Información nutricional
Tamaño de la ración 1 onza líquida Calorías 11 % Valor diario* Grasa total 0 g 0% Grasa saturada 0 g 0% Grasa trans 0 g Colesterol 0 mg 0% Sodio 1 mg 0% Potasio 0 mg 0% Carbohidratos totales 3 g 1% Fibra dietética 0 g 0% Azúcar 3 g Proteínas 0 g 0%
*Los valores diarios porcentuales se basan en una dieta de 2.000 calorías. Sus valores diarios pueden ser mayores o menores dependiendo de sus necesidades calóricas.
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Vitamina C 0%
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Hierro 0%.
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Vitamina B6 0%
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Magnesio 0%
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Calcio 0%
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Vitamina D 0%
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Cobalamina 0%
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Vitamina A 0%
Las colas, también conocidas como refrescos, gaseosas, cocas, pops y sodas, son un refresco azucarado, aromatizado y carbonatado. La mayoría de las colas contienen cafeína y están endulzadas con azúcar o jarabe de maíz de alta fructosa. Las colas se remontan a 1886, año en que John Pemberton inventó la coca cola, que fue rápidamente imitada por otras empresas. En la actualidad, las dos empresas de cola más populares son Coca-Cola y Pepsi, con más de 2.800 productos de cola disponibles en más de 200 países.
Información nutricional
Una porción de 8 onzas de cola contiene:
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Calorías: 101
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Proteínas: 0 gramos
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Grasa: 0 gramos
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Carbohidratos: 26 gramos
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Azúcares: 26 gramos
La mayoría de las latas de refresco contienen 12 onzas de líquido, es decir, una ración y media. Además, la mayoría de las colas no contienen los principales minerales o vitaminas. La etiqueta de Coca-Cola dice "*No es una fuente significativa de grasas saturadas, grasas trans, colesterol, fibra dietética, vitamina D, calcio, hierro y potasio".
Muchos tipos de cola también contienen cafeína. Una botella de 20 onzas de Coca-Cola contiene 54 mg de cafeína.
Posibles beneficios de los refrescos de cola para la salud
Los riesgos para la salud asociados al consumo de colas provienen de su azúcar añadido, que suministra a tu cuerpo grandes cantidades del azúcar simple, la fructosa:
Aumento de peso
Los refrescos de cola contribuyen significativamente al aumento de peso. Múltiples estudios informan de una clara asociación entre el consumo de refrescos y el aumento de peso corporal. Las investigaciones también muestran que las personas tienden a beber refrescos azucarados además de las calorías que consumirían de otro modo. Una de las razones es que la fructosa produce menores cantidades de las hormonas que hacen que uno se sienta lleno. Además, los refrescos y otros carbohidratos líquidos también producen menos saciedad en comparación con los alimentos sólidos.
Adicción al azúcar
El azúcar puede ser adictivo, especialmente para las personas con otras formas de adicción. Algunas de las mismas partes del cerebro que intervienen cuando una persona abusa de las drogas también lo hacen cuando se come, lo que permite la creación de señales similares a las de la adicción cuando se ingieren ciertos alimentos.
Los primeros estudios realizados con ratas han demostrado que los atracones de azúcar pueden provocar los mismos signos de dependencia que los opiáceos. Sin embargo, los científicos no están de acuerdo en si el azúcar debe considerarse una adicción potencial, ya que se necesitan más pruebas en humanos.
Grasa del vientre
La cantidad y la ubicación del peso ganado por el consumo de fructosa crea sus propios riesgos para la salud. La fructosa genera grasa abdominal (grasa visceral), que ocupa el espacio entre los órganos, y grasa externa (grasa subcutánea), que se encuentra justo debajo de la piel. Incluso si tiene un peso saludable, la grasa abdominal puede ser peligrosa, ya que aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades cardíacas, síndrome metabólico, diabetes de tipo 2 y cáncer de mama.
Síndrome metabólico y diabetes
Consumir demasiada fructosa puede provocar resistencia a la insulina, una característica del síndrome metabólico. Usted puede volverse menos sensible a la hormona insulina, que elimina el azúcar de la sangre.
El síndrome metabólico suele preceder al desarrollo de la diabetes de tipo 2, otro peligro relacionado con las bebidas azucaradas. Incluso uno o dos refrescos de cola al día pueden aumentar el riesgo de diabetes de tipo 2 en más de un 20%.
Enfermedades del corazón
El consumo de azúcar está relacionado con la presión arterial alta, el colesterol elevado y el exceso de grasa, todo lo cual aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Cáncer
Los refrescos de cola y otras bebidas azucaradas se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer de páncreas. Las investigaciones también muestran que las mujeres posmenopáusicas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer de endometrio (o de útero) si consumen colas.
Caries dental
Tanto los ácidos como los azúcares presentes en los refrescos pueden contribuir a la aparición de caries y a una mala salud bucodental.
Gota
La gota es un tipo de artritis que se produce por la acumulación de ácido úrico, que provoca la formación de cristales en las articulaciones. Se sabe que la fructosa aumenta los niveles de ácido úrico, y los niveles altos de fructosa indican una probabilidad correspondiente de desarrollar gota.
Demencia
Los niveles elevados de azúcar en sangre se han correlacionado con un mayor riesgo de demencia, especialmente en forma de enfermedad de Alzheimer.
Alternativas más saludables
La próxima vez que quiera beber algo que no sea agua, pruebe una de estas alternativas más saludables:
Agua con gas aromatizada
Si lo que te apetece es la carbonatación, prueba el agua con gas. Puedes tomarla con o sin sabor añadido. Hay muchas marcas de agua con gas de sabor natural y sin azúcar disponibles en el mercado.
Zumo
Los zumos pueden tener sus propios riesgos para la salud relacionados con su contenido en azúcar. Sin embargo, si necesita una bebida dulce, el zumo puede aportarle algunas vitaminas y nutrientes.
Té helado
Si lo que necesitas es cafeína, prueba un vaso de té helado. Aromatiza con limón o con un chorrito de zumo para mantener el contenido de azúcar bajo. Si aún no es lo suficientemente dulce, utiliza stevia o edulcorantes naturales como la miel o el jarabe de arce.