Los anacardos son muy apreciados en todo el mundo por su versatilidad y su rico sabor, ya sea como tentempié, como cobertura o en salsas y mantequillas.
Muchas personas consumen anacardos de forma habitual sin entender su origen. El anacardo puede parecer crudo y natural cuando se vende como tentempié, pero en su forma recién recogida, es en realidad tóxico. No se puede consumir con seguridad hasta que se haya tostado.
Incluso después del tratamiento térmico necesario, hay que retirar el exterior del anacardo para acceder al sabroso producto que contiene. Este proceso, que requiere mucho trabajo, no sólo explica el elevado precio del anacardo, sino también su preciada condición, incluso entre otros frutos secos similares.
Los anacardos son originarios de América Central y del Sur, así como de varias islas del Caribe. En estos lugares se disfrutan desde hace miles de años.
Los europeos conocieron este fruto seco a finales del siglo XVI. Después, se extendieron rápidamente a la India y a partes de África. No se popularizó en Estados Unidos hasta que la General Food Corporation empezó a distribuirlos a granel en la década de 1920. Hoy, sin embargo, los estadounidenses se encuentran entre los consumidores más dedicados de anacardos del mundo.
Beneficios para la salud
Ricos en proteínas, grasas saludables y antioxidantes como los polifenoles, los anacardos ofrecen una variedad de beneficios para la salud dignos de mención.
Reducción del colesterol
Los anacardos han recibido anteriormente una mala reputación por incluir grasas saturadas, pero esto puede no ser tan problemático como sugiere la etiqueta de saturado. Gran parte de la grasa de los anacardos procede de los ácidos esteáricos, que según los expertos tienen un impacto neutro en el colesterol sanguíneo. Las investigaciones sugieren que las personas que comen una pequeña porción de anacardos cada día ven una pequeña reducción del colesterol "malo" LDL.
Prevención de enfermedades cardíacas
Además de reducir las tasas de colesterol LDL, los anacardos pueden ayudar a prevenir las enfermedades del corazón debido a su alto contenido en magnesio. La ingesta adecuada de magnesio puede reducir el riesgo de cardiopatía isquémica, que suele producirse cuando el corazón no recibe suficiente sangre.
Prevención de accidentes cerebrovasculares
El magnesio de los anacardos puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Esta relación es más notable en el caso de los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, que son el resultado de un vaso debilitado que vierte sangre en el tejido cerebral al romperse.
Prevención o control de la diabetes
Los anacardos son bajos en carbohidratos, especialmente en comparación con otros aperitivos comunes. Esto limita su impacto en el nivel de azúcar en la sangre, lo que los convierte en una gran opción para quienes padecen diabetes de tipo 2, así como para quienes buscan prevenir esta enfermedad.
Nutrición
Los anacardos son una maravillosa fuente de grasas saludables, incluyendo las variedades monoinsaturadas y poliinsaturadas. Estos frutos secos son también una modesta fuente de proteínas. Por esta razón, suelen tener un gran protagonismo en las dietas de vegetarianos y veganos.
Los anacardos son también una excelente fuente de:
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Magnesio
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Manganeso
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Fósforo
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Zinc
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Vitamina B6
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Vitamina K
Nutrientes por porción
Una porción de una onza de anacardos contiene:
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Calorías 165
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Proteínas: Menos de 1 gramo
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Grasa: 14 gramos
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Carbohidratos: 9 gramos
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Fibra: Menos de 1 gramo
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Azúcar: 1 gramo
Aspectos a tener en cuenta
Los anacardos tienen un alto contenido calórico, por lo que es mejor disfrutarlos con moderación. Ten en cuenta al servir estos frutos secos que pueden provocar reacciones alérgicas graves en algunas personas.
Cómo preparar los anacardos
Los anacardos están disponibles todo el año en casi todas las tiendas de comestibles y cooperativas. También se pueden encontrar en muchas tiendas de alimentación especializadas.
Si se compran a granel, los anacardos deben transferirse a un recipiente hermético. Independientemente de cómo se almacenen, deben mantenerse alejados de fuentes de calor significativas. La temperatura ambiente es aceptable para el almacenamiento a corto plazo. A largo plazo, los anacardos pueden conservarse en el frigorífico o en el congelador.
Aunque a menudo se disfrutan solos como tentempié, los anacardos también pueden incorporarse a diversas comidas. No sólo proporcionan un delicioso sabor a nuez, sino también un satisfactorio crujido. Esto los convierte en una excelente opción para añadir textura a varios platos y productos horneados.
He aquí algunas formas convenientes de incluir los anacardos en sus comidas y aperitivos favoritos:
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Combina los anacardos con frutas secas, trocitos de chocolate y otros frutos secos para crear una mezcla de frutos secos.
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Mezcla anacardos con lechuga romana, tomates y un toque de aceite de oliva para obtener una ensalada sana y satisfactoria.
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Añade a un wrap con cubos de pollo, mostaza y mayonesa.
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Combinar con el coco, el jarabe de arce y los copos de avena. Mezclar estos ingredientes antes de hornear para formar la granola.
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Espolvorear anacardos salados sobre las judías verdes asadas.
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Disfruta con yogur, granola y fruta en un sabroso parfait.
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Prepáralo con arroz, salsa de soja, pollo y copos de pimienta roja en una olla de cocción lenta.
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Mezclar con los fideos lo mein recubiertos de salsa de ostras y salsa de soja.