Los efectos secundarios graves de los medicamentos para el TDAH son poco frecuentes, pero pueden ocurrir. Aprenda qué hacer si su hijo tiene efectos secundarios.
Los efectos secundarios más comunes de la medicación para el TDAH, como la pérdida de apetito, los dolores de cabeza, los problemas de sueño y el mal humor, suelen ser leves y no hay de qué preocuparse. En raras ocasiones, los niños sufren efectos secundarios más graves, como tics o alucinaciones, a causa de estos medicamentos.
A menudo, un cambio de medicación es suficiente para poner fin a estos efectos secundarios. Siempre que su hijo empiece a tomar un nuevo medicamento para el TDAH, aquí tiene algunas cosas a las que debe prestar atención e informar al médico de su hijo.
Tics
Los tics son movimientos rápidos, repentinos e incontrolables, a menudo en una parte del cuerpo. Un parpadeo repetido de los párpados o un movimiento de la cabeza son ejemplos de tics.
Algunos medicamentos estimulantes provocan tics como efecto secundario. En los niños que ya tienen tics, estos medicamentos, especialmente la dextroanfetamina, pueden empeorarlos.
Los tics pueden ser molestos tanto para ti como para tu hijo. Una solución fácil es pedirle a tu médico que cambie a tu hijo por otro estimulante. También puede probar uno de estos medicamentos no estimulantes que no causan tics:
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Atomoxetina (Strattera)
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Clonidina (Catapres, Nexicon)
Estos medicamentos podrían mejorar los tics en los niños que los tenían al principio.
Cambios en la personalidad
Los estimulantes no deberían cambiar la personalidad de su hijo. Pero pueden tener un efecto de aplanamiento o de zombi en algunos niños. Otros niños pueden volverse malhumorados o irritables mientras toman sus medicamentos. Estos efectos secundarios relacionados con el estado de ánimo suelen aparecer poco después de que el niño empiece a tomar un nuevo medicamento. Son señales de que la dosis es demasiado alta.
Un pequeño número de niños seguirá teniendo cambios de personalidad con una dosis más baja. El cambio a otro tipo de medicamento para el TDAH debería poner fin a este efecto secundario.
Problemas cardíacos
Los estimulantes pueden aumentar ligeramente la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Pero el riesgo de problemas cardíacos graves es bajo. En un estudio, los estimulantes aumentaron las probabilidades de problemas cardíacos en niños y adolescentes. Los problemas cardíacos seguían siendo poco frecuentes en ese estudio. Pero los niños que tomaban estimulantes tenían el doble de probabilidades de tener problemas que los que no los tomaban. Por otro lado, algunos estudios no han encontrado ningún aumento del riesgo.
Para estar seguros, el médico de su hijo debe realizar un examen físico y un historial médico antes de iniciar el tratamiento con un medicamento estimulante. Si su hijo tiene un problema cardíaco, un medicamento no estimulante puede ser una opción más segura.
Psicosis
Los niños que toman medicamentos estimulantes para tratar su TDAH tienen un riesgo ligeramente mayor de sufrir episodios psicóticos. Son rupturas de la realidad. En un estudio, 1 de cada 660 adolescentes y adultos jóvenes tuvo síntomas psicóticos, como alucinaciones y oír voces. El riesgo era aproximadamente el doble con anfetaminas como Adderall y Vyvanse que con metilfenidatos como Concerta y Ritalin.
Aunque este efecto secundario es poco frecuente, puede ser una buena idea que el médico haga una prueba a su hijo antes de recetarle uno de estos medicamentos. Los niños con antecedentes familiares o personales de psicosis pueden querer probar un medicamento no estimulante en su lugar.
Qué hacer
Siempre que su hijo reciba una receta para un nuevo medicamento para el TDAH, hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios y cómo manejarlos. Informe al médico sobre cualquier efecto secundario nuevo que tenga su hijo, incluso los más leves. Es posible que el médico pueda ajustar la dosis o cambiar a su hijo a una medicación diferente para evitar estos efectos.
