Lo que hay que saber sobre una hernia ventral

Los músculos abdominales mantienen los órganos y los intestinos en su sitio. La protrusión de los órganos abdominales a través de un punto débil de la pared abdominal se denomina hernia. Las hernias ventrales afectan a la parte delantera de las paredes abdominales e incluyen las hernias umbilicales, paraumbilicales, epigástricas y de incisión. 

Los síntomas de la hernia ventral pueden ser leves y pueden persistir durante años. Pero el contenido de una hernia puede quedar atrapado, o el suministro de sangre puede bloquearse, creando situaciones peligrosas e incluso potencialmente mortales. El tratamiento decisivo de una hernia ventral es la cirugía, pero depende en gran medida de su tamaño, ubicación y estado de salud.

Qué es una hernia ventral?

Una hernia ventral es el abultamiento del contenido abdominal a través de la parte delantera de la pared abdominal. Un agujero o debilidad en los músculos del abdomen en la parte delantera permite que los órganos del interior sobresalgan. Este abultamiento es una hernia, y suele estar ocupado por un asa del intestino o el epiplón. 

El epiplón es una lámina de tejido graso que se encuentra delante de los intestinos y otros órganos dentro de la cavidad abdominal. A menudo es empujado a través de cualquier defecto de la pared abdominal anterior, ya que se encuentra cerca de ella.  

Causas de la hernia ventral

Las hernias ventrales son el resultado de la debilidad de la pared abdominal o del aumento de la presión en su interior. Algunas causas de una hernia ventral:

  • Levantar mucho peso

  • Lesión abdominal

  • Obesidad

  • Diabetes

  • Embarazo

  • Tos o vómitos de larga duración

  • Enfermedades pulmonares como el enfisema y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica

  • Esfuerzo al evacuar la orina o las heces

  • Cirugía anterior

  • Debilidad en la pared abdominal presente desde el nacimiento

  • Edad avanzada

Tipos de hernia ventral

Las hernias ventrales se denominan según su localización. 

Hernia umbilical. El contenido abdominal sobresale a través del ombligo. Estas hernias son especialmente frecuentes en los niños y suelen estar presentes desde el nacimiento. Las hernias umbilicales contienen tejido graso y sólo en raras ocasiones tienen intestinos. Estas hernias pueden ser dolorosas, pero es raro que se estrangulen. Suelen cerrarse solas a los 3 años.

Las hernias umbilicales también pueden darse en adultos. Algunos motivos son una tos prolongada, la obesidad, levantar objetos pesados y tener gemelos o embarazos múltiples. Estas hernias empeoran con el tiempo y pueden llegar a obstruirse o estrangularse.

Hernia paraumbilical. Se encuentran al lado del ombligo. Son comunes en mujeres con sobrepeso y pueden contener intestinos o epiplón.

Hernia epigástrica. Están por encima del ombligo y por debajo del esternón. Casi siempre están en la línea media.

Hernia incisional. Estas hernias aparecen cuando la pared abdominal está debilitada por un corte previo para una operación. Aproximadamente un tercio de las personas que han sido operadas del abdomen desarrollan una hernia incisional. La hernia puede aparecer después de varios meses o incluso años.

Síntomas de la hernia ventral

En las primeras fases de una hernia ventral no suele haber dolor. Puede notar un abultamiento bajo la piel que se aplana al acostarse. La protuberancia también puede reducirse empujando contra ella.

Las hernias ventrales se vuelven dolorosas más adelante. Puede sentir dolor al tocarla, o cuando se esfuerza por hacer movimientos o está orinando. También puede sentir molestias al levantar un objeto pesado o al estar sentado y de pie durante mucho tiempo. El dolor intenso puede deberse a complicaciones como el encarcelamiento o la estrangulación. Estas son situaciones de emergencia. 

Diagnóstico de la hernia ventral

Si notas un bulto en el abdomen, debes hablar con tu médico sobre ello. Le preguntará si hay dolor y si el bulto puede ser empujado hacia atrás (hernia reducible). Si no se puede empujar hacia atrás, se trata de una hernia irreductible.

El médico puede pedirle que se ponga de pie y tosa. Esto aumenta la presión en el interior del abdomen y hace que la hernia sea más visible. Su médico puede diagnosticar una hernia examinándole, pero puede pedirle una ecografía para conocer la extensión y el contenido de la hernia.

Si su médico sospecha que el bulto puede ser un tumor u otro crecimiento, puede pedir una tomografía computarizada (TC) para confirmar el diagnóstico.

Señales de peligro de la hernia ventral

La abertura en la pared abdominal permite que el contenido de la hernia entre y salga. La hernia se agranda al estar de pie o hacer esfuerzos y se reduce o aplana al acostarse. También puede empujar la hinchazón hacia dentro con la mano. Si la hernia se vuelve firme y dolorosa al tacto, podría ser:

Hernia obstruida. Una parte de los intestinos está atrapada dentro de la hernia y se ha obstruido. El contenido de los intestinos no puede avanzar. No puedes expulsar gases ni movimientos, y puedes tener un dolor intenso, vómitos e hinchazón abdominal.

Hernia estrangulada. El suministro de sangre de los intestinos o del epiplón dentro de la hernia se ha cortado. Esto puede ocurrir debido a la hinchazón de los órganos atrapados en la hernia. Esto conduce a la muerte del tejido y necesita una cirugía de emergencia para liberar el tejido atrapado y restaurar su flujo sanguíneo.

La hernia obstruida y la hernia estrangulada son condiciones de emergencia. Debe acudir al hospital inmediatamente para recibir tratamiento.

Tratamiento de la hernia ventral

La mayoría de las hernias ventrales necesitan una intervención quirúrgica para su tratamiento completo. El objetivo es empujar los intestinos abultados o el tejido graso hacia el abdomen y reforzar la pared abdominal. La reparación de la hernia puede realizarse mediante cirugía abierta o por laparoscopia. La mayoría de las veces, la cirugía de hernia se realiza como procedimiento planificado unas semanas después de detectarse la hernia. A veces, si la hernia está obstruida o estrangulada, la cirugía se realiza de forma urgente.

Las hernias umbilicales presentes desde el nacimiento no se tratan como otras hernias ventrales. Rara vez tienen intestinos y no se estrangulan. Estas hernias sólo deben repararse si persisten más allá de los tres años.

Cirugía abierta. El cirujano hace una incisión cerca de la hernia y hace retroceder el tejido abultado hacia el abdomen. Los músculos que han cedido se suturan para evitar que vuelva a ocurrir. Una alternativa habitual es colocar una malla de material sintético para reforzar la zona.

Cirugía laparoscópica. El cirujano realiza varias incisiones diminutas alrededor de la hernia. Un tubo delgado con una lente y una luz les permite ver el interior del abdomen y reparar la hernia mediante herramientas que se introducen a través de los otros cortes. 

Las hernias ventrales no desaparecen por sí solas y no pueden tratarse con medicamentos. La cirugía de la hernia suele realizarse como procedimiento planificado unas semanas después de que se detecte la hernia. Debe planificar una cirugía temprana para evitar complicaciones.

Su médico probablemente le dará el alta al día siguiente de la operación. Puede tener estreñimiento, dificultad para orinar, dolor en el hombro, hematomas en el lugar de la operación y cierta hinchazón de los testículos. Su médico le recetará medicamentos para reducir el dolor. Estos efectos suelen durar sólo unos días.

La recuperación dura unas semanas. Deberá tomarse unos días de descanso en el trabajo y evitar actividades extenuantes. Debería poder volver a sus actividades habituales en dos semanas.

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