Impulso del betacaroteno
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Al igual que sus primos anaranjados, la zanahoria y el boniato, las calabazas son ricas en betacaroteno. Tu cuerpo transforma este antioxidante en vitamina A. Necesitas la vitamina A para ver, para protegerte de los gérmenes y para que tu sistema reproductor funcione como debe. También ayuda a mantener sanos el corazón, los pulmones, los riñones y otros órganos.
Agudiza la vista
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Una taza de calabaza puede aportarte el 200% de la ingesta diaria recomendada de vitamina A. Si lo consigues, tus ojos te lo agradecerán. La vitamina A te ayuda a tener unos ojos sanos y a ver con más claridad, especialmente en condiciones de poca luz.
Reduce el riesgo de cáncer
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El aporte de vitamina A de la calabaza conlleva otro factor importante: un menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de pulmón o el de próstata. No se obtiene la misma protección sólo con los suplementos de vitamina A.
Aumenta tu inmunidad
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Además del betacaroteno, las calabazas ofrecen vitamina C, vitamina E, hierro y folato, todo lo cual fortalece su sistema inmunológico. Una mayor cantidad de calabaza en tu dieta puede ayudar a tus células inmunitarias a trabajar mejor para evitar los gérmenes y acelerar la curación cuando te hagas una herida.
Ayuda a la hipertensión
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El intenso color naranja de la calabaza también es señal de que está repleta de potasio. Éste es crucial para reducir la presión arterial. Las semillas de calabaza sin sal también están repletas de minerales y esteroles vegetales que aumentan los niveles de colesterol HDL (el "bueno") y también ayudan a mantener bajas las cifras de la presión arterial.
Potasio en abundancia
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Más buenas noticias sobre el poder del potasio de las calabazas: los estudios demuestran que unos niveles más altos de potasio pueden reducir el riesgo de infarto, cálculos renales y diabetes tipo 2. Otra ventaja: el potasio también puede aumentar la densidad mineral ósea, impulsando la salud de tus huesos.
Recorta tu barriga
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Las calabazas son ricas en fibra y bajas en calorías. Eso significa que te hacen sentir lleno sin aumentar tu ingesta total de alimentos del día. Si buscas una forma saludable de llenarte, la calabaza rica en nutrientes es una buena opción. El aumento de la fibra en tu dieta también promueve la salud digestiva, así que lo que entra sale regularmente.
Duerme más profundamente
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Las semillas de calabaza tienen triptófano, un aminoácido que ayuda a producir una sustancia química llamada serotonina. Además de hacer que te sientas bien, la serotonina también es una pieza clave para promover el buen sueño.
Calma la piel
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El poder antioxidante del betacaroteno de la calabaza actúa para combatir los efectos del envejecimiento en tu piel. También ayuda a aliviar la inflamación, lo que mantiene tu piel -y tu cuerpo- más tranquilo y feliz.
Ayuda a tu corazón
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Las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas disminuyen a medida que aumenta el consumo de fibra, y la calabaza está cargada de ella. Pero no es sólo la fibra lo que cuida de tu corazón: la vitamina A y el potasio que obtienes cuando añades calabaza a tu dieta también juegan un papel en la salud del corazón.
Las mejores formas de comer calabaza
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Con todas las bondades que ofrece la calabaza, seguro que un café con leche extragrande con especias de calabaza y una magdalena de calabaza no hacen daño. Pero los expertos dicen que hay que esperar. La mejor manera de obtener los beneficios de la calabaza para la salud es evitar el azúcar y el procesamiento de los productos horneados o el sabor a calabaza. Opta por opciones más sanas, como la calabaza asada, el puré de calabaza, el hummus de calabaza o la sopa de calabaza.