La valvulopatía tricúspide es una afección cardíaca que puede variar en cuanto a su gravedad. Algunas personas nacen con ella, y otras la desarrollan más tarde en la vida a través de cosas como una infección, una enfermedad o un traumatismo. Afortunadamente, es una enfermedad tratable con la que muchas personas viven.
El tratamiento depende de cómo haya empezado y de la gravedad de su caso.
Qué es la enfermedad de la válvula tricúspide?
El corazón mantiene el bombeo de la sangre por todo el cuerpo y está dividido en cuatro cámaras:
-
Aurícula derecha (parte superior derecha)
-
Ventrículo derecho (lado inferior derecho)
-
Aurícula izquierda (parte superior izquierda)
-
Ventrículo izquierdo (lado inferior izquierdo)
Estas cámaras están divididas por paredes delgadas y por las válvulas de su corazón. Las válvulas bombean sangre a cada sección a un ritmo rítmico y constante cuando funcionan correctamente.
La sangre que ya ha circulado por el cuerpo vuelve a entrar en el corazón a través de la aurícula derecha. Se desplaza a través de la válvula tricúspide hasta el ventrículo derecho. A continuación, se bombea a los pulmones para recoger más oxígeno. Una vez oxigenado, continúa hacia el lado izquierdo para ser distribuido por todo el cuerpo.
La válvula tricúspide puede funcionar mal de varias maneras, por lo que existen diferentes tipos de enfermedad de la válvula tricúspide:
-
Atresia tricuspídea. Se trata de un defecto de nacimiento. No hay una válvula tricúspide en el corazón, sino una fina pared de tejido entre la aurícula y el ventrículo derechos. La mayoría de las veces, un bebé afectado necesitará una intervención quirúrgica para que su corazón siga funcionando correctamente.
-
Regurgitación tricuspídea. La válvula tricúspide debe cerrarse herméticamente al enviar la sangre entre la aurícula y el ventrículo derechos. La regurgitación tricuspídea se produce cuando la válvula no se cierra correctamente, enviando la sangre de vuelta a la aurícula derecha y provocando un aumento de la presión sanguínea en la zona.
-
Estenosis tricuspídea. La válvula tricúspide es muy estrecha, lo que significa que se mueve menos sangre a través del corazón y circula hacia el cuerpo. Una acumulación de sangre en la aurícula derecha también puede provocar que se estire más y se dañe.
Síntomas de la enfermedad de la válvula tricúspide
A veces, la enfermedad de la válvula tricúspide leve no presenta ningún síntoma. Otras veces, los bebés que nacen con la enfermedad pueden tener:
-
Piel o labios de color azulado
-
Fatiga o cansancio constante
-
Dificultad para respirar o anomalías respiratorias
Es posible que las anomalías cardíacas de los bebés se detecten con una ecografía antes de que nazcan. Descubrir la afección a tiempo puede darle tiempo para prepararse y discutir las opciones de tratamiento con su proveedor de atención médica.
Cuando los adultos tienen un caso moderado o grave de valvulopatía tricuspídea, habrá síntomas notables. Eso puede incluir:
-
Fatiga
-
Un fuerte pulso o aleteo en el cuello
-
Hinchazón anormal en las manos, los pies o el estómago (edema)
-
Ritmo cardíaco irregular o soplo cardíaco
-
Piel fría al tacto
-
Dificultad para realizar respiraciones completas
-
Hígado hinchado o agrandado
Qué causa la valvulopatía tricuspídea en los adultos?
Los colgajos de tejido de las válvulas cardíacas se conocen como valvas, y ayudan a regular el flujo sanguíneo entre las cavidades del corazón. Una infección puede hacer que estas valvas se dañen o pierdan su forma adecuada. Esto puede dar lugar a problemas de circulación sanguínea en el corazón.
Algunas afecciones que pueden convertirse en enfermedad de la válvula tricúspide son:
-
Debilidad general del músculo cardíaco
-
Insuficiencia cardíaca
-
Presión arterial elevada en los pulmones (hipertensión pulmonar)
-
Traumatismos provocados por un infarto o una intervención quirúrgica
-
Cáncer y tratamiento de radiación
-
Enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide
-
Ciertos medicamentos
La enfermedad de la válvula tricúspide puede ocurrir al mismo tiempo que otras afecciones de las válvulas del corazón.
La fiebre reumática puede causar también la enfermedad de la válvula tricúspide. Sin embargo, las infecciones por fiebre reumática son ahora raras en los Estados Unidos, por lo que esta causa no se ve muy a menudo.
Diagnóstico de la enfermedad de la válvula tricúspide
Las personas que sospechan que tienen una enfermedad de la válvula tricúspide suelen someterse a un examen físico y a varias pruebas para obtener un diagnóstico preciso.
Durante la exploración física, el médico buscará irregularidades en la frecuencia cardíaca, el pulso y la presión arterial. Es posible que le pregunte sobre cualquier medicamento que esté tomando y sobre su historial médico. Si tiene síntomas compatibles con la valvulopatía tricuspídea, pueden solicitarle pruebas para examinarla más de cerca.
Las pruebas de imagen son la mejor manera de ver lo que ocurre en el interior del corazón. Su médico intentará obtener las imágenes más precisas recomendándole que se someta a una o varias de las siguientes pruebas:
-
Electrocardiograma (EKG),
-
Radiografía de tórax
-
Resonancia magnética del corazón
-
Angiograma coronario
-
Ecocardiograma (eco)
-
Ecocardiografía transesofágica
-
Análisis de sangre
Tratamiento de la enfermedad de la válvula tricúspide
Una vez diagnosticada la enfermedad de la válvula tricúspide, el tratamiento variará en función de la gravedad de la enfermedad y de si existen otras complicaciones.
La mayoría de los casos se tratan con medicación, cirugía o una combinación de ambas.
Medicación. La medicación puede ayudar a controlar los síntomas en los casos leves. Puede hacerlo tratando los síntomas o la enfermedad subyacente, lo que ayuda a que la válvula tricúspide funcione correctamente. Este tratamiento puede incluir medicación que:
-
Disminuye la capacidad de coagulación de su sangre (anticoagulantes)
-
Mantiene un ritmo cardíaco regular (antiarrítmico)
-
Relaja las venas y las arterias (inhibidores de la ECA)
-
Expulsa el agua sobrante del cuerpo (diuréticos)
-
Trata los latidos irregulares del corazón y la insuficiencia cardíaca
Cirugía. En casos graves, la cirugía podría ser su mejor opción para la recuperación. Dependiendo de la gravedad de su caso, su equipo sanitario podría recomendar la reparación de la válvula tricúspide o la cirugía de sustitución valvular.
La reparación de la válvula suele ser menos invasiva. El cirujano reparará los daños en la válvula, las valvas o los colgajos de tejido.
La cirugía de sustitución valvular consiste en la colocación de válvulas nuevas, ya sea de origen biológico, como tejido propio o de un donante, o de una válvula metálica instalada en el corazón.
Su médico le hablará de las mejores opciones para su caso individual y de la mejor manera de avanzar.
Con cualquier opción de tratamiento, tendrá que hacer un seguimiento con su médico para controlar su estado. Después, muchas personas que toman medicación o se someten a una intervención quirúrgica para la valvulopatía tricúspide llevan una vida normal.