calidad.

Cómo americanizar esta sugerencia:

Tal vez por necesidad económica, muchos de nosotros nos hemos metido en la cabeza que más es mejor cuando se trata de comida, No te creas la idea de que la cantidad es más importante que la calidad. Cámbiate a los alimentos de alta calidad que son un placer comer, y que vienen con un buen suministro de nutrientes, también. Aléjate de los alimentos basura y haz que cada bocado cuente. Si no sabe bien, no pierdas el tiempo (ni las calorías).

3. Presta atención a las porciones.

La clave para comer una variedad de alimentos en cada comida y disfrutar de tres raciones al día manteniendo un peso saludable es controlar el tamaño de las raciones. Trate de no comer en exceso ningún elemento individual o durante una sola comida.

Cómo americanizar esta sugerencia:

La mentalidad de "más grande es mejor" en Estados Unidos se traduce en un mayor tamaño de las raciones (y cuanta más comida tengas delante, más comerás). Así que cuando veas las palabras "todo lo que puedas comer", "supersize", "doble" o "jumbo"... ¡huye! En su lugar, busque las palabras "petite", "individual", "aperitivo", "pequeño" o "junior" cuando salga a cenar o a comprar comida.

4. Reducir la velocidad.

Disfruta de varios platos pequeños a lo largo de varios platos, permitiendo que tu cuerpo te haga saber cuándo has tenido suficiente.

Cómo americanizar esta sugerencia:

No ganas cuando eres el primero en terminar tu comida... pierdes. Si comes rápido, es más probable que comas más de lo que tu cuerpo necesita. La comida basura y la comida rápida están por todas partes en Estados Unidos, y hay algo en este tipo de comida que nos hace comer rápido también. Piensa en tus comidas no como algo para terminar rápidamente, sino como algo para tomarte tu tiempo y disfrutar. Prueba a dividir la cena en varios platos. Sirve primero la ensalada o la sopa, luego sigue con una pequeña porción del plato principal y después, quizás, una porción de fruta fresca. Comprueba cómo cambia la cantidad que comes y cuánto disfrutas de la comida. También puede ir más despacio prestando atención a la masticación de cada bocado, tomando sorbos de una bebida entre bocado y bocado, y teniendo una buena conversación o compañía a la hora de comer. Y prueba a utilizar un tenedor y un cuchillo para los alimentos que normalmente comes con las manos (como la pizza, las tiras de pollo o los tacos).

5. Joie De Vivre.

En francés significa tener alegría de vivir. Disfruta de lo que comes. Tómate tu tiempo con las comidas, come sólo cuando estés sentado y céntrate en disfrutar de lo que comes. Deja de lado cualquier sentimiento de culpa por la buena comida y el buen vino.

Cómo americanizar esta sugerencia:

No te distraigas durante la comida con la televisión, los libros/periódicos o el ordenador. Comer debe ser una experiencia placentera. Haz un esfuerzo para que cada comida o tentempié sea agradable. Encuentre lo que más le convenga: tal vez poner música clásica, comer al aire libre en su terraza, encender velas, usar su mejor vajilla y plata...

6. Placeres sensatos.

Si te gusta el chocolate, date un capricho regularmente con pequeñas cantidades de chocolate de alta calidad. La privación puede llevar a un exceso de indulgencia.

Cómo americanizar esta sugerencia:

Tendemos a ser una sociedad de "todo o nada". Pero existe la moderación. Si hay un alimento que realmente te gusta, aprende a disfrutar de pequeñas cantidades cuando sea el momento adecuado. Espera a tener hambre de verdad (o sed si se trata de una bebida), entonces ve a un lugar tranquilo y especial y saborea cada bocado. Si su placer es el chocolate, puede ser feliz con unos pocos bocados lentos y sensuales en lugar de tener que atragantarse con una barra entera. Si adoras el queso de lujo, disfrútalo con unas rodajas de pera fresca (u otra fruta) y ¡hazlo parte de tu comida!

7. El ejercicio es parte de la ecuación.

Cambia el concepto americano de "guardar un paso" por la idea de "caminar todo lo posible". Utiliza un podómetro si crees que te ayudará a recordar que debes moverte. Guiliano dice que no hay necesidad de esclavizarse en una máquina en el gimnasio si simplemente añades más caminatas a tu día. Sugiere comprar unas pesas de mano y usarlas dos o tres veces por semana para fortalecer los brazos y la parte superior del cuerpo.

Cómo americanizar esta sugerencia:

El típico estilo de vida estadounidense, con los desplazamientos al trabajo y los ordenadores, nos predispone al sedentarismo. Y muchos estadounidenses simplemente no son del tipo "simplemente camina más". Así que averigüe qué tipo de deportista es usted y prepare todo lo que le ayude a seguir haciendo ejercicio con regularidad, ya sea que necesite un gimnasio, un compañero, un podómetro, una máquina o un vídeo de ejercicio en casa, o lo que sea. Busca tanto formas formales de hacer más ejercicio (gimnasios, clases, aparatos) como informales (caminar desde el aparcamiento más lejano, subir las escaleras, pasear al perro, ir andando a una tienda o restaurante, moverte mientras hablas por teléfono, etc.).

8. No te guíes por los números.

Presta atención a cómo te sientes y cómo te ves; utiliza la prueba de la cremallera en lugar de la báscula. Busca un par de pantalones favoritos que te queden ajustados. Si sientes que la cremallera te aprieta, es el momento de reevaluar lo que comes, cuánto comes o si te has movido lo suficiente cada día.

Cómo americanizar esta sugerencia:

Si estás orientado a los números, aparta tu báscula de la vista para no tener la tentación de pesarte con demasiada frecuencia. Cambia tu atención de los números de la báscula a los de tu podómetro. Y compra en las tiendas de ropa en las que sueles tener una buena experiencia de "tallaje". Mi tienda favorita no tiene las tallas habituales; sólo tiene 0, 1, 2 y 3.

9. Usa la cabeza (o cuando todo falla, siempre hay intercambios).

Si almuerzas fuerte, disfruta de una cena más ligera o proponte dar un paseo más largo. Todos tenemos de vez en cuando días en los que no comemos tan bien o hacemos tanto ejercicio como deberíamos... simplemente no lo conviertas en una rutina.

Cómo americanizar esta sugerencia:

Odio decirlo pero: "No te preocupes, sé feliz". No te castigues por una comida pesada o un día sin ejercicio. Simplemente haz lo posible por compensarlo ese día (comer ligero en la siguiente comida o caminar después de cenar). Pero tampoco te obsesiones con esto. Si tienes hambre, come. Si aún no has hecho ejercicio, intenta encajar algún tipo de movimiento más tarde. No lo conviertas en un gran problema.

10. Terapia de H2O.

A menudo, cuando creemos que tenemos hambre, en realidad sólo tenemos sed. Prueba a beber un gran vaso de agua antes de comer un bocadillo y entre las comidas.

Cómo americanizar esta sugerencia:

Por suerte, a los estadounidenses les encanta el agua. Nos gusta de manantial, o embotellada con burbujas, o con esencia de lima o limón. La mejor manera de beber más agua es organizar tu vida para que sea conveniente. Guarda bolsas de té de hierbas en el trabajo para tomar una taza de té a primera hora de la mañana. Guarda tus aguas minerales favoritas en el frigorífico para tomarlas frías al llegar a casa. Llena tu coche de botellas de agua para poder disfrutar de ella cada vez que entres en él.

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