Las alertas tempranas del sistema inmunitario inspiran nuevos remedios

Las alertas tempranas del sistema inmunitario inspiran nuevos remedios

Por Tara Haelle

20 de septiembre de 2022 - El sistema inmunitario se encuentra entre los más complejos y misteriosos del cuerpo humano, y es más versátil de lo que se entendía hasta ahora, informan los investigadores del campo emergente de la mecanoinmunología, que rastrea cómo nuestros cuerpos combaten las enfermedades y cómo intervenir con éxito.

A diferencia de otros sistemas que dependen de los órganos para funcionar, el sistema inmunitario utiliza millones de células especializadas diferentes para patrullar todos los rincones del cuerpo en busca de invasores y despacharlos según sea necesario. También depende en gran medida del microbioma, las bulliciosas comunidades de bacterias que llevan a cabo muchas de nuestras funciones esenciales, aunque no sean realmente células de nuestro cuerpo.

Los científicos aprenden cada día más sobre el funcionamiento del sistema inmunitario y, ahora, los investigadores del Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento, en Novato (California), han empezado a descubrir cómo las fuerzas físicas -y no sólo químicas- del entorno celular también desempeñan un papel vital en las funciones inmunitarias.

Ya se ha visto que la actividad mecánica desempeña un papel en otros sistemas corporales, en particular el cardiovascular y el esquelético. La acumulación en las arterias del corazón puede reducir el flujo sanguíneo, una presión excesiva sobre los huesos puede provocar fracturas por estrés y la presión sobre los tejidos puede causar cicatrices.

La idea de que las propiedades físicas, y no sólo las reacciones químicas, tienen un impacto significativo en la función inmunitaria es una idea nueva que apenas está empezando a recibir atención. El doctor Dan Winer, profesor asociado del Instituto Buck, descubrió en su estudio sobre la obesidad que el aumento del tejido graso activa la fibrosis -el tejido cicatrizal engrosado-, lo que desencadena que las células circundantes se pongan en alerta ante posibles amenazas para el organismo y respondan a las enfermedades crónicas.

Ahora, su laboratorio está ampliando su atención a la mecanoinmunología para descubrir cómo las fuerzas físicas influyen en la autoinmunidad, el aumento o la disminución de la inflamación y las fuerzas de curación tras una lesión tisular.

La ampliación de los conocimientos de los científicos sobre esas fuerzas abrirá la puerta a nuevas terapias para el tratamiento de las enfermedades, enfoques que se basan en el cambio del microentorno físico de los tejidos en lugar de administrar fármacos para inducir reacciones químicas. Por ejemplo, la cirrosis, una cicatrización del hígado, implica un tejido mucho más rígido que el tejido hepático sano circundante. Si los investigadores pueden desarrollar un tratamiento que reduzca esa rigidez, las células inmunitarias cercanas podrían reducir su respuesta inflamatoria en el hígado, lo que podría tener un impacto positivo en la enfermedad del hígado graso. Otras aplicaciones de este concepto podrían ser la respuesta terapéutica a las infecciones o la aceleración de la curación.

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