Las infecciones de la vejiga son un tipo común de infección del tracto urinario (ITU). Las bacterias entran en la uretra y pasan a la vejiga, donde pueden multiplicarse rápidamente. Cualquiera puede tener una infección de vejiga, pero son especialmente frecuentes entre las mujeres.
Aproximadamente entre el 40 y el 60 por ciento de las mujeres desarrollarán una infección de la vejiga o una ITU en su vida, y aproximadamente una de cada cuatro mujeres tendrá una infección repetida. Las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir una infección de vejiga porque tienen una uretra más corta que los hombres. En consecuencia, las bacterias tienen menos distancia que recorrer para llegar a la vejiga.
Los síntomas más comunes de una infección de la vejiga son:
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Dolor o sensación de ardor al orinar.
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Sensación de orinar con frecuencia aunque la vejiga esté vacía
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Orinar con más frecuencia de lo habitual
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Dolor en la vejiga, el estómago o la pelvis
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Orina de aspecto turbio o con mal olor
La mayoría de las infecciones de la vejiga se clasifican como infecciones de la vejiga simples o sin complicaciones. Estos tipos de infecciones de la vejiga no suelen ser difíciles de tratar y responden bien al tratamiento.
Las infecciones complicadas de la vejiga implican situaciones en las que la persona tiene un sistema urinario anormal o condiciones médicas que deberán tenerse en cuenta a la hora de determinar un curso de tratamiento, como las mujeres embarazadas, la edad, la diabetes, la insuficiencia renal, etc. Esta situación puede dificultar el tratamiento de la infección o hacer que el tratamiento sea más largo. Los casos de infección de la vejiga en los hombres siempre se consideran infecciones complicadas de la vejiga, ya que su uretra más larga debería impedir que se produzca este tipo de infección.
Remedios para las infecciones de la vejiga
Si crees que tienes una infección de vejiga, debes ponerte en contacto con tu médico y programar una cita ambulatoria. Necesitarás medicación para eliminar la infección bacteriana. Dicho esto, hay remedios caseros que también puedes utilizar para aliviar los síntomas y ayudar al proceso de curación. Aquí hay cinco remedios y tratamientos para las infecciones de la vejiga que puede utilizar:
1. Consulta a tu médico para que te dé un antibiótico
Si te diagnostican una infección de vejiga, es probable que tu médico te recete un antibiótico oral. Los antibióticos actúan eliminando las bacterias que causan la infección de la vejiga. Las investigaciones han demostrado que los antibióticos son eficaces y dan mejores resultados que un placebo.
Es necesario que completes el tratamiento completo del antibiótico prescrito, incluso cuando empieces a sentirte mejor. Si deja el antibiótico antes de completar la prescripción, corre el riesgo de contraer otra infección. En el caso de una infección de vejiga sencilla o sin complicaciones, normalmente notarás una mejora de los síntomas uno o dos días después de empezar a tomar el antibiótico. El médico puede elegir un tratamiento con antibióticos que dure de tres a cinco días. En las infecciones de vejiga complicadas, el tratamiento es más largo, normalmente de siete a catorce días.
2. Bebe más agua
Cuando se trata de una infección de vejiga, es fundamental beber mucho líquido para ayudar a eliminar las bacterias de la vejiga. Los líquidos adicionales también ayudan a diluir la orina, lo que puede hacer que orinar sea menos doloroso mientras se cura la infección.
El agua es una excelente opción, ya que no contiene ningún irritante de la vejiga como otras bebidas, como la cafeína o los edulcorantes artificiales. Beber más agua también puede ayudar a prevenir las infecciones de la vejiga.
3. Bebe al menos una taza de zumo de arándanos al día
El zumo de arándanos y los arándanos rojos se recomiendan desde hace siglos como remedio para las infecciones de la vejiga y ayudan a sentirse mejor más rápidamente. Las investigaciones sugieren que el zumo de arándanos puede ayudar a proteger contra las infecciones de la vejiga y las infecciones urinarias debido a sus propiedades antibacterianas.
4. Aplicar una almohadilla térmica o una compresa caliente
Una almohadilla térmica o una compresa caliente pueden ayudar a aliviar las molestias de una infección de vejiga, especialmente por la noche.
5. Tomar analgésicos de venta libre
Aunque los antibióticos tratan la causa de la infección, no abordan los síntomas de dolor. Si sientes dolor en la zona de la pelvis, pregunta a tu médico si puedes tomar un analgésico de venta libre. Como alternativa, su médico puede recetarle fenazopiridina para ayudar a tratar los síntomas de dolor e irritación relacionados con la infección de la vejiga que pueda estar experimentando antes de que los antibióticos empiecen a hacer efecto.
Cuándo acudir al médico
Acuda al médico si tiene dolor o molestias al orinar u otros síntomas de una infección de la vejiga, especialmente si los síntomas han estado presentes durante dos días o más. Si una infección se prolonga demasiado, corre el riesgo de que la infección bacteriana se desplace a otras partes del cuerpo, incluidos los riñones. Por lo tanto, debe buscar tratamiento si nota los síntomas.
Su médico le hará un examen físico y recogerá una muestra de orina para enviarla al laboratorio y determinar si hay una infección. Las complicaciones de una infección de vejiga no complicada suelen ser poco frecuentes con el tratamiento antibiótico. Sin embargo, si presenta fiebre, escalofríos, náuseas o confusión, debe ponerse en contacto inmediatamente con su médico. Estos síntomas sugieren una infección más grave que se ha extendido a los riñones. Si tiene una infección renal, puede necesitar un tratamiento intravenoso de altas dosis de antibióticos, que puede requerir hospitalización.