La diabetes es dura para el corazón. La enfermedad provoca daños que obligan al corazón a trabajar más para llevar sangre, oxígeno y nutrientes al resto del cuerpo. Con el tiempo, estos cambios pueden provocar una insuficiencia cardíaca.
Pero usted tiene el poder de mantener su enfermedad bajo control y combatir los síntomas de la insuficiencia cardíaca antes de que se manifiesten. Y puede empezar con pequeños cambios en su rutina diaria.
Conozca sus medicamentos.
Cuando se tiene diabetes e insuficiencia cardíaca, es probable que se tomen muchos medicamentos diferentes. Es importante entender cómo ayuda cada uno de ellos a su corazón.
Algunos de sus medicamentos ayudan a que su corazón bombee mejor. Otros alivian los síntomas de la insuficiencia cardíaca, como la acumulación de líquido en el organismo o la dificultad para respirar. Y algunos medicamentos también ayudan a evitar que la insuficiencia cardíaca empeore.
Debe:
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Llevar una lista actualizada de todos sus medicamentos y la dosis que toma.
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Comparta la lista con todos sus médicos para asegurarse de que los nuevos medicamentos o suplementos no afectan a lo que ya está tomando.
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Pregunte por los efectos secundarios a los que debe prestar atención.
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Pregunte a su médico si debe cambiar algún medicamento si sus síntomas de insuficiencia cardíaca empeoran.
Comprueba regularmente tu nivel de azúcar en sangre.
Un nivel de azúcar en sangre saludable es una de las mejores cosas que puede hacer por su corazón. Con el tiempo, el exceso de azúcar y la resistencia a la insulina pueden provocar una inflamación que daña los vasos sanguíneos y los nervios y músculos del corazón.
Si te examinas regularmente el nivel de azúcar en sangre, te darás cuenta de si tiende a ser demasiado alto. Es más fácil hacer cambios en la medicación para reconducirla antes de que empiece a causar problemas mayores. Su médico puede indicarle la frecuencia con la que debe hacerse la prueba.
Pésate cada mañana.
Uno de los primeros signos de insuficiencia cardíaca suele ser un aumento de peso repentino que no puede explicar. Así que cada mañana, después de ir al baño y antes de desayunar, súbase a la báscula. Si el número sube de 2 a 3 libras en un día, o más de 5 libras en una semana, informe a su médico. (Asegúrese de utilizar la misma báscula cada vez que se pese).
Preste atención a cómo se siente. Si notas que te falta el aire o que se te hinchan los pies, las piernas, los tobillos o el estómago, es otra razón para avisar a tu médico.
Añade una ración de verduras.
Cuando aumentas la cantidad de verduras en tu dieta diaria, también le das un empujón a la salud de tu corazón. Las verduras tienen nutrientes que combaten la inflamación, que es clave para proteger el corazón.
La inflamación a largo plazo está relacionada con muchas enfermedades, como la diabetes y las cardiopatías. Puede irritar los vasos sanguíneos, aumentar la probabilidad de que las arterias se obstruyan y desencadenar coágulos de sangre que provoquen un ataque al corazón.
Las verduras, como los tomates, la remolacha, la col rizada y las espinacas, están llenas de vitaminas y nutrientes, llamados antioxidantes, que pueden proteger el corazón y los vasos sanguíneos del daño de la inflamación. También puedes obtener estos nutrientes de otros alimentos, como:
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La fruta, especialmente las bayas, las cerezas y las naranjas
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Hierbas como el jengibre y la cúrcuma
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Aceite de oliva
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Nueces
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Pescados grasos como el salmón, el atún y las sardinas
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Cereales integrales
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Judías
Ir a la cama a tiempo.
Un horario de sueño regular -acostarse y levantarse a la misma hora cada día- es una forma fiable de asegurarse de que se obtiene el descanso que es fundamental para un corazón sano. El sueño es el tiempo que el cuerpo necesita para recuperarse del desgaste del día.
Si tiene insuficiencia cardíaca, puede ser más difícil dormir bien por la noche. Puede tener síntomas como dificultad para respirar cuando se acuesta o necesidad de levantarse para orinar. Esto puede dificultar un sueño reparador e ininterrumpido.
Si tiene este tipo de síntomas, asegúrese de decírselo a su médico. Pueden ser un signo de que la insuficiencia cardíaca no está controlada. Los medicamentos para la insuficiencia cardíaca también pueden hacer que necesite orinar con más frecuencia. Si las idas al baño le impiden tener un sueño reparador, pregunte a su médico si puede ajustar el horario de su medicación para evitar levantarse. Beber menos líquido por la noche también puede ayudar.