La luz azul de los teléfonos móviles y otros dispositivos podría estar causando arrugas

La luz azul de los teléfonos móviles y otros dispositivos podría estar causando arrugas

Por Jay Croft

Si quieres que tu piel muestre menos signos de envejecimiento, como las arrugas, harías bien en dejar el móvil, según sugiere un nuevo estudio.

La luz azul de las pantallas de los teléfonos inteligentes, los ordenadores y otros aparatos "puede tener efectos perjudiciales en una amplia gama de células de nuestro cuerpo, desde las células de la piel y de la grasa hasta las neuronas sensoriales", afirma la científica de la Universidad Estatal de Oregón Jadwiga Giebultowicz sobre el estudio, publicado en la revista Frontiers in Aging.

"Nuestro estudio sugiere que evitar la exposición excesiva a la luz azul puede ser una buena estrategia antienvejecimiento", añadió Giebultowicz.

Los rayos ultravioleta, o UV, del sol dañan el aspecto y la salud de la piel. Los médicos siguen estudiando los daños causados por las pantallas de los dispositivos a los que la mayoría de la gente se expone a lo largo del día. Estos dispositivos emiten luz azul.

"El envejecimiento se produce de varias maneras, pero a nivel celular, envejecemos cuando las células dejan de repararse y producir nuevas células sanas. Y las células que no funcionan correctamente son más propensas a autodestruirse, lo que tiene ramificaciones no sólo en términos de apariencia, sino para todo el cuerpo", escribió el New York Post. "Es la razón por la que los ancianos tardan más en curarse, y sus huesos y órganos empiezan a deteriorarse".

Giebultowicz dijo que el estudio demuestra que ciertas sustancias del cuerpo, llamadas metabolitos, son indicadores esenciales del funcionamiento de una célula. Estos metabolitos se producen de forma natural a medida que el cuerpo convierte los alimentos y las bebidas en energía, un proceso llamado metabolismo. La investigación indica que estas sustancias se ven alteradas por la exposición a la luz azul.

Más concretamente, los investigadores descubrieron que los niveles de succinato, o ácido succínico, en las moscas de la fruta aumentaban bajo una luz azul excesiva, mientras que el glutamato disminuía, escribía el periódico.

Los investigadores afirmaron que los insectos "son un análogo apropiado para los humanos" porque comparten los mismos dispositivos de señalización.

Las moscas fueron expuestas con más luz azul de la que reciben habitualmente las personas. Giebultowicz dijo que es necesario realizar investigaciones futuras en células humanas.

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