Los parches oculares pueden ayudar a tratar algunos tipos de problemas de visión, especialmente en el caso de los niños. Dependiendo del problema, puede ser necesario llevarlo durante varias horas al día.
Qué es un parche ocular?
Un parche ocular es un trozo de tela u otro material que se lleva sobre el ojo. Bloquea la visión de un ojo y trata algunos problemas de visión con lo que se llama terapia de oclusión. También es habitual llevar parches después de procedimientos oculares.
Para qué se utiliza un parche ocular?
Los parches oculares tienen unos cuantos usos clave en el cuidado de los ojos.
Protección. Los parches oculares cubren el ojo, por lo que son una gran manera de protegerlo después de una cirugía u otros procedimientos. Pueden ayudar a prevenir la infección después de una operación de cataratas y evitar que el polvo u otros elementos entren en el ojo y causen irritación. Un parche también puede ayudarle a evitar frotarse o tocarse el ojo después de la operación.
Curación. Llevar un parche después de una intervención puede proteger el ojo y darle tiempo para que sane. Puede empezar con vendas de gasa. Su suave presión puede ayudar a reducir la hinchazón y los hematomas.
Ojo vago. Los parches oculares para niños son un tratamiento habitual para algunas afecciones oculares, como la ambliopía, también llamada ojo vago. Esta afección se produce cuando la visión no se desarrolla con normalidad en los primeros años de vida. Provoca problemas de visión, y el ojo se desvía hacia dentro o hacia fuera. Un parche en el ojo es un tratamiento habitual.
Estrabismo. A veces, los médicos recomiendan un parche para el estrabismo. También llamado estrabismo, el estrabismo se produce cuando los ojos están mal alineados. Un ojo se desvía hacia dentro, hacia fuera o hacia arriba mientras el otro mira de frente, lo que puede causar problemas de visión. Sin tratamiento, puede desarrollar un estrabismo, de donde procede el nombre de esta afección.
Visión doble. Un parche ocular también puede tratar la visión doble (diplopía). La visión doble se produce cuando se mira una cosa pero se ven dos imágenes de ella. La visión doble que se produce cuando los dos ojos están abiertos se llama diplopía binocular. Cerrar un ojo suele ayudar, por lo que el médico puede recomendar un parche ocular como tratamiento.
Tipos de parches oculares
Hay unos cuantos tipos de parches oculares. La mayoría se pueden comprar sin receta en la farmacia o en el oftalmólogo. Si el parche es un tratamiento para corregir la mala visión, asegúrate de que quede bien ajustado alrededor del ojo. De este modo, ni tú ni tu hijo podréis mirar a su alrededor y perder los beneficios.
Parche adhesivo. Un parche adhesivo se adhiere a la piel sobre el ojo como un vendaje. Son una gran opción si no llevas gafas, pero también puedes llevarlos debajo de las gafas. Estos parches son los mejores para los niños, ya que se mantienen durante más tiempo y garantizan que el ojo quede totalmente cubierto. Sin embargo, si la piel se enrojece o se irrita, prueba una versión hipoalergénica.
Parche de tela. Tal y como suena, un parche de tela está hecho de un tejido suave. Suele tener un cordón que se enrolla alrededor de la cabeza y lo mantiene en su sitio. No se pega a la piel y es lavable y reutilizable.
Cubre-lentes de gafas. Si tu hijo lleva gafas, un parche cubre-lentes es una gran opción. Estos parches se deslizan sobre las gafas y bloquean temporalmente la lente. Puedes encontrarlos en diferentes tejidos y estampados, y además son lavables y reutilizables. En caso de necesidad, una cinta adhesiva opaca sobre la lente también sirve.
Protector ocular y almohadilla. Este tipo de parches oculares son las gasas y vendas desechables que se utilizan después de la cirugía ocular. Tendrás que usarlos hasta que tu ojo se cure o hasta que tu médico te diga que dejes de vendarte el ojo.
Beneficios de los parches oculares
Los parches oculares tienen unos cuantos beneficios, entre los que destacan la mejora de sus síntomas y de su visión.
Fortalecen un ojo débil. Si tu hijo tiene un ojo vago, coloca el parche ocular sobre el ojo dominante, lo que obliga al ojo más débil a trabajar más. Este método puede ayudar a que el ojo gane fuerza y mejore la visión.
El médico puede recomendar el uso del parche entre 2 y 6 horas al día, según la visión del niño. Puede hacer que su hijo haga manualidades u otras actividades de cerca durante el tiempo que dure el parche para que el ojo esté más activo.
Tratamiento no invasivo. Una ventaja importante de la terapia con parches oculares es que es barata y no invasiva, pero también eficaz. El parche funciona mejor en niños menores de 7 años. El tratamiento temprano con un parche ocular puede conducir a una mayor mejora de la visión y podría ayudar a evitar otros tratamientos más invasivos.
Mejorar los síntomas. Si experimenta visión doble binocular, un parche ocular puede ayudarle. El parche bloquea las imágenes de un ojo, haciendo que su visión sea más clara. Esto puede ayudar a disminuir algunos síntomas como las náuseas y los dolores de cabeza.
Cómo usar un parche ocular
Llevar un parche en el ojo es bastante sencillo:
Empieza por lavarte las manos con agua y jabón.
Determina en qué ojo va el parche. Si está tratando el estrabismo o el ojo vago, querrá colocar el parche en el ojo más fuerte. Después de una cirugía, querrás ponerlo sobre el ojo en el que trabajó tu médico.
Asegúrate de que la piel alrededor del ojo está limpia y seca.
Coloque un nuevo parche desechable o un parche limpio y reutilizable sobre el ojo. Siga las instrucciones del envase. El extremo estrecho debe tocar el puente de la nariz.
Lleve el parche durante el tiempo que le indique el médico. Utilice distracciones para ayudar al niño a manejar la adaptación.
Retire el parche y aplique vaselina para calmar la piel irritada.
Un parche en el ojo puede ser incómodo para su hijo. El tratamiento con parches para el ojo vago bloquea el ojo más fuerte, por lo que su hijo tendrá mala visión durante un tiempo. Esto puede ser muy agotador. Es posible que su hijo se ponga nervioso, no quiera llevar el parche o se lo quite constantemente.
Empieza por explicarle para qué sirve y haz que el momento del parche sea emocionante. Dale recompensas y elogios y mantén una actitud positiva. Si tienes dudas o tu hijo se niega a llevar el parche, habla con tu médico.