¿Qué es la ortoqueratología?

La ortoqueratología, también conocida como orto-k, es un proceso no invasivo y no quirúrgico, durante el cual se adaptan al paciente unas lentes de contacto especialmente diseñadas. Este proceso remodela temporalmente la córnea para mejorar la visión. A menudo se compara con los aparatos dentales, que se utilizan para remodelar los dientes de la misma manera que la orto-k se utiliza para remodelar la córnea. 

Aunque estas mejoras de la visión son reversibles, se pueden mantener siempre que se lleven las lentes de contacto según las indicaciones. 

La orto-k se utiliza principalmente para mejorar la miopía, es decir, la miopía. Otros métodos para corregir la miopía son el uso de gafas, las lentes de contacto normales, la cirugía ocular con láser (también conocida como LASIK) o la queratectomía fotorrefractiva (también conocida como PRK). 

Dado que tanto el LASIK como la PRK son métodos quirúrgicos, algunos pacientes prefieren renunciar a estos procedimientos y someterse a correcciones no quirúrgicas como la orto-k. Este proceso permite a los pacientes liberarse de llevar sus gafas y lentes de contacto todo el tiempo sin tener que someterse a una cirugía.

Como no hay límite de edad para la ortoqueratología, a veces se sugiere la orto-k para mejorar la visión de un niño. Dado que la visión sigue cambiando en la edad adulta temprana para algunos niños, no se recomiendan procedimientos quirúrgicos como LASIK y PRK para los niños. Además, aunque no hay pruebas firmes que confirmen que la orto-k es capaz de detener la progresión de la miopía en los niños, se sigue investigando esta posibilidad. 

Cómo se recibe la ortoqueratología?

Si está considerando someterse al procedimiento de orto-k para ayudar a corregir su visión, hay algunos detalles clave que debe conocer antes de su adaptación.

En primer lugar, al elegir ortho-k, deberá someterse a algunas pruebas importantes. La primera prueba sirve para determinar la salud de sus ojos. El ortoqueratólogo examinará sus ojos, principalmente la retina y el exterior del ojo, para determinar si su ojo está sano. 

La otra prueba consiste en trazar un mapa de su córnea mediante una herramienta llamada topógrafo. Una topografía de su ojo mostrará a su médico la forma exacta de su córnea. Esta información, junto con el tamaño de la córnea y la graduación necesaria, se utiliza para diseñar las lentes especiales de orto-k. 

Una vez creadas las lentes, se le pedirá que venga a recoger sus lentes de retención ortho-k. En esta cita, se le explicará cómo colocarse, quitarse y cuidar sus retenedores de visión. Sus retenedores serán ajustados y evaluados. 

Se le citará para una cita de seguimiento después de la primera noche de uso de los retenedores. En la cita de seguimiento, su médico volverá a evaluar el ajuste de sus retenedores, así como su visión recién corregida. A continuación, se realizará otro mapeo de su córnea. 

Su ortoqueratólogo controlará la salud de su córnea durante el proceso de adaptación inicial. También evaluará la eficacia del tratamiento de orto-k. A veces, puede ser necesario modificar sus lentes de retención. 

El tiempo que tarda el tratamiento en hacer efecto varía según los pacientes. A veces, la ortoqueratología puede funcionar con bastante rapidez. 

Hay algunos factores que pueden acelerar o ralentizar el tratamiento: 

  • La rigidez de su córnea 

  • La calidad de su primera prescripción 

  • La calidad y cantidad de lágrimas 

Algunos pacientes pueden necesitar llevar los retenedores todas las noches para mantener su visión recién corregida. Otros pacientes, sin embargo, puede que sólo tengan que llevar los retenedores cada pocas noches. 

Cómo funciona la ortoqueratología?

Para entender cómo funciona la ortoqueratología, primero hay que entender cómo funciona la córnea. La córnea, que es un tejido flexible, se encuentra en la parte delantera del ojo y funciona para enfocar la luz en la retina. Su principal responsabilidad es ayudar al ojo a enfocar.

Las lentes nocturnas Ortho-k, que son la forma más habitual, son lentes rígidas y permeables al gas que proporcionan un soporte lo suficientemente sólido como para remodelar la córnea. Mientras se llevan puestas, permiten la entrada de oxígeno en el ojo para que éste se mantenga sano. Al llevarlas, también aplanan el centro de la córnea. Esto cambia la forma en que la luz se desvía al entrar en el ojo. Estas lentes se llevan principalmente por la noche y se retiran a la mañana siguiente. 

Una vez retiradas, la córnea permanece aplanada durante algún tiempo, corrigiendo su visión para que no tenga que depender de las gafas o las lentes de contacto habituales. Sin embargo, se trata de una corrección a corto plazo, y si deja de llevar las lentes de orto-k por la noche, la córnea volverá a su forma original y el error de refracción del ojo volverá a aparecer. Debido a esto, tendrá que seguir usando las lentes cada noche o cada varias noches para mantener su visión corregida. 

Es segura la ortoqueratología?

Existen algunos riesgos de la ortoqueratología. Al igual que las lentes de contacto normales, las lentes de orto-k conllevan un mayor riesgo de infección. Este riesgo es más preocupante en el caso de los niños, que pueden no practicar una buena higiene de las manos y de las lentes de contacto. 

Las infecciones oculares son habituales con las lentes de contacto, y las de orto-k no son diferentes. De hecho, aproximadamente un millón de estadounidenses visitan al médico cada año debido a infecciones oculares. Las infecciones oculares pueden tener consecuencias graves, como el deterioro de la visión de por vida. Por ello, es importante que consulte con su oftalmólogo si está pensando en ponerse orto-k. También es importante que mantenga una buena higiene de manos y que cuide adecuadamente sus lentes para evitar que se produzcan infecciones. 

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