Médula oblonga: Función, ubicación y posibles complicaciones

El cerebro se compone de muchas partes diferentes, cada una de ellas responsable de mantener ciertos procesos en el cuerpo o la mente. El bulbo raquídeo es una pequeña zona del tronco cerebral. Aunque puede ser pequeña, es increíblemente importante.

Qué es el bulbo raquídeo?

El bulbo raquídeo es una parte del tronco cerebral. El tronco encefálico es la parte del cerebro que se conecta con la médula espinal, una banda de tejido que conecta el cerebro hasta la parte baja de la espalda.

El tronco encefálico es una de las tres partes del cerebro. Se encarga de enviar mensajes desde el cerebro a todo el cuerpo. Estos mensajes ayudan a regular:

  • La presión arterial

  • Ritmo cardíaco

  • Respiración

  • Tragar

  • Audición

  • Equilibrio

  • El ciclo de sueño/vigilia

  • Las sensaciones faciales

Hay 12 nervios craneales diferentes, o nervios que parten del cerebro. Estos controlan cosas como el gusto, el movimiento facial y las sensaciones faciales. El tronco cerebral contiene 10 de esos 12 nervios craneales. 

Dónde se encuentra el bulbo raquídeo?

El tronco encefálico consta de tres partes: el mesencéfalo, el puente de Varolio y la médula oblonga. El mesencéfalo es la parte superior del tronco cerebral. El puente de Varolio es la parte media. En la parte inferior, conectada a la médula espinal, se encuentra la médula oblonga. Debido a su ubicación, el bulbo raquídeo desempeña un papel importante en el sistema nervioso.

A pesar de su importancia, el bulbo raquídeo es relativamente pequeño, sólo tiene unos dos centímetros de largo. Es más ancha en la parte superior, donde se conecta con el puente de Varolio, pero esa anchura sigue siendo de sólo unos 0,78 centímetros de ancho.

¿Qué hace la médula oblonga?

Cada parte del tronco cerebral tiene su propia función. El mesencéfalo se encarga de regular el movimiento de los ojos. El puente de Varolio controla los movimientos faciales, el equilibrio y la audición.

La función del bulbo raquídeo incluye una amplia gama de responsabilidades, como:

  • Enlazar tu sistema cardiovascular, el sistema que controla el corazón, y tu sistema respiratorio, el sistema que controla la respiración. Juntos controlan tu ritmo cardíaco, la respiración y la presión arterial.

  • Gestionar las conexiones nerviosas, ya que cuatro de tus 12 nervios craneales pasan por la médula oblonga.

  • Manejando el lugar donde se entrecruzan tus nervios relacionados con el movimiento.

  • Gestionar otros procesos automáticos como el equilibrio, la tos, los estornudos, la deglución y los vómitos.

A pesar del pequeño tamaño del bulbo raquídeo, en su interior ocurren muchas cosas. Las partes y sistemas del bulbo raquídeo incluyen:

  • Área postrema. El área postrema detecta las hormonas que controlan la presión arterial, el hambre, la sed y las náuseas y los vómitos.

  • Núcleo cuneado y núcleo grácil. Estos núcleos reciben información de las neuronas sensoriales del cuerpo. El núcleo cuneado lleva información de la parte superior del cuerpo, sin incluir la cara, mientras que el núcleo grácil procesa información de la parte inferior del torso y de las extremidades inferiores.

  • Núcleos olivares inferiores. La función de los núcleos bolivares inferiores es transmitir las señales procedentes de la médula espinal que tienen que ver con el aprendizaje y la coordinación motora. También libera enzimas necesarias para la producción de ciertas hormonas.

  • Lemnisco medial. El lemnisco medial es el lugar donde se cruzan las fibras compuestas por el núcleo cuneado y el núcleo grácil.

  • Decusación piramidal de la vía motora. También llamada vías piramidales, esta área ayuda a controlar los movimientos del cuerpo, incluyendo la deglución, el habla y las expresiones faciales.

  • Formación reticular. La formación reticular es un sistema en forma de red que se extiende por las tres zonas del tronco cerebral. La parte que se encuentra dentro del bulbo raquídeo ayuda a regular la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración.

