En el ajetreo del mundo actual, la mayoría de nosotros no tenemos tiempo para planificar y preparar las comidas, y mucho menos para prestar atención a lo que comemos. Es posible que piquemos cuando no tenemos hambre o que comamos lo que en realidad no nos apetece, y como resultado, nuestra relación con la comida se resiente y caemos en un patrón de vergüenza o culpabilidad.
Adoptar hábitos de alimentación consciente puede ser la solución que no sabías que necesitabas. La alimentación consciente es un enfoque de la comida que se centra en la conciencia sensual del individuo sobre la comida y su experiencia alimentaria. Tiene poco que ver con las calorías, los hidratos de carbono o las grasas.
Comer de forma consciente tiene que ver con la conciencia y la intención. El núcleo de esta estrategia de alimentación saludable consiste en reducir la velocidad y estar en plena sintonía con todos los sabores y texturas de la comida que se tiene a mano.
Beneficios de la alimentación consciente
La alimentación consciente se basa en la filosofía del mindfulness. Mindfulness es un término que hace hincapié en permanecer en el momento presente, observándonos a nosotros mismos y a nuestros pensamientos sin juzgarlos. En otras palabras, se trata de mantener la consciencia de lo que sea que sea tu foco de atención.
Puedes aplicar la atención plena a cualquier aspecto de tu vida, pero la "alimentación consciente" te anima a tomar conciencia de tus experiencias alimentarias específicamente.
El mindful eating... prestar atención a la comida de forma intencionada, momento a momento, sin juzgarla, es un enfoque de la comida que se centra en la conciencia sensual del individuo sobre la comida y su experiencia con ella. El objetivo de la alimentación consciente no es bajar los kilos de más, aunque los que adoptan este estilo de alimentación probablemente perderán peso. La intención es ayudar a los individuos a saborear el momento y la comida estando plenamente presentes durante la experiencia de comer.
Consejos para utilizar la alimentación consciente para mejorar tu bienestar
Comienza con tu lista de la compra. Considera el valor para la salud de cada artículo de tu lista. Cíñase a su lista para evitar las compras impulsivas cuando haga la compra y llene la mayor parte de su cesta en la sección de productos agrícolas. Evita los pasillos repletos de alimentos procesados y no mires las patatas fritas y los dulces en la caja.
Acude a la mesa con un apetito sano, pero no con un hambre voraz. Si te saltas las comidas, puedes tener tantas ganas de comer que tu prioridad será llenar el vacío en lugar de disfrutar de la comida.
Empieza con una ración pequeña. Puede ser útil limitar el tamaño de su plato a nueve pulgadas o menos.
Apague o silencie sus dispositivos. Incluso si come en casa, esto puede ayudar a minimizar las distracciones. Tómese el tiempo necesario para relajarse y disfrutar de su comida sin todas las interrupciones.
Tómate un momento para despejar la cabeza. Haz una pausa de unos minutos antes de empezar a comer para contemplar a todos y todo lo que ha costado traer la comida a tu mesa. Agradece en silencio la oportunidad de disfrutar de la comida y de tus compañeros.
Pon todos tus sentidos en la comida. Cuando estés cocinando, sirviendo y comiendo tu comida, estate atento a todo el aroma, el color, la textura e incluso los sonidos que hacen los diferentes alimentos mientras los preparas. Mientras masticas y comes la comida, intenta identificar todos los ingredientes, especialmente los condimentos.
Toma pequeños bocados. Cuando la boca no está llena, es más fácil saborear la comida por completo.
Mastica bien. Mastica hasta que puedas saborear la esencia de la comida. Dependiendo del alimento que esté comiendo, puede que tenga que masticar cada bocado de 20 a 40 veces. Se sorprenderá de todos los sabores que se liberan.
Nombra los sabores. Mientras comes la comida o el tentempié, piensa en los cinco sabores básicos que estás experimentando. Los cinco sabores básicos son umami, amargo, dulce, salado y ácido. A veces, los alimentos contienen más de uno, ¿puedes distinguirlos?
Fíjate en la textura. ¿El bocado es crujiente o cremoso? ¿Es seco o húmedo? Prestar atención a la textura de cada bocado puede ayudar a que su experiencia alimentaria sea más intencionada.
Coma despacio. Si sigue los consejos anteriores, no se atascará con la comida. Dedica al menos cinco minutos a comer con atención antes de charlar con los demás en la mesa.
Deja el tenedor. Entre bocado y bocado, deja los cubiertos en el plato para ayudar a ralentizar el ritmo. La alimentación consciente es una experiencia, no una carrera.
Los límites del Mindful Eating como potenciador del estado de ánimo
A medida que practiques la alimentación consciente, notarás que con el tiempo empezará a parecerte más y más natural. Te acostumbrarás a la sensación de darte permiso para ir más despacio, permanecer en el momento presente y disfrutar de la comida, quizá más que nunca.
Los beneficios de la alimentación consciente mejoran cuanto más lo haces. Sin embargo, el arte de la atención plena y la alimentación consciente nunca pretende sustituir el tratamiento de la salud mental. Si estás experimentando experiencias emocionales desafiantes que están interfiriendo con tu capacidad para funcionar o vivir una vida feliz, considera hablar con un profesional de la salud mental con licencia.