Una ducha caliente después de un largo día de trabajo puede resultar reconstituyente. O tal vez una ducha fría es justo lo que su cuerpo anhela para levantarse por la mañana.
Independientemente del tipo de ducha que prefiera, es probable que se sienta mejor al salir que al entrar. Tomar una ducha rápida y fría o un largo baño de vapor puede tener varios beneficios potenciales para la salud.
Sin embargo, si alguna vez te has parado a preguntar cuáles son los beneficios exactos de una ducha fría frente a una caliente, sigue leyendo para descubrir a qué temperatura deberías enjuagarte y si juega un papel importante en tu salud y bienestar.
Beneficios de la ducha fría
Como la mayoría de la gente, es posible que prefieras las duchas tibias a las frías; sin embargo, puede haber algunos enormes beneficios que te estás perdiendo si es así. Ducharse con agua de 50 a 60 grados Fahrenheit se considera una ducha fría. Echa un vistazo a los siguientes beneficios de tomar una ducha fría y ver si usted piensa que puede valer la pena el esfuerzo.
Duchas frías:
Mantienen el pelo brillante y la piel hidratada
Cuando nos duchamos con agua caliente, los poros se abren, pero las duchas frías pueden cerrarlos temporalmente y ayudarte a retener los aceites naturales de la piel y el cabello. Las personas propensas a la sequedad de la piel o preocupadas por un cabello seco y quebradizo pueden considerar la posibilidad de aclararse con agua fría de vez en cuando.
En cambio, si tienes brotes o sientes que tu piel necesita una buena limpieza, opta por una ducha de vapor.
Mejora la salud mental y aumenta la inmunidad
El agua fría estimula la producción de noradrenalina y beta-endorfinas. Cuando nos duchamos con agua fría se envían impulsos eléctricos desde nuestras terminaciones nerviosas al cerebro, y esta reacción química puede tener un efecto antidepresivo en algunas personas. Ducharse con agua fría puede evitar que te resfríes, ya que refuerza tu sistema inmunitario y te hace más resistente a las enfermedades.
Aumenta la circulación
Cuando nuestro cuerpo siente el agua fría, pasa de forma natural al modo de supervivencia y reacciona aumentando el ritmo cardíaco. El agua fría pone a su sistema circulatorio en marcha, haciendo que su corazón bombee más eficientemente y haciendo que la circulación general en todo su cuerpo mejore.
Con el aumento de la circulación, es posible que con el tiempo tu piel se limpie de las molestas manchas y tenga un aspecto más saludable en general. (Hacer al menos media hora de ejercicio al día es, en última instancia, la mejor manera de hacer que la sangre bombee, aunque no implique temblar todo el tiempo).
Tomar una ducha fría por la mañana también puede darte un impulso inicial de energía e incluso ayudarte a establecer una rutina regular. Cambia tu rutina de ducha y atrévete a girar la boquilla hacia el otro lado para variar. Mientras tu cuerpo lucha por mantenerse caliente, la reacción exacerbada impulsará temporalmente tu metabolismo y te ayudará a perder algo de peso.
Por supuesto, si su objetivo es perder peso, debe mantener una actividad física regular. Las duchas frías nunca deben considerarse un sustituto de otras terapias, regímenes de cuidado de la piel y ejercicio.
Beneficios de las duchas calientes
Después de un largo día de trabajo, seguro que sueñas con llegar corriendo a casa y meterte en una ducha caliente. A todo el mundo le gusta escaparse para darse un remojón en la bañera o una larga y cálida ducha. Sin embargo, quizá no sepas que cada vez que te das una ducha caliente, también disfrutas de algunos beneficios para la salud. He aquí algunos beneficios que las duchas calientes pueden tener en nuestra mente, cuerpo y piel.
Quemar algunas calorías
Cuando te sumerges en un baño caliente, estás eliminando algunas calorías mientras disfrutas de todos los maravillosos y relajantes beneficios de una bañera caliente. Sin embargo, los baños y las duchas calientes no deben utilizarse nunca como sustitutos del ejercicio, y debes limitar el tiempo que pasas en la ducha cuando utilizas agua caliente porque puede aumentar el riesgo de sufrir quemaduras o golpes de calor.
Mantener la piel limpia y sana
Tomar un baño o una ducha caliente puede ayudar a abrir los poros y eliminar las toxinas que quedan atrapadas en la piel a lo largo del día. El agua caliente puede dar lugar a una piel más fresca que se siente más hidratada.
Dormir mejor
Los músculos de tu cuerpo pueden sentirse tensos después de un largo día, y entrar en un baño o ducha caliente puede ayudarte a relajarte, calmando tu cuerpo a la vez que calma tu mente. Meterse en la ducha un par de horas antes de acostarse puede ayudar a conciliar mejor el sueño. Además, limpiarse antes de meterse en la cama reducirá la acumulación de gérmenes, suciedad, sudor y aceites corporales que pueden acumularse en la ropa de cama con el tiempo.
Hacer de las duchas nocturnas una parte regular de su rutina puede aumentar la calidad de su sueño y ayudar a aliviar el estrés.
Sin embargo, debe tener cuidado de no sumergirse en una bañera caliente durante demasiado tiempo antes de acostarse, y limitar su baño o ducha a unos 20 minutos. Además, experimenta todos los beneficios de la ducha antes de acostarte evitando las duchas demasiado calientes o frías.
La mejor temperatura para ducharse
Meterse en una ducha fría nunca es una experiencia agradable, pero hay algunos beneficios para la salud que puede obtener al enfrentarse a la experiencia. Las duchas frías pueden ayudar a reducir la inflamación, aliviar el dolor, mejorar la circulación, disminuir los niveles de estrés y reducir el dolor muscular y la fatiga. Las duchas calientes, por su parte, pueden mejorar la salud cardiovascular, aliviar las articulaciones rígidas y mejorar el sueño.
Saber cuándo hay que tomar una ducha caliente o fría es esencial. Ambas proporcionan increíbles beneficios para la salud y pueden afectar al cuerpo de forma diferente. Las personas con artritis, por ejemplo, pueden beneficiarse más de una ducha caliente por la mañana que de una fría, porque el agua es más suave para sus huesos y les permite experimentar una mayor movilidad. Sin embargo, un atleta que sufra una lesión deportiva podría beneficiarse de una ducha fría que le ayude a reducir la inflamación.
Evite tomar duchas demasiado frías o demasiado calientes, ya que podrían perjudicar su salud. Es importante saber el tipo de efecto que espera conseguir o los beneficios que le gustaría obtener de la ducha antes de decidir hacia dónde girar la boquilla de la ducha. En el futuro, esta útil guía puede ayudarle a determinar si debe tomar una ducha fría o caliente.