  • Médula lateral ventral rostral y médula ventrolateral caudal. Estas dos áreas tienen diferentes responsabilidades, pero juntas crean el lugar donde su sistema cardiovascular y su sistema respiratorio se unen. 

  • Núcleo del soliloide. También llamado núcleo del tracto solitario, se trata de un grupo de racimos de células nerviosas que procesan la información del sistema nervioso, regulan la respiración y procesan el gusto. 

  • Núcleo trigeminal espinal. El núcleo trigeminal espinal procesa las sensaciones de la cara ipsilateral -es decir, del mismo lado-, como la temperatura, el dolor y el tacto.

  • Tracto espinotalámico. El tracto espinotalámico transporta información sobre el dolor, la temperatura o el tacto o las sensaciones incómodas.

Los cuatro nervios craneales que pasan por la médula oblonga son los nervios craneales IX, X, XI y XII. Cada uno tiene una responsabilidad diferente.

Nervio craneal IX. El noveno nervio craneal es responsable de muchas funciones de la boca, entre ellas:

  • La activación de las glándulas que producen la saliva

  • Controlar el reflejo nauseoso

  • Sentir cosas dentro de la boca

  • Probar las cosas

Nervio craneal X. También conocido como nervio vago, el décimo nervio craneal es una de las partes más importantes de tu sistema nervioso. Contiene los nervios de su sistema nervioso parasimpático, el sistema que relaja su cuerpo después de momentos de estrés y peligro. Las funciones del nervio vago incluyen:

  • Transmitir señales del sistema nervioso autónomo, el sistema que controla las actividades corporales inconscientes como el ritmo cardíaco y la digestión, a los órganos internos

  • Llevar señales para la caja de la voz

  • Llevar señales a los músculos que usas para tragar

Nervio craneal XI. El undécimo nervio craneal controla los músculos del cuello y de la parte superior de la espalda, lo que te permite encoger los hombros o girar la cabeza.

Nervio craneal XII. El duodécimo nervio craneal controla los músculos de la boca que hacen funcionar la lengua. Esto le permite hablar y tragar.

Trastornos y afecciones del bulbo raquídeo

Hay varias cosas que pueden causar daño y deterioro del bulbo raquídeo. Estos pueden tener consecuencias graves debido a lo valioso que es el bulbo raquídeo para su función cerebral.

Apoplejía. Un ictus se produce cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro. Esto impide que esa zona del cerebro reciba los nutrientes y el oxígeno que necesita y provoca la muerte de las células cerebrales. El tipo más común de ictus del bulbo raquídeo es el síndrome de Wallenberg, un tipo de ictus que afecta a un lado del bulbo raquídeo. Los accidentes cerebrovasculares suelen tratarse con medicación o cirugía.

Aneurisma cerebral. Un aneurisma cerebral es una protuberancia en uno de los vasos sanguíneos del cerebro. Esta protuberancia puede romperse, provocando una hemorragia cerebral y un ictus. Para reparar un aneurisma cerebral suele ser necesaria una intervención quirúrgica.

Tumores cerebrales y cáncer cerebral. Existen numerosos tipos de tumores cerebrales. Algunos son cancerosos y otros no, o benignos. Pero que un tumor sea benigno no significa que sea inofensivo. Dependiendo de su localización, un tumor puede dañar partes vitales de su cerebro. Los tumores cerebrales pueden requerir cirugía, radiación y quimioterapia.

Lesiones cerebrales traumáticas (TBI) y conmociones cerebrales. Las lesiones cerebrales traumáticas, incluidas las conmociones cerebrales, se producen cuando algún tipo de impacto hace que el cerebro se estrelle contra el interior del cráneo. Suelen estar causadas por caídas o accidentes de coche, pero también pueden ser causadas por deportes de impacto. Las LCT pueden causar muchas complicaciones, como hemorragias cerebrales y convulsiones. Puede ser necesaria una intervención quirúrgica para solucionar las hemorragias cerebrales. 

Hot