Un esqueleto de 31.000 años podría ser la primera amputación humana conocida
Por Ralph Ellis
9 de septiembre de 2022 - Un esqueleto de 31.000 años de antigüedad descubierto en una cueva de Borneo podría ser la evidencia más temprana de una amputación quirúrgica en humanos.
Al esqueleto encontrado en 2020 en Liang Tebo, una cueva de piedra caliza en el Borneo indonesio, le faltaba el pie izquierdo y parte de la pierna izquierda, según un estudio publicado en la revista Nature.
El hueso de la pierna tenía un corte limpio, a diferencia de un hueso que había sido aplastado, lo que llevó a los investigadores a concluir que fue eliminado "mediante una amputación quirúrgica deliberada en la posición de los ejes distales de la tibia y el peroné", informó Nature.
No había signos de infección, lo que descarta el ataque de un animal y demuestra que la persona recibió atención comunitaria después del tratamiento. La operación se llevó a cabo cuando la persona era un niño, y vivió entre 6 y 9 años más como amputado.
El hallazgo hace que los científicos se replanteen la idea de que los conocimientos médicos avanzaron cuando los pueblos pasaron de ser sociedades de forrajeo a sociedades agrícolas al final de la Edad de Hielo. Los habitantes de Borneo de hace 31.000 años eran recolectores.
Anteriormente, el primer indicio conocido de amputación se había encontrado en Francia, en el esqueleto de un agricultor de la Edad de Piedra de 7.000 años de antigüedad, cuyo antebrazo izquierdo estaba amputado por encima del codo, según un comunicado de prensa de la Universidad Griffith de Australia. (La universidad trabajó en el proyecto con el Centro de Arqueología, Lengua e Historia de Indonesia).
"Lo que el nuevo hallazgo en Borneo demuestra es que los humanos ya tenían la capacidad de amputar con éxito miembros enfermos o dañados mucho antes de que empezáramos a cultivar y a vivir en asentamientos permanentes", dijo en el comunicado de prensa el doctor Maxime Aubert, arqueólogo de la Universidad de Griffith y codirector del proyecto.
El hallazgo sugiere que "al menos algunos grupos humanos modernos que buscaban comida en Asia tropical habían desarrollado sofisticados conocimientos y habilidades médicas mucho antes de la transición agrícola del Neolítico", informó Nature.
Los investigadores determinaron que el esqueleto tenía 31.000 años de antigüedad comparando los dientes y los sedimentos del entierro mediante una datación por radioisótopos. La zona en la que se encontró el esqueleto cuenta con algunas de las primeras muestras de arte rupestre conocido.