No lo uses todo el tiempo
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La lejía es muy fuerte. Acércate a ella para blanquear la ropa o limpiar fluidos corporales como sangre, vómito o caca. También es una buena forma de desinfectar las superficies que se tocan mucho. Es decir, cosas como pomos de las puertas, encimeras o interruptores de la luz. Córtalo siempre con agua.
No lo mezcles con amoníaco
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Esto forma un gas tóxico llamado cloramina. Puede dañar el tejido de tus ojos, garganta, nariz y pulmones. También puede causar problemas respiratorios.
No pongas demasiada cantidad en tu lavandería
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No lo viertas directamente sobre tus cosas. Y no uses más de lo indicado. Eso podría dañarlas. La lejía es un buen quitamanchas, pero no puedes usarla en todo. No es bueno para el spandex, la lana, la seda o el cuero. Consulta siempre la etiqueta para saber cómo lavar la ropa.
No limpies tu teléfono con lejía
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La lejía puede dañar el revestimiento de la pantalla resistente a las huellas dactilares. Puede que esté bien utilizar una toallita con alcohol o desinfectante. Consulta con la empresa que fabrica tu teléfono para estar seguro. No importa con qué limpies, no dejes que la humedad se acerque a las aberturas.
Protégete
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La lejía puede quemarte la piel si es muy fuerte. Los vapores podrían molestarte los ojos y los pulmones. Llevar gafas, mascarilla y guantes ayuda. También debes cubrirte los pies y llevar mangas y pantalones largos. Recuerda que la lejía puede manchar tu ropa, así que no te pongas nada que te guste mucho.
No mezcles con ácidos
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El gas cloro se forma cuando mezclas la lejía con ácidos como el vinagre o el desatascador. Es peligroso respirar demasiado. Puede hacer que tosas o resuelles. Los ojos, la nariz y la garganta pueden arder.
No lo uses en metales
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La lejía es corrosiva. Puede erosionar, o corroer, las superficies metálicas. No la uses sobre cobre, acero inoxidable, aluminio u otros metales. Y no utilices lejía para eliminar el óxido, especialmente en la tela. Sólo hará que la mancha sea permanente.
Abre las ventanas y las puertas
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Debe tener mucho cuidado con la lejía si tiene alergias o una condición de salud que le dificulte la respiración. Esto incluye el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Abrir las ventanas o las puertas ayuda a ventilar la casa. Encienda un ventilador para dar un empujón adicional a los gases.
No utilices una botella vieja
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Tienes 24 horas para usar la lejía mezclada con agua. La lejía pura sirve para 3-5 meses. Mantén la botella alejada del calor y de la luz solar. Tírala siempre 1 año después de haberla hecho. Busca una cadena de letras y números en la etiqueta. Por ejemplo, puede ver MR20106. Eso significa que se fabricó en 2020, el día 106 del año. No te preocupes por las letras.
No lo tires por el desagüe
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Podría dañar tus tuberías o mezclarse con otros productos químicos. Prueba con bicarbonato de sodio en su lugar. Puedes tirar un puñado por el desagüe y seguir con un chorro de agua caliente. También puedes echar una taza de vinagre por el desagüe. Déjalo reposar en tus tuberías durante 30 minutos y luego deja correr el agua caliente.
Limpia primero con agua y jabón
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La lejía no puede acabar con el polvo y la suciedad. Eso es en parte porque una gruesa capa de suciedad protege a los gérmenes. Utiliza agua y jabón para limpiar. A continuación, cubre toda la superficie con la mezcla de lejía para que quede visiblemente húmeda. Deja que se seque al aire.
No lo uses en la comida
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Está bien usar lejía mezclada con agua en los utensilios para comer o en superficies como las encimeras. Pero no laves tus frutas y verduras con ella. Limítate a fregarlas bajo el grifo